El Centro Internacional de Innovación de la Gobernanzas (CIGI por sus siglas en ingles), organismo adscrito a la organización G20, publicó un reporte acerca de las fortalezas y ventajas que ofrece aplicar la tecnología blockchain en ámbitos estructurales de la economía de los países del bloque, hecho que haría generaría economías descentralizadas, auditables, transparentes e inclusivas.
El trabajo fue realizado por la investigadora Julie Maupin, y difundido en una reunión realizada en Alemania. Maupin es aliada del Programa Internacional de Investigación Legal del CIGI (ILRP, en inglés), y también está asociada al Max Planck Institute. En él se insta a todos los países miembros de la organización a crear una legislación sólida que permita la implementación exitosa de la tecnología blockchain.
Los países del G-20 deberían tomar la delantera en el inicio de varias medidas concretas para apoyar las innovaciones de blockchain del sector público y privado y establecer marcos regulatorios acordados internacionalmente para interactuar con ellos.
Julie Maupin
Investigadora
Según Maupin, el Grupo de los 20 (países industrializados y emergentes), tiene ante sí una oportunidad sumamente importante para el futuro de las finanzas globales, pues como uno de los grupos más representativos de la economía mundial, al iniciar la experimentación con la tecnología, abre la puerta a que otros miembros de la comunidad internacional se sientan motivados a indagar en ella.
El G20 tiene la influencia suficiente como para sentar un importante precedente en la transformación de las finanzas, y en este sentido, podría incentivar un consorcio internacional en el que bancos centrales de distintos países participen en las investigaciones y discusiones en torno a las bondades de blockchain.
Para contribuir con la recuperación económica, el G20 debería constituir y fundar un Consorcio Blockchain de Bancos Centrales para estudiar las implicaciones fiscales y monetarias del ascenso de las criptomonedas y otras aplicaciones blockchain. El momento de ese consorcio está al alcance (…) Los esfuerzos investigativos (de los diferentes bancos centrales interesados en blockchain) deberían ser unidos para evitar doble trabajo y maximizar el uso eficiente de recursos escasos. El Consorcio de Investigación Blockchain debería conformarse de expertos técnicos provenientes de el espectro de ciencias económicas, legal, criptografía, ciencias informáticas y campos relacionados, con el objetivo de explorar y evaluar las opciones de crear un sistema monetario global basado en blockchain.
Julie Maupin
Investigadora
El reporte urge al G20 a tomar medidas concretas mientras esta tecnología se encuentra en su período incubativo de desarrollo, para minimizar riesgos y aprovechar oportunidades, pues se identificaron dos retos a enfrentar, siendo en primer lugar, el escepticismo generalizado por parte de los ciudadanos con respecto a las transacciones transfronterizas y la desconfianza en la instituciones financieras y bancarias; y en segundo lugar, el aumento de «sentimientos antiglobalizantes».
La idea principal de impulsar la investigación de la tecnología blockchain surge debido a que así como se identifican ventajas, también existe preocupación sobre ciertos riesgos. Puntualmente, el informe señala que la tecnología podría desplazar o sobrepasar las capacidades de algunos intermediarios «en quienes los gobiernos históricamente han confiado para implementar mecanismos de seguridad regulatorios de importancia».
Aún no queda claro cómo los acuerdos de Basilea promoverían la estabilidad del sistema financiero o cómo la Financial Action Task Force combatiría la evasión de impuestos, el lavado de dinero, financiamiento del terrorismo, y otras actividades de la dark web en un mundo potenciado por blockchain.
Julie Maupin
Investigadora
Estas investigaciones ya han avanzado, y poderosas instituciones financieras del mundo vuelven la mirada a las potencialidades de blockchain para las finanzas. El Bundesbank alemán, la Reserva Federal de Estados Unidos, así como los Bancos de la Reserva de Australia e India, y los Bancos Centrales de Europa, Inglaterra, Japón y China son algunas de las entidades que ya investigan la tecnología.
Además, gobiernos del mundo también experimentan con la aplicación de blockchain a los procesos administrativos. Es un momento ideal para que el G-20 tome posición y marque pauta en torno a las políticas públicas que coadyuven el fortalecimiento de las iniciativas que tengan que ver con blockchain y su aplicación al sector financiero, y el Consorcio planteado por Maupin podría ser una vía para ejecutar este plan. Esta coalición podría examinar las implicaciones de la adopción de la tecnología por parte de los diferentes países, brindando estudios sobre los enfoques y el potencial de utilidad de los experimentos que se desarrollen, utilizando estos datos para sofisticas el diseño y la eficacia de las políticas monetarias nacionales y los acuerdos sobre las reservas internacionales.