Uno de los mĆ”s prestigiosos think-tank del Reino Unido publicĆ³ un artĆculo sobre la relaciĆ³n que aparentemente existe entre Bitcoin y los grupos terroristas que subsisten en la actualidad, en donde se revela que no existe una conexiĆ³n tan clara como se suponĆa hasta ahora.
SegĆŗn el Royal United Services Institute (RUSI) las criptomonedas deben ser analizadas con perspectiva, pues muchos de los prejuicios que pesan en contra ellas, y en especial en torno a su relaciĆ³n con el terrorismo, son infundados, basados en opiniones y antecedentes que en muy contados casos son verdaderamente formales.
La publicaciĆ³n delĀ RUSI contempla los antecedentes en torno al financiamiento que podrĆa estar recibiendo ISIS a travĆ©s de esta criptomoneda. Se ponen como ejemplo los estudios hechos por el gobierno de Indonesia y por un ex-agente de la CIA, en donde se muestran una serie de relaciones entre el fenĆ³meno terrorista y la criptomoneda.
El gobierno de Indonesia expresĆ³ en enero de este aƱo, que uno de los miembros de ISIS, Bahrun Naim, enviĆ³ bitcoins a a otros militantesĀ del grupo extremista en el paĆs asiĆ”tico, evadiendo cualquier posibilidad de ser rastreado en el sistema financiero. Por otro lado, en Estados Unidos, durante agosto de 2016, un ex-analista de la CIA determinĆ³ que la organizaciĆ³n palestina Ibn Taymiyyah Media Center, una agencia de noticias de los yihadistas, estaba recibiendo pequeƱas donaciones a travĆ©s de Bitcoin.
Fuera de estas, las denuncias son poco claras y caen en el terreno de la especulaciĆ³n, desatando la ansiedad de algunos gobiernos sobre todo por el uso que puedan dar los grupos extremistas a la Internet Profunda, o a utilidades como las criptomonedas, que ofrecen la ventaja del pseudo-anonimato. Los anteriores son los antecedentes de mayor veracidad, todo lo demĆ”s son opiniones infundadas, puesto que, como apunta el RUSI, los terroristas tienen otros mecanismos igual o mĆ”s eficaces que las criptomonedas.
Cabe recordar que, a mediados de 2016, la ComisiĆ³n Europea propuso la implementaciĆ³n masiva de polĆticas que combatan el lavado de dinero en el marco de las criptomonedas y las tarjetas prepagadas, teniendo como propĆ³sito continuar la lucha contra el terrorismo bloqueando su financiamiento; esto como respuesta a los ataques que sufriera la regiĆ³n en ParĆs y Bruselas.
El tratamiento de las criptomonedas como una amenaza excepcional crea la impresiĆ³n engaƱosa de que los productos financieros mĆ”s convencionales ya no son igual o mĆ”s vulnerables a la explotaciĆ³n terrorista.
Royal United Services Institute
La perspectiva es necesaria. TodavĆa no estĆ” claro si las criptomonedas se convertirĆ”n en una importante herramienta de financiaciĆ³n del terrorismo, al menos a corto plazo, y el panorama a mĆ”s largo plazo sigue siendo incierto, sobre todo tomando en consideraciĆ³n que este tipo de grupos funcionan a travĆ©s de cĆ©lulas que pueden obtener y procesar sus fondos a travĆ©s de diversos instrumentos financieros, tan variados como remesas estudiantiles, beneficios pĆŗblicos e incluso, efectivo.
AdemĆ”s, las criptomonedas pueden ser rastreadas, y a pesar de que las operaciones conservan en su mayorĆa el anonimato, en el caso de Bitcoin todo queda registrado en una blockchain que puede ser auditada, y como prueba de ello se presenta la denuncia indonesia: las autoridades pueden, de hecho, alcanzar a los criminales a pesar de este aparente hermetismo.
Con todo, gobiernos del mundo e instituciones financieras a nivel global empiezan a observar el potencial de las criptomonedas y de la tecnologĆa blockchain, y cada vez son mĆ”s los paĆses que se suman a esta pujante corriente tecnolĆ³gica.
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Es sabido que los paĆses Ć”rabes patrocinan el terrorismo bajo la indiferencia o complicidad de los EEUU desde hace dĆ©cadas, mucho antes de la llegada del bitcoin, asi que es evidente que simplemente una propaganda de los los bankers y dueƱos del dinero para sabotear la Ćŗnica moneda que les resta poder.