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Atacantes pueden introducir, sin que sea detectado, un virus en el software que diseña ADN sintético
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Un ataque de este tipo puede producir vacunas contaminadas que lleguen a nivel comercial.
«Es peor el remedio que la enfermedad», reza alguna abuela hispana para regañar a sus nietos sin siquiera advertir que está revelando un mal que se ha convertido en realidad en los laboratorios dedicados a la creación de vacunas. Estos recintos, que hoy en día están plenamente dedicados a combatir la pandemia de coronavirus, pueden convertirse en un blanco fácil para propiciar una guerra biológica.
Así lo propone un estudio realizado por académicos de la Universidad Ben-Gurion del Negev, ubicada en Israel. Sus investigaciones arrojan que los laboratorios científicos son vulnerables a los ciberataques, e incluso estos ataques pueden pasar totalmente inadvertidos en aquellos softwares que diseñan ADN sintético.
Esta actividad es crucial para la creación de vacunas, y alterada por un código malicioso podría crear productos contaminados que serían comercializados a nivel masivo. «Un ataque sintético podría conducir a la síntesis de ácidos nucleicos que codifique partes de organismos patógenos, proteínas y toxinas dañinas. Esto es una amenaza real», apunta el informe.
Los académicos creen que un hacker podría intervenir en un laboratorio, alterar avances de investigaciones médicos e incluso crear un arma biológica desde una posición remota. La afirmación tiene fundamento, puesto que los individuos a cargo de esta investigación llevaron a cabo varios ataques a equipos de computación de laboratorio con éxito.
El informe concluye que, de 50 exploraciones que hicieron, 15 de ellas tuvieron un éxito rotundo y lograron hackear el sistema sin que el mismo alertara la modificación. Los académicos sugieren que es posible, por medio de procesos de ofuscación, reemplazar subcadenas en la secuencia de ADN por códigos maliciosos y esto podría generar virus altamente peligrosos. Lo más dramático del asunto es que, como ocurre de forma encubierta, dichas toxinas pueden llegar a producción masiva.
El conocimiento sobre ciberseguridad es crucial en la era digital
Los hackers «pueden convertir proyectos destinados a salvar millones de vidas en armas biológicas», apunta el artículo publicado en la revista Nature. Sin embargo, los académicos consideran que existen todavía soluciones que evitarían una catástrofe, la primera de ellas altamente enfocada en la necesidad de que científicos y biólogos aprendan sobre ciberseguridad.
Mientras las tecnologías tienen una importancia cada vez mayor en la vida diaria del ser humano, las responsabilidades de los individuos también se ven modificadas. Antes un laboratorio tenía que preocuparse por la posibilidad de un acceso físico no autorizado o de una perversión de la cadena de suministro que pudiese generar una crisis biológica, pero ahora existen posibilidades de que los ataques sean altamente sofisticados. Ante esta nueva realidad, tanto los reguladores como la ciencia tendrán que adaptarse a las nuevas demandas.
El reporte sugiere que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos debería establecer en los laboratorios protocolos de detección de ataques cibernéticos más avanzados. Asimismo, el académico Rami Puzis, quien colaboró con esta investigación, propuso la creación de un algoritmo capaz de detectar anomalías y malwares en los softwares dedicados a la generación de genes in vivo.
Ahora que los laboratorios están dedicados a la investigación y creación de una vacuna que controle el brote de coronavirus, se ha detectado un aumento de ataques cibernéticos en estos recintos. Incluso en CriptoNoticias reportamos que a mediados del mes de agosto un hacker secuestro toda la investigación recabada por la Universidad de California para la cura del coronavirus, un ataque que le costó 118 bitcoins a la institución y dejó a muchos sudando frío.