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En el último año el gobierno estadounidense confiscó USD. 1.200 millones en criptomonedas.
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Un portavoz del Departamento de Justicia dice que no hay una base de datos del BTC incautado.
El Servicio de Impuestos Internos (IRS) de Estados Unidos confiscó en 2021 unos USD 1.200 millones en criptomonedas, incluyendo bitcoin (BTC). Esto es una cifra 8 veces superior a lo decomisado en 2020, cuando el monto fue solo de USD 137 millones.
El director de la unidad de delitos cibernéticos del Servicio de Impuestos Internos, Jarod Koopman informó días atrás que el gobierno de Estados Unidos confiscó USD 700.000 en 2019, y para 2020 esa cifra subió a USD 137 millones. Por esa razón, el monto retenido en 2021 (hasta agosto), representa un récord para el IRS, cuyo año fiscal cerró el 30 de septiembre.
Koopman dijo que su división rastrea criptomonedas para detectar la evasión de impuestos, declaraciones de impuestos falsas y lavado de dinero. Quiere decir que en sus cifras no están incluidas otras confiscaciones, como los 69.370 BTC pertenecientes al caso Silk Road que fueron confiscados por las autoridades penales de Estados Unidos en noviembre de 2020, tal como lo reportó CriptoNoticias en su momento.
Además, un portavoz del Departamento de Justicia le dijo a CNBC que está «bastante seguro» de que no existe una base de datos central de incautaciones de criptomonedas.
Según el director de la unidad de delitos, las criptomonedas que su equipo ha rastreado y confiscado ascienden a alrededor del 70% del Fondo de Confiscación del Tesoro, lo que lo convierte en el contribuyente individual más importante del fondo en general.
Es curioso que a medida que aumenta el ciberdelito, también las arcas de criptomonedas del gobierno se incrementarán mucho más. De hecho, las operaciones de incautación y venta de estos activos digitales por parte del gobierno están creciendo tan rápido que el Departamento de Justicia solicitó la ayuda del sector privado, según el reporte.
Anchorage Digital, un banco autorizado para custodiar criptomonedas, ahora tiene la tarea que tenía previamente BitGo, de administrar, almacenar y la venta del tesoro en criptomonedas del gobierno de Estados Unidos, tal como agrega la nota.
Hasta la fecha, el gobierno ha incautado y subastado más de 185.000 bitcoins, unos USD 8.600 millones, tal como puede verse en la Calculadora de Precios de CriptoNoticias.
a más de USD 8.600 millones. Fuente: Kristina Blokhin/ stock.adobe.com
Las ganancias de las ventas de criptomonedas a menudo se colocan en el Fondo de Confiscación del Tesoro o en el Fondo de Confiscación de Activos del Departamento de Justicia. Después de que se hayan transferido a una de esas dos cuentas, las criptomonedas liquidadas pueden usarse para respaldar una variedad de otras cosas en el presupuesto. En algunos casos, el Congreso puede cancelar los fondos y redirigir el dinero a otras iniciativas, apunta la nota.
Por lo que se conoce, la firma de investigación sobre blockchains Chainalysis ha estado estrechamente relacionada con gobiernos a través del tiempo. Incluso, el exagente del FBI Gurvais Grigg fue nombrado jefe de tecnología de la empresa, en abril de este año, como reseñó CriptoNoticias.
La empresa rastrea el movimiento de diversas blockchains, entre ellas la de Bitcoin para que sus estudios estén al servicio de los cuerpos de seguridad. Con ello, mantienen la vigilancia sobre los movimientos realizados por los usuarios de las criptomonedas con el objetivo de realizar investigaciones criminales. También permiten el seguimiento para fines tributarios.
Otras empresas como Blockseer, CipherTrace y Elliptic, también se dedican al análisis de las cadenas de bloques para rastrear la información que está públicamente disponible. Son aliados de los gobiernos y de sus agencias de seguridad para mantener la vigilancia en el ecosistema.
Bitcoin: una libertad que brilla con demasiada intensidad
La cantidad de bitcoin confiscado por el gobierno de Estados Unidos demuestra que la tecnología de la vigilancia está, cada vez más activa en la red persiguiendo secretos. Los usuarios no saben que son seguidos y espiados para descubrir sus datos privados y, por ende, su verdadera identidad.
Los gobiernos recurren a la tecnología de la vigilancia con el objetivo de evitar que las criptomonedas sean usadas para cometer delitos. Para hacerlo parten del principio de que todos deben ser vigilados, pese a que eso vaya en detrimento de la privacidad.
Dentro del ecosistema de Bitcoin, la criptografía, la privacidad y la protección de los datos, siempre han sido elementos clave prioritarios para una comunidad que valora estos elementos por encima de todas las demás consideraciones.
Basado en esta protección de datos, el protocolo Bitcoin está diseñado para que dos partes intercambien sus activos sin la intervención de un tercero, sin que ambas revelen su información personal, como sucede cuando una persona entrega dinero en efectivo a otra.
De tal manera que intercambiar bitcoin sin la intervención de un tercero centralizado ofrece una brillante libertad a cualquier persona que use bitcoin. Por naturaleza bitcoin es dinero imparable y programable que no puede ser degradado o censurado y que lucha contra la vigilancia y el decomiso. Esto siempre y cuando cada individuo pueda custodiar su bitcoin moviéndolo a una dirección que controle con un conjunto de claves digitales.