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La empresa apunta a una mayor educación de los políticos sobre criptomonedas.
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Ripple incorporó a un exconsejero del Departamento del Tesoro a su junta directiva.
En una nueva estrategia para acercarse a los políticos estadounidenses y demarcar el alcance de XRP como criptomoneda, la compañía Ripple abrió una oficina en Washington D. C. para que su equipo regulatorio acentúe el “lobby” o su posible influencia entre legisladores y dependencias del Estado.
Ripple asegura que para aprovechar el potencial que tienen las criptomonedas primero hay que educar a quienes toman las decisiones políticas en los Estados Unidos. La intención de la empresa es abonar el terreno para que se establezcan regulaciones que permitan a la naciente industria de las criptomonedas prosperar.
“Para aprovechar todo el potencial de estas tecnologías, los líderes de la industria deben unirse para educar a los responsables políticos sobre su impacto global (…) En los Estados Unidos y en el extranjero, es importante que los legisladores estén armados con el conocimiento de la industria. [Esto serviría] para ayudarlos a dar forma a las condiciones que permitirán que prospere la innovación tecnológica”, puntualizó Ripple en un comunicado.
Este acercamiento de Ripple con Washington fue redondeado con otra medida anunciada por la empresa. En este sentido, Craig Phillips, un exconsejero del Secretario del Departamento del Tesoro, fue incorporado a la junta directiva.
La compañía también dio a conocer que se unió a la Blockchain Association, una organización sin fines de lucro establecida en la capital de los Estados Unidos, que proclama que es necesario “representar a nuestra industria ante reguladores y legisladores”.
“Lobby” para llevar
Durante los últimos años Ripple ha incorporado a su staff a importantes figuras del ámbito político y tecnológico. En noviembre de 2017, la empresa anunció la contratación de Benjamin Lawsky, exsuperintendente de servicios financieros de Nueva York, para incluirlo en su junta directiva. Lawsky también es reconocido por ser el “arquitecto” de BitLicense, un estándar regulatorio para las empresas que operan con criptomonedas en Nueva York.
En abril de este año, la junta directiva de Ripple sumó a otro miembro. Yoshitaka Kitao, presidente y CEO de SBI Holdings, Inc., quien fue contratado por sus conocimientos sobre los mercados financieros mundiales. Kitao también se desempeñó en el pasado como vicepresidente ejecutivo y director financiero de SoftBank Corporation.
El historial de contrataciones de figuras se remonta al 2014, cuando Ripple dio la bienvenida a su junta directiva a la economista Susan Athey. En su hoja de vida se reseña que ha sido consultora de Microsoft Corporation y de gobiernos nacionales sobre diseño de estrategias de mercados.
Es importante mencionar que XRP, la criptomoneda respaldada por Ripple, es un proyecto orientado al mundo financiero corporativo, bancos e instituciones financieras, que buscan transacciones transfronterizas más rápidas y pagos interbancarios. Su objetivo real es convertirse en un sustituto del sistema SWIFT para la transferencia de dinero a escala global.
Con la decisión de abrir una oficina en Washington, Ripple podría estar intentando influir en los legisladores para defender sus propios intereses como empresa y promover decisiones que les sean favorables a ellos, pero no necesariamente al ecosistema de las criptomonedas ni a sus usuarios.
Al momento de escribir este artículo, el precio de XRP era de 0,2760 centavos de dólar de los Estados Unidos, según los datos de mercados de CriptoNoticias.