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El gobierno dio a conocer el supuesto entramado de cuentas usadas para el lavado de dinero.
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Una cuenta en la nube contenía direcciones y llaves en las que había más de 94.000 bitcoins.
La Justicia estadounidense emitió una respuesta al pedido de revisión de la detención de Ilya Lichtenstein y Heather Morgan, acusados de lavar dinero proveniente del multimillonario hackeo al exchange de bitcoin (BTC) Bitfinex en 2016. Se les denegó la libertad condicional y se conocieron detalles pormenorizados de lo que habrían sido sus actos delictivos.
En un comunicado firmado por el fiscal Matthew Graves de la Corte de Justicia del Distrito de Columbia, las autoridades de Estados Unidos explicaron por qué consideran pertinente que los detenidos permanezcan en esa condición. Además, brindaron más precisiones sobre la detención que se produjo el martes.
Con respecto a lo primero, las autoridades piensan que no están dadas las condiciones que aseguren que la pareja comparecerá al momento de ser juzgada. Una causa para creer esto es que los acusados cuentan con mucho dinero e identidades falsas, por lo que podrían darse a la fuga, y hasta estarían incentivados a hacerlo. De hecho, se cree que tenían un plan de contingencia para emigrar a Rusia o Ucrania antes de la pandemia por Covid-19.
Por esos motivos, se denegó su pedido de libertad condicional y se ordenó que sigan privados de su libertad y sin fianza. Mientras tanto, se publicaron más detalles de una investigación que lleva mucho tiempo y que estaría dando resultados para la Justicia estadounidense desde enero de 2022.
Cómo lavar más de USD 1.000 millones en bitcoin
Como reportó CriptoNoticias, Lichtenstein y Morgan fueron detenidos luego de que se confiscara una de las wallets que habrían usado para concretar «complejos procesos de lavado de dinero».
El hallazgo de estas llaves, almacenadas en un documento encriptado en un servicio en la nube que detallaba direcciones de más de 2.000 cuentas, permitió al gobierno estadounidense tomar control de 94.000 BTC. Ese monto equivaldría a USD 4.129 millones aproximadamente, según la cotización de la criptomoneda al cierre de esta nota.
Para el jurista representante del gobierno, hay «evidencia contundente» de que los fondos confiscados a Lichtenstein provienen directamente de las cuentas usadas para albergar los fondos robados a Bitfinex. Se detalla, además, que Morgan habría ocupado un rol central en el entramado de lavado de dinero, aunque se quiera aparentar lo contrario por el defensor de los acusados.
Este esquema de lavado de dinero incluía una cuenta en el marketplace del mercado negro Alphabay —cerrado en 2017—, otras wallets de bitcoin y también cuentas en otras plataformas que, aunque no estaban a nombre de la pareja acusada, sí tenían relación con ellos. Esto se habría comprobado a partir de los datos hallados en la cuenta en la nube de Lichtenstein, dice el escrito de las autoridades.
Fuente: Corte de Justicia del Distrito de Columbia.
Morgan y Lichtenstein se contradijeron, según la Justicia norteamericana, al ser consultados sobre algunas de las cuentas que se ven en el gráfico de arriba. Por ejemplo, eso pasó con la cuenta VCE 7, supuestamente relacionada a una empresa de marketing de la mujer llamada Salesfork.
Heather Morgan afirmaba que esa cuenta se destinaría a recibir los pagos con criptomonedas de sus clientes y que los fondos allí depositados habían sido un regalo de su esposo en 2014. Hasta entonces, sostenía, los había guardado en un monedero frío o de hardware. Sin embargo, al rastrear la actividad de la cuenta notaron que esto no era cierto, y que los fondos provenían en realidad de varios envíos desde la VCE 4.
Asimismo, la Justicia también reveló que pudo interceptar varias comunicaciones —no se revela de qué tipo— entre la pareja y su contador. En estos mensajes, el contador solicitaba detalles sobre las operaciones con bitcoin que habían realizado para hacer la declaración de impuestos correspondiente. No obstante, Morgan habría respondido con datos escasos y poco claros, consciente de que «a lo sumo, deberemos algunos pocos impuestos» si estos no eran suficientes.
El acceso a la cuenta de Lichtenstein
El comunicado de la Justicia también detalla cómo se consiguió acceso a la cuenta en la nube de Ilya Lichtenstein. Esto se logró a partir de una orden judicial. Pese a que los archivos allí contenidos estaban fuertemente encriptados, las autoridades pudieron acceder a varios de ellos. Así fue cómo consiguieron las direcciones de los monederos del acusado.
Fuente: Corte de Justicia del Distrito de Columbia.
Sin embargo, detalla el comunicado, varias cuentas todavía no se pudieron confiscar. Algunas de ellas, se cuenta, incluyen la palabra «dirty» («sucio») en su identificación. Por ejemplo, «dirty wallet» («monedero sucio»).
También se hallaron en esta cuenta direcciones de la darkweb en la que, aparentemente, se venden pasaportes e identidades falsas. Se piensa que así habría conseguido la pareja su documentación apócrifa. Había también otras subcarpetas que hasta contenían fotos de perfil para saltear los procedimientos KYC de los exchanges.
Operaciones en Ucrania
Además de todo lo anterior, Lichtenstein y Morgan habría tenido también planes en Ucrania a partir de 2019. Estos, al igual que los descritos con anterioridad, también se relacionan con el lavado de dinero.
Por ejemplo, se encontró en una carpeta datos personales de muchas personas de Ucrania que podrían haberse usado para crear documentación falsa. Asimismo, había supuestas empresas con las cuales operar para el lavado de activos y listas de vendedores y distribuidores disponibles en la darkweb.
Finalmente, también se cuentan en el texto otros detalles del primer operativo en el departamento de la pareja en Nueva York, realizado el 5 de enero. Uno de ellos es que Morgan se habría reusado a entregar su celular, y los agentes «tuvieron que sacárselo de las manos».
Bajo la cama, los oficiales habrían encontrado una caja con múltiples celulares, tarjetas SIM y «dispositivos electrónicos variados», algunos de ellos encriptados o protegidos con contraseña. No se encontraron, en cambio, monedas de oro, las cuales se presume que Lichtenstein habría comprado a un «dealer» en el mercado negro.