La principal preocupación de los organismos regulatorios de distintos países con respecto a las criptomonedas, es que estas, por ser descentralizadas, escapan de su control y por tanto no suelen haber garantías para los usuarios. Así lo han expresado ya varios de ellos, y ahora vuelve a tomar el turno el Banco Central de Hungría (MNB).
A mediados de 2015 este banco ya había advertido a los ciudadanos de este país de Europa Central sobre los riesgos a la hora de utilizar las monedas digitales, haciendo especial énfasis en Bitcoin e incluso mencionando a OneCoin. Este 20 de diciembre ha vuelto a repetir esta advertencia debido al creciente número de quejas que han recibido por parte de los usuarios e inversores de criptomonedas en el país.
En el comunicado exponen que sus principales inquietudes con respecto a estos servicios de pago son “la falta de normas de responsabilidad y garantía adecuada de la asignación de las pérdidas que protejan los intereses de los consumidores”, la volatilidad financiera que presentan y la posibilidad de que en algunos casos se trate de esquemas piramidales. En este último punto mencionan específicamente a OneCoin como ejemplo.
Sin embargo, hay que recordar que las criptomonedas legítimas, como Bitcoin, son algo muy distinto a esquemas como OneCoin. Las primeras siempre presentan tres características que permiten su intercambio de forma transparente y segura: todas tienen un valor en el mercado, pueden ser cambiadas por otras monedas (digitales o fiduciarias) en las casas de cambio y todas están basadas en la tecnología blockchain. OneCoin, por otro lado, carece por completo de estas características, aunque alardee tenerlas, y una y otra vez ha presentado comportamiento sospechoso, entre lo que se incluye su investigación por parte de la policía de Londres. A este punto, aunque aún no ha habido arrestos oficiales, parece tratarse de un Esquema Ponzi o Piramidal: un tipo de fraude donde el pago de intereses a los inversores proviene de sus propios fondos o del dinero de nuevos inversores.
Pese a esta diferenciación, las criptomonedas aún causan suspicacia en muchos territorios, donde incluso han llegado a prohibirse. Sin embargo, en la mayoría su estatus legal aún está en desarrollo y en muchos casos los organismos reguladores no tienen la potestad para marcarlas como ilegales. Esto es algo que también resalta el Banco Central de Hungría, aunque afirma que a pesar de ello están tratando de proteger a los usuarios de su país.
El MNB – a pesar de la falta de competencia – supervisa continuamente el funcionamiento de los instrumentos virtuales que se utilizan para pagar por la protección de los inversores, y se esfuerza por ser una herramienta de comunicación que puede ayudar a los usuarios sin experiencia.
Banco Central de Hungría (MNB)
Tal anuncio indica que esta institución comparte la misma suspicacia que el Banco Central Europeo, que con anterioridad expresó que las criptomonedas podrían ser usadas para financiar diversos crímenes debido a su naturaleza descentralizada, y recomendó a los organismos legislativos no promover su uso. Asimismo, la Europol publicó una investigación que indica que las criptomonedas son el método de pago preferido en los crímenes cibernéticos.
A pesar de ello, ciertos estudios han demostrado que Bitcoin ha dejado atrás su fase más oscura en la DarkNet, y varios organismos e instituciones están llevando a cabo esfuerzos regulatorios que permitan solventar el asunto de la protección de los usuarios.