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El 10% de los fondos enviados desde direcciones ilícitas va hacia los mezcladores.
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El 10% de los fondos enviados desde direcciones ilícitas va hacia los mezcladores.
Los mezcladores o mixers, herramientas que permiten evitar que una entidad rastree una transacción con criptomonedas como bitcoin (BTC), siguen recibiendo enormes cantidades de dinero. De hecho, en 2022 han recibido más fondos que nunca antes, de acuerdo con la firma de análisis y seguridad, Chainalysis.
En su más reciente boletín, la empresa analítica explica que estas herramientas, comúnmente utilizadas por quienes cometen robos y fraudes con criptomonedas, movieron cerca de USD 52 millones en un promedio mensual tomado hasta abril de 2022. La cifra representa un máximo histórico en el valor recibido por los mixers.
El monto «casi duplica los volúmenes entrantes en el mismo punto en 2021», cuando los mezcladores recibieron poco más de USD 19 millones, según la compañía.
Es notable, tomando en cuenta que el 10% de todos los fondos enviados desde direcciones de monederos de criptomonedas ligadas a operaciones ilícitas va hacia los mezcladores, de acuerdo con Chainalysis.
Más en detalle, las direcciones ilícitas representaron el 23% de los fondos enviados a mezcladores en lo que va de 2022, frente al 12% en 2021, según las cifras de la empresa de análisis.
Un crecimiento que parece irreversible
Aunque no arrojan datos más actuales, la firma da a entender que la tendencia no parece bajar, por lo que es presumible que los fondos recibidos por los mixers sigan al alza por el resto del año.
«La funcionalidad central de los mezcladores, combinada con el hecho de que rara vez solicitan información KYC, los hace naturalmente atractivos para los ciberdelincuentes», dice la empresa, que resalta que los mixers «crean una desconexión entre los fondos que los usuarios depositan y los que retiran, lo que dificulta el seguimiento del flujo de fondos».
En general, la mayoría de los fondos que terminan en los mezcladores provienen de varios delitos. Según Chainalysis, se trata de financiamiento al terrorismo, robo, estafa, sanciones, fraude y compras ilegales en la darknet (web oscura).
Algo que destaca Chainalysis es que los exchanges centralizados y los protocolos DeFi (como también se les llama a algunos exchanges descentralizados o DEX), son dos de las plataformas que más envíos hacen a los mezcladores, desde direcciones conectadas a actividades ilícitas.
Particularmente las DeFi tuvieron un significativo incremento en valor y en volumen, lo que guarda sentido con la «creciente prominencia de estas plataformas dentro del ecosistema de criptomonedas en general».
Los mixers, cuya bandera es la privacidad y evitar que las entidades regulatorias rastreen direcciones o transacciones, no son más que una «pregunta difícil» para quienes hacen las leyes, de acuerdo con Chainalysis. La compañía resuelve que «todos reconocen que la privacidad financiera es valiosa y que, al final, no hay razón para que los servicios como los mezcladores no puedan proporcionarla».
Sin embargo, los datos muestran que los mezcladores actualmente representan un riesgo significativo de lavado de dinero, con el 25% de los fondos provenientes de direcciones ilícitas, y que los ciberdelincuentes asociados con gobiernos hostiles se están aprovechando.
Chainalysis.