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Cadena de bloques dotaría de transparencia y velocidad a las operaciones interbancarias
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Autoridades deberían estar al pendiente de innovaciones en el sector
Un representante del Banco de España considera que la tecnología de contabilidad distribuida (DLT) tiene potencial en el sistema financiero, aunque es preciso delimitar el modelo que conviene a la banca en Europa: que parece inclinarse hacia sistemas más centralizados o privados. Por estas razones, considera que las instituciones deben continuar investigando al respecto.
José Luis Romero Ugarte, miembro de la Dirección General de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago del Banco de España, publicó un artículo en el que explica el funcionamiento de una cadena de bloques y por qué el sector financiero se siente atraído por esta tecnología. Romero reconoció que el uso de una cadena de bloques puede hacer más eficientes, transparentes y veloces las transacciones financieras.
Para Romero, el sector financiero tradicional puede beneficiarse de la DLT, especialmente en lo que se refiere a pagos internacionales. Además de dotar al proceso de velocidad y transparencia, el representante considera que el uso de una cadena de bloques puede reducir los costos de las transacciones entre los distintos bancos. Santander se cuenta entre las entidades que han incursionado en desarrollos para pagos transfronterizos y mricropagos mediante el uso de la tecnología de contabilidad distribuida, desde el 2016.
Aunque Romero Ugarte reconoce el potencial de la tecnología de contabilidad distribuida, no considera que esta sea mejor que el sistema centralizado de pagos interbancario actual. De hecho, el representante guarda reservas sobre la robustez de las redes que implementan protocolos basados en el código de Bitcoin.
A su juicio “la tecnología aún no está lo suficientemente probada”, por lo que su aplicación no puede ser efectiva todavía. El representante del Banco de España también considera que la tecnología de contabilidad distribuida consume demasiada energía, lo que se traduce en un elevado coste ambiental. Adicionalmente, considera que los problemas de escalabilidad que presenta una cadena de bloques podrían congestionar una red, debido al número de transacciones en espera.
El director estima que “no existe un marco regulatorio apropiado que dé la suficiente cobertura legal” a la información escrita en la cadena, lo que podría generar problemas a futuro. Para él, “garantizar la seguridad y la integridad de las transacciones” es un tema fundamental para la estabilidad del sistema financiero. En este sentido, considera que debe generarse un marco regulatorio que contemple por separado cada uno de los usos en los que puede emplearse la cadena de bloques.
En materia de privacidad de la información, Romero Ugarte reconoce que una cadena de bloques privada puede permitir a un usuario compartir ciertos datos, lo que representa una ventaja, además de la trazabilidad e inmutabilidad de las transacciones:
Si bien en algunos modelos todos los nodos tienen una copia del registro completo y visibilidad total sobre las transacciones, en sus aplicaciones al sector financiero, según los intereses de los participantes, el acceso a la información puede estar restringido.
José Luis Romero Ugarte
Dirección General de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago
Romero Ugarte recomienda a las instituciones mantener una vigilancia constante de las innovaciones que se realicen en torno a la DLT, ya que su implementación podría “alterar la competencia en el mercado financiero” y representa un reto para las autoridades de todo el mundo.
Las declaraciones de Romero Ugarte concuerdan con otras posiciones adoptadas por representantes del banco. En el mes de mayo, el Gobernador del Banco de España señaló que los criptoactivos representan “más riesgos que beneficios”. No obstante, el Gobernador se mostró entusiasmado con el potencial de la tecnología de contabilidad distribuida en el desarrollo financiero.
Meses después, el Banco de España publicó un estudio que aseguraba cómo las monedas digitales estatales podrían mejorar políticas monetarias. Estas monedas mejorarían los sistemas de pago de los países, derivando en un desarrollo de su economía.
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