-
El planteamiento es retrasar la bomba de dificultad otros 4 millones de bloques.
-
También eliminarán el aumento de la dificultad algorítmica, manteniendo la emisión sin cambios.
Los desarrolladores de Ethereum han acordado posponer la bomba de dificultad una vez más para evitar complicaciones en la fase de transición de prueba de trabajo a prueba de participación que es parte de la próxima actualización de la red. La decisión fue tomada en la reunión mensual Ethereum Core Developer Meeting número 76 que tuvo lugar el pasado viernes 29 de noviembre, en la cual participaron también mineros y comerciantes que se desenvuelven en el ecosistema. Ninguno de los participantes en la discusión protestó por el aplazamiento. Sin embargo, hubo intercambio de opiniones sobre la emisión inflacionaria.
En torno a ello, Tim Beiko, Gerente de Producto de Ingeniería del Protocolo PegaSys tuiteó sobre el amplio consenso que existe entre los desarrolladores con respecto a la idea de retrasar la bomba de dificultad de la red Ethereum por otros 4 millones de bloques. «Creímos que teníamos meses hasta que hiciera efecto, pero esos números estaban equivocados. La Edad de Hielo ya se está sintiendo». Ahora, hay una propuesta de mejora del EIP (Propuesta de mejora de Ethereum) después de Istanbul para hacerla retroceder: EIP-2387 alias «Glaciar de la Montaña», comentó.
El EIP 2387, se centra en retrasar la bomba de dificultad de la bifurcación Istanbul, también conocida como Era de Hielo. El EIP haría retroceder la Edad de Hielo 4 millones de bloques o 611 días por un total de 9 millones de bloques. Beiko afirmó que había un «consenso aproximado» para empujar la bomba de dificultad. Esta actualización está prevista para el bloque 9,2 millones.
«No hay objeciones en la reunión, así que parece que tenemos un consenso aproximado para actualizar en el bloque 9,2 millones, retrasar la bomba de dificultad de 9 millones, y usar el nombre de Glaciar de la Montaña. Ahora se plantea la cuestión de qué hacer con las redes de prueba. No todas ellas tienen una bomba de dificultad».
There are no objections on the call, so it seems we have rough consensus to upgrade on block 9.2M, push back the difficulty bomb 9M blocks, and use the Mountain Glacier name 🏔
There is now the question about what to do for testnets? Not all of them have a difficulty bomb.
— timbeiko.eth (@TimBeiko) November 29, 2019
La discusión en la cita mensual de Ethereum se planteó sobre dos opciones: terminar por completo con la bomba de dificultad o posponerla. Al respecto, el programador del núcleo central de la red, Alexey Akhunov, señaló que la relación riesgo/recompensa por el uso de la bomba de dificultad no es tan bueno, hasta ahora.
La bomba de dificultad es un mecanismo programado que se implementó para disminuir las probabilidades que los mineros continúen ejecutando el algoritmo de Prueba de Trabajo a largo plazo. De esta manera, se presiona el sistema hasta hacer difícil utilizar este mecanismo de consenso. Es un esquema que ajustará la dificultad del procesamiento por Prueba de Trabajo y que a su vez motivará a los mineros a migrar hacia la modalidad de Prueba de Participación.
La dificultad, por sí misma, es un método que contribuye a mantener cierta frecuencia en el tiempo que utiliza la red para agregar información nueva a la cadena. A medida que más mineros suman hash rate para procesar transacciones, disminuye el tiempo entre bloques agregados, la dificultad evita que se altere la frecuencia establecida. Esto ralentizará la minería en términos exponenciales y la economía dentro del ecosistema se volverá menos atractiva para los mineros. El inicio de este escenario se conoce como «La Edad de Hielo de Ethereum».
Las opiniones de los participantes en la discusión también giraron en torno a que el descenso de los precios, y su relación con la oferta y la demanda. A medida que la oferta de Ethereum aumenta, solo un aumento de la demanda puede mantener el precio estable.
Si la demanda disminuye, se producirá una caída del precio y, en consecuencia, del hash rate. Aunque el precio ha bajado casi un 90% desde su punto máximo, el hash rate ni siquiera ha bajado un 50%, lo que implica que se gasta mucho dinero en la seguridad de la cadena de bloques. Por lo tanto, hay espacio para otro descenso del 40% en el hashrate. En ese sentido los desarrolladores, mineros y comerciantes decidieron eliminar el aumento de la dificultad algorítmica, manteniendo la emisión sin cambios.
En relación a ello, James Hancock, que se presenta como Coordinador de bifurcación dura, dijo que «en mi opinión no deberíamos volver a tocar la cuestión de la emisión. Con el hash rate ya disminuyendo, no estoy seguro de que queramos reducir aún más el pago por la seguridad».
De implementarse el EIP 2387 esta sería la tercera vez desde 2015 que se retrasa la bomba de dificultad. Primero fue por 3 millones de bloques durante la bifurcación de Bizancio en 2018 y luego por otros 2 millones de bloques durante la bifurcación de Constantinople de febrero de 2019.