La Fundación Tezos anunció este sábado 30 de junio que, tras meses de retrasos, ha puesto en funcionamiento su betanet (red de pruebas), un paso mayúsculo para lo que será su proyecto de blockchain autorregulada.
A través de un comunicado, la organización destacó que “las transacciones ahora pueden procesarse en la red”. Los desarrolladores indicaron que, aunque la plataforma ya se encuentra en funcionamiento, aún es de carácter experimental y advirtieron que los usuarios “deben tomar todas las precauciones de seguridad antes de interactuar con la betanet”.
Entre ellas, cuidar muy bien el compartir de las llaves privadas y no realizar transacciones con cantidades importantes, pues esta primera versión de su blockchain puede experimentar caídas inesperadas y bifurcaciones de emergencia. Pese a ello, se tiene la intención de que las transacciones allí realizadas persistan una vez lanzada la red principal, para la que aún no se determina una fecha exacta. Además, cabe recordar que, para poder reclamar sus tokens, cada colaborador deberá identificarse según las leyes KYC y AML.
El equipo de trabajo propuso minar el bloque génesis en la betanet, por lo que los usuarios que lo deseen ya pueden iniciar la validación de los bloques (baking/cocción) luego de los 7 primeros ciclos, es decir, unas 3 semanas de trabajo. En total serían unos 28,672 bloques.
“No se emitirán recompensas durante este tiempo ya que los derechos de ‘cocción’ no están asignados”, añadió la Fundación en el anuncio.
El futuro de Tezos está en manos de su comunidad. Este momento marca un punto de inflexión para el proyecto y nos complace apoyar a los desarrolladores de la comunidad, científicos, validadores y entusiastas de todo el mundo.
Como se recordará, la plataforma de contratos inteligentes logró recaudar unos 232 millones de dólares en lo que fue su ICO de hace un año. La cifra representó una marca récord en su momento. Sin embargo, la puesta en funcionamiento del proyecto ha experimentado múltiples contratiempos.
Presunto desvío de fondos
La polémica comenzó el octubre de 2017 cuando los propios creadores del proyecto, Arthur y Kathleen Breitman, señalaron a través de una carta que Johann Gevers, quien se desempañaba como presidente de la Fundación habría desviado parte de los fondos para beneficio personal.
La denuncia levantó un polvorín de demandas colectivas, incertidumbre y dudas sobre el futuro del proyecto. Los inversionistas reclamaron por las demoras y presionaron para que se ofreciera una solución al corto plazo.
Luego, en noviembre, se presentó otra demanda, esta vez gestionada por el bufete estadounidense Taylor-Copeland, que exigía las contribuciones presentadas así como el pago de un monto para resarcir daños y perjuicios. De hecho, los Breitman solicitaron a la Fundación el pago de los gastos legales que se estaban generando, lo que fue rechazado por la organización.
Ya en febrero de 2018 y tras meses de conflictos legales, Gevers y Diego Fernández, quien también formaba parte de la junta directiva, decidieron renunciar voluntariamente a sus cargos. En una nota de prensa, la Fundación informó en ese momento que Ryan Jesperson sería el reemplazo de Gevers y Michel Mauny haría lo propio con Fernández. Estos movimientos devolvieron la calma dentro y fuera de la Fundación, que quedó a la espera del anuncio que se realizó finalmente el sábado.
La misión de la plataforma es convertirse en una blockchain que sirva para la generación de contratos inteligentes con una gobernanza descentralizada y democrática.
Imagen Destacada por Daxiao Productions / stock.adobe.com