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Alkanes utiliza el formato de codificación de datos de Runes.
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Este metaprotocolo promete la creación de contratos inteligentes y dApps en Bitcoin.
La red Bitcoin (BTC) está experimentando un nuevo fenómeno, ya que, según un desarrollador del explorador de bloques mempool.space que en X se hace llamar ‘mononaut’, un protocolo escasamente conocido llamado Alkanes ha generado un aumento en la actividad de la red.
Las declaraciones recientes del desarrollador bitcoiner ofrecen las primeras pistas sobre este metaprotocolo. A través de sus publicaciones, mononaut describe a Alkanes como una propuesta técnica que combina elementos existentes de la red con innovaciones arriesgadas.
Alkanes: un metaprotocolo sobre Bitcoin
Para entender Alkanes, primero es necesario aclarar qué es un metaprotocolo en el contexto de Bitcoin. La red creada por Nakamoto opera mediante un protocolo base que define las reglas para validar transacciones y bloques, asegurando la seguridad y la descentralización.
Sin embargo, sobre esta base se pueden construir capas adicionales o metaprotocolos, que extienden las funcionalidades de la red sin alterar sus reglas fundamentales. Ejemplos previos incluyen los tokens BRC-20 o Runes, que permiten la creación de activos digitales sobre Bitcoin.
Entonces, ¿qué es y para qué sirve Alkanes?
Alkanes es un metaprotocolo que se apoya en la infraestructura de Bitcoin para introducir capacidades avanzadas, específicamente relacionadas con la ejecución de código arbitrario.
A su vez, Alkanes utiliza el formato de codificación de datos de Runes, un protocolo que permite inscribir información en la red mediante un campo especial conocido como OP_RETURN. Este campo, presente en las transacciones de Bitcoin, permite almacenar hasta 80 bytes de datos arbitrarios que no afectan el flujo de fondos, pero que pueden ser interpretados por aplicaciones externas.
Alkanes aprovecha esa capacidad, empleando un «campo impar no definido» dentro del formato de Runes, según mononaut, lo que aseguraría que las transacciones generadas por este metaprotocolo sean compatibles con el protocolo Runes y, por ende, válidas en la red Bitcoin.
Esa compatibilidad es clave, ya que permite a Alkanes operar sin requerir cambios en el protocolo base de Bitcoin, manteniendo su integración con la infraestructura existente.
Ejecución de código WASM: una propuesta audaz
Uno de los aspectos más intrigantes de Alkanes sería su capacidad para hacer que los indexadores de Bitcoin ejecuten código WebAssembly (WASM), que es un formato de código binario portátil diseñado para ser ejecutado en diversos entornos, desde navegadores web hasta sistemas embebidos (computadoras diseñadas para realizar funciones específicas dentro de un dispositivo más grande, como electrodomésticos, automóviles).
En el contexto de Alkanes, el código WASM podría permitir la creación de contratos inteligentes o aplicaciones descentralizadas (dApps) directamente sobre la red Bitcoin, algo que históricamente ha sido más asociado con redes como Ethereum (ETH) o Solana (SOL).
Un indexador, en este contexto, es un software que analiza la red Bitcoin para organizar y presentar datos, como los exploradores de bloques (por ejemplo, mempool.space). Con Alkanes, los indexadores ejecutarían código WASM embebido en las transacciones, lo que podría habilitar funcionalidades como la verificación de condiciones complejas o la gestión de activos digitales personalizados.
Así aumenta la actividad de la red Bitcoin con Alkanes
El aumento en la actividad del mempool de Bitcoin reportado por mononaut indica que Alkanes ya está generando transacciones en la red Bitcoin. El mempool, o piscina de memoria, es el lugar donde las transacciones esperan ser incluidas en un bloque por los mineros.
Un incremento en su actividad implica que más usuarios están enviando transacciones relacionadas con Alkanes, ya sea para inscribir datos, interactuar con el protocolo, o experimentar con sus capacidades. Aunque mononaut aclara que Alkanes aún no es lo suficientemente popular como para incrementar significativamente las tarifas de transacción, su mera presencia sugiere un interés creciente.
La estructura de Alkanes, basada en OP_RETURN y el formato de Runes, implica que cada interacción con el protocolo genera una transacción en la red. Por ejemplo, si un usuario desea inscribir un contrato WASM o actualizar un activo gestionado por Alkanes, debe enviar una transacción que incluya datos en el campo OP_RETURN.
Esas transacciones compiten por espacio en los bloques, al igual que las transferencias regulares de bitcoin. Si Alkanes gana tracción, el volumen de transacciones podría crecer, aumentando la demanda de espacio en los bloques y, potencialmente, elevando las tarifas de red, como ha ocurrido en el pasado con otros protocolos como Ordinals.
Alkanes y Ordinals, distintos enfoques
La diferencia entre Alkanes y Ordinals radica en su enfoque y capacidades. Ordinals permite inscribir datos estáticos, como imágenes o texto, en satoshis para crear tokens no fungibles (NFT), utilizando SegWit y Taproot.
En contraste, Alkanes introduce contratos inteligentes nativos en WebAssembly, codificados en OP_RETURN con Protorunes, habilitando funciones dinámicas como staking nativo de Bitcoin (una cualidad en desarrollo dentro de Alkanes) y aplicaciones descentralizadas.
Riesgos y desafíos técnicos
A pesar de su potencial, Alkanes enfrenta varios desafíos. Mononaut describe esta propuesta con un tono que mezcla fascinación y cautela, calificándola de tener «exactamente el grado correcto de locura» para atraer a los ‘degens’, un término coloquial en la comunidad de criptomonedas que refiere a inversores o usuarios que buscan proyectos especulativos de alto riesgo y alta recompensa.
Inicialmente, permitir que indexadores ejecuten código arbitrario introduce un vector de ataque que podría ser explotado por actores maliciosos. Por ejemplo, un código WASM mal diseñado o intencionadamente dañino podría consumir recursos excesivos o comprometer la integridad de un indexador. Los desarrolladores de Alkanes deberán implementar salvaguardas robustas, como entornos de ejecución aislados (sandboxes), para mitigar estos riesgos.
Otro desafío es la escalabilidad. La red Bitcoin tiene un límite de tamaño de bloque de aproximadamente 1 MB (ampliable a 4 MB con SegWit), lo que restringe la cantidad de transacciones que pueden procesarse por segundo.
Aunque aún un escenario en el que Alkanes genere un volumen significativo de transacciones está lejos, si eso ocurriese, podría conducir a una congestión de la red y disparar las tarifas, un problema que CriptoNoticias reportó en el pasado.
Finalmente, la adopción de Alkanes dependerá de su capacidad para atraer a desarrolladores y usuarios. Aunque mononaut sugiere que el protocolo tiene un atractivo especulativo, su complejidad técnica podría limitar su base de usuarios a aquellos con conocimientos avanzados.
Además, la comunidad bitcoiner tiende a ser conservadora respecto a innovaciones que puedan desviar a Bitcoin de su propósito original como dinero descentralizado. Alkanes deberá demostrar que sus beneficios superan los riesgos y que no compromete los principios fundamentales de la red.