De acuerdo a una investigación realizada por la firma de seguridad tecnológica CipherTrace, en la primera mitad de este 2018 han ocurrido robos en las casas de cambio de criptomonedas por un valor cercano a los $800 millones, cantidad que supera por mucho a las presentadas en años anteriores.
Los datos fueron publicados en la página web de la citada empresa en su informe del segundo trimestre de 2018 sobre “Criptomonedas y anti lavado de dinero”, en el cual se agrega que mientras en años anteriores se contabilizaron robos de criptoactivos que superaron los $100 millones en 2016 y los $200 millones en 2017, en lo que va del 2018 estas cifras se han triplicado. De esta forma, nada más en los últimos años la suma de robos en casas de cambio alcanza los $1,21 mil millones.
El estudio destaca que, además de los hackeos, se observa en el sector una significativa tendencia al aumento del uso de las criptomonedas en delitos vinculados al lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, junto al pago de armas y drogas. Todo ello aunado a prácticas de extorsión y cobro de rescates online (ransomware).
Al respecto, se indica que esta situación se ha generado como consecuencia de la revalorización que las criptomonedas han alcanzado luego del aumento de precio de Bitcoin a finales de 2017, lo cual ha atraído a “inversionistas, especuladores y ladrones”. Ante ello, también se cita un mayor interés de los entes reguladores por esta problemática y una mayor exigencia de la aplicación de medidas anti lavado de dinero (AML) y contra el financiamiento del terrorismo (CFT).
Se resaltó así el trabajo de varios organismos internacionales, como la Oficina de Investigaciones del Servicio Secreto de los Estados Unidos, que en junio pasado realizó un operativo a través del cual detuvo a 35 sospechosos e incautó más de 20 millones de dólares en criptoactivos (principalmente bitcoins). Este organismo también presentó en junio de 2018 una solicitud apoyo ante el Congreso para evitar que las criptomonedas anónimas, como Zcash (ZEC) y Monero (XMR), sean usadas con fines ilícitos.
La investigación menciona igualmente a la Financial Crime Enforcement Network (FinCEN) del Departamento de Tesorería de los Estados Unidos, que está participando en las investigaciones de los ataques con ransomware y ratifica que los robos en las casas de cambio ya están cercanos a los $1,5 mil millones.
En términos generales, el informe enumera los esfuerzos gubernamentales y las peticiones realizadas para abordar la problemática, a través de propuestas de más controles y medidas dirigidas tanto a evitar el anonimato como a suspender los servicios destinados a ocultar las transacciones en blockchain.
Sistemas para el lavado de dinero
Añade el estudio que la mayoría de los fondos criptográficos obtenidos ilegalmente son lavados por los ciberdelincuentes utilizando seudónimos, principalmente en los procesos de intercambio que no involucran dinero fiduciario, ni requieren el uso de cuentas bancarias. La finalidad es ocultar sus verdaderos datos para no ser identificados y arrestados.
Se enfatizan así las técnicas desarrolladas para el lavado de dinero, indicando un incremento del uso de servicios de mezcladores de criptomonedas, mecanismos que sirven para mezclar fondos identificables con otros, con el propósito de confundir el rastreo de su origen y potenciar el anonimato y la privacidad de las transacciones. El informe presenta una lista de 18 empresas de este tipo, en auge en 2018 gracias a la promoción publicitaria de estas plataformas, según se acota.
Asimismo, se afirma que existen entre 100 y 200 sitios de apuestas de criptomonedas por Internet que también son señalados como instalaciones para lavado de dinero.
Contraste con investigaciones anteriores
Los datos presentados en este informe de CipherTrace sobre robos y estafas con criptomonedas pueden contrastarse con investigaciones anteriores realizadas por otras empresas. En ese sentido la agencia Crypto Aware registró, hasta marzo de 2018, el robo de unos 670 millones de dólares en criptomonedas.
Para ese lapso, la firma identificó a los hackeos de las casas de cambio Coincheck (Japón) y BitGrail (Italia), ocurridos a principios de este año, como los más importantes. Aunque en estas estadísticas no se incluyen los robos efectuados en junio pasado a las surcoreanas CoinRail y Bithumb, este último por unos 30 millones de dólares.
En cuanto al tema de financiamiento del terrorismo, una investigación efectuada en mayo de 2018 por el Parlamento Europeo y otra realizada por la Facultad de Derecho de Nueva York en 2017 concluyeron que las monedas criptográficas son poco usadas para estos fines. De acuerdo a estos estudios, los grupos terroristas utilizan las criptomonedas en baja escala en virtud de que suelen operar en sitios con una infraestructura muy pobre. En los pocos casos registrados, los grupos terroristas se valen de las redes P2P y la web oscura. Sin embargo, no se descarta un avance futuro de la utilización de estas nuevas tecnologías para fines ilícitos.
Pese a todo, también ha sido demostrado que las criptomonedas están recorriendo, mayormente, un camino de usos legales.
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