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Los tokens no fungibles (NFT) no se guardarían en el libro contable de Bitcoin.
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La red Bitcoin junto con el protocolo Nostr facilitarían la verificación de propiedad del NFT.
Anthony Towns, unos de los programadores que colaboró en la creación de Taproot, presentó una propuesta que podría alivianar la carga que generan los NFT Ordinals en la red Bitcoin por medio del protocolo Nostr.
Los NFT Ordinals toman cada más auge en Bitcoin, la mempool de esta red se ha mantenido congestionada por varios días y esto afecta a sus usuarios. Primero que todo, el proceso de pagar con bitcoin (BTC) se ralentiza por la cantidad de transacciones en espera. Esto hace que la comisión promedio para enviar BTC suba, ya que las transacciones que pagan una comisión muy baja pueden tardar días en ser verificadas.
Otro problema ocasionado por los NFT Ordinals del que se quejan los usuarios de Bitcoin es el acelerado incremento en el peso de la cadena de bloques. La causa de ello es que estos tokens no fungibles que se están añadiendo a la red pueden hacer que un bloque de transacciones pese más del doble que uno estándar.
Recientemente se minó el bloque más pesado de la historia de Bitcoin con 4 MB. Este contenía un NFT que ocupó más del 99% del espacio de dicho bloque. El experimento fue hecho de forma premeditada por miembros de la comunidad bitcoiner en conjunto con el pool de minería Luxor.
Cada uno de los nodos de Bitcoin debe conservar una copia de la blockchain, que es básicamente un libro contable que registra todas las transacciones de esta red. Por lo tanto, si este libro se hace más pesado, los nodos se verán obligados a gastar más en hardware para almacenar dicha información. Cabe destacar que los nodos de esta red no reciben incentivos por esta labor, a menos que sean nodos mineros.
Nostr: la vía alterna a los NFT Ordinals de Bitcoin
Nostr es un protocolo de código abierto que permite el intercambio de mensajes cifrados que no utiliza verificaciones de identidad (KYC). CriptoNoticias ha presentado anteriormente aplicaciones como Damus, que utilizan el protocolo de Nostr, y se les considera las competidoras más avanzadas de redes sociales como Twitter.
La propuesta de Towns para usar Nostr como solución para los NFT Ordinals consiste en guardar las inscripciones (nombre que se le da a los NFT y archivos que se guardan usando Ordinals) fuera del libro contable de Bitcoin. En este caso, la red principal solo se usaría para verificar quién es el dueño actual del token en cuestión.
Implementar eso es bastante sencillo: solo necesitas un protocolo para crear un activo fuera de la cadena (blockchain) y asociarlo con un Ordinal – nada en lo absoluto necesita hacerse dentro de la cadena. Es decir, puedes hacer algo tan simple como publicar un mensaje sencillo con Nostr.
Anthony Towns, desarrollador de Bitcoin.
Colorear monedas en Bitcoin vuelve a ser tema de conversación
En la lista de correos de desarrolladores de Bitcoin, el hilo de emails relacionados con la propuesta de Towns lleva por título «Coloreo de monedas puramente fuera de la cadena». Una moneda coloreada, en el contexto de las criptomonedas, es básicamente un token que tiene una marca por medio de un sistema de nomenclatura. Dicha marca permite identificar la moneda y suele tener relación con la pertenencia de un activo digital o real.
Colorear monedas no es algo nuevo en Bitcoin. De hecho, hay un documento sobre este protocolo publicado en el año 2012 por Yoni Assia, fundador y director ejecutivo de la plataforma eToro. Sin embargo, tras haber perdido auge con el pasar de los años, ahora vuelve a sonar este término gracias a los NFT Ordinals de Bitcoin.
El protocolo de los NFT Ordinals también usa monedas coloreadas, ya que la propiedad de estos tokens guardados en la blockchain de Bitcoin corresponde a quien tenga un determinado satoshi en su poder. No obstante, la propuesta de Towns ofrece varias ventajas sobre los Ordinals ya conocidos del desarrollador Casey Rodarmor.
Según Towns, la creación de tokens no fungibles con su método sería más económica, pues no hay que pagar comisiones por datos que se guardarían fuera de la red Bitcoin. Además, no es necesario hacer una nueva transacción para crear el NFT Ordinal, ya que los datos se pueden asociar a una UTXO (una transacción que no ha sido gastada) ya existente.
La privacidad también se ve favorecida, gracias a que el intercambio de una moneda coloreada no implica revelar a qué hacen referencia los datos que contiene. Aunado a ello, si la relación entre los datos o el NFT con la moneda coloreada no es muy pública, una transacción de monedas coloreadas puede ser tan resistente como cualquier pago estándar con Bitcoin.
Anthony Towns dijo que «los bitcoins coloreados son inevitables en gran medida y son algo con lo que simplemente hay que lidiar, en vez de gastar tiempo tratando de prevenirlos/evitarlos». A esto añadió que el cálculo de las comisiones en base al peso de una transacción y no al valor transferido ayuda a que los incentivos de los mineros no se vean afectados negativamente.
Respuestas a la propuesta de Towns de otros desarrolladores
En la lista de correos de desarrolladores de Bitcoin hubo reacciones de parte de varios de sus miembros. Aymeric Vitte hace alusión a un par de detalles importantes, Towns no especificó el mecanismo de resguardo de los NFT fuera de la cadena ni un método de seguridad que impida el robo de estos tokens o su emisión (mint) indefinida, por ejemplo.
Vitte también aprovechó de replantear una propuesta suya sobre un sistema para el intercambio de tokens no fungibles usando Bitcoin. Según comenta, este sí cuenta con un sistema de seguridad ante posibles robos, así como emisiones y ventas múltiples del mismo NFT.
Rijndael fue uno de los pocos que apoyó la propuesta de Towns y la comparó con protocolos como RBG y Taro, que a su parecer usan principios similares para el resguardo y verificación de datos. Sin embargo, respuestas por parte de Alicexbt, Peter Todd y el mismísimo creador de los NFT Ordinals, Casey Rodarmor, recordaron que lo que ellos y muchos usuarios de este protocolo consideran valioso es que los NFT o inscripciones se guarden en la blockchain de Bitcoin.