-
YouTube dice que no es responsable por el contenido creado por terceros.
-
Una especie de “doble moral” parece estar detrás de la censura.
Hace unos días el cofundador de Apple, Steve Wozniak, presentó una demanda contra YouTube y Google debido a una estafa de falso regalo de bitcoins que se mantiene activa en YouTube desde hace varios meses.
La estafa utiliza imágenes y videos de Wozniak y otras celebridades, incluidos Elon Musk y Bill Gates, para convencer a las personas de enviar criptomonedas a una determinada dirección con la promesa de que recibirán el doble en devolución. Cuando los usuarios transfieren, no se devuelve nada. Se trata de la misma estrategia utilizada el pasado 15 de julio durante el hackeo masivo a cuentas de personalidades y empresas en Twitter, que fue detenida el mismo día.
Con su acción legal, Wozniak se une a una demanda colectiva interpuesta por otras 17 personas de varios países que han sido víctimas del fraude.
La nueva demanda se centra en la inacción de la red social para impedir la proliferación de mensajes fraudulentos. Ocurre al mismo tiempo que el equipo legal de YouTube presenta una moción para desestimar las reclamaciones presentadas en abril pasado por Ripple y su CEO, Brad Garlinghouse, por este mismo problema de los videos de estafas con criptomonedas. En este caso utilizando XRP.
El documento de YouTube se introdujo en la corte del Distrito Norte de California el 20 de julio. Cita como defensa la Ley de Decencia de Comunicaciones (Communications Decency Act). Con ello, la plataforma alega que no es responsable de las estafas con criptomonedas porque los mensajes no son elaborados por la plataforma.
Los argumentos de los abogados de la red social señalan que los canales de la estafa presentan contenido creado por terceras personas, independientemente de la «verificación involuntaria» de la plataforma, entendida como el algoritmo de YouTube.
Sin embargo, este mismo algoritmo tiene la capacidad de censurar los canales que tratan temas relacionados con criptomonedas, también creados por terceros. Una situación que ha sido denunciada desde finales del año pasado y que se hizo más notoria desde la actualización del algoritmo de YouTube en mayo.
Censura selectiva
Parece entonces que el celoso algoritmo de YouTube está siendo mucho más exitoso en censurar el contenido informativo, educativo y de análisis de diferentes canales de criptomonedas, que en eliminar el contenido fraudulento relacionado con las mismas. Esto a pesar de la ilegalidad del hecho y del riesgo que representa para los usuarios.
Un análisis realizado por Luke Fitzpatrick, investigador sobre criptomonedas y blockchain, demuestra cómo estas acciones de Google están afectando a los canales de YouTube relacionados con Bitcoin. Ha traído como consecuencia la suspensión de cuentas, eliminación de videos en los que se habla sobre criptomonedas y la disminución de visualizaciones. Una estrategia que se conoce como «censura en las sombras».
Entre tanto, YouTube se halla plagado de estafas asociadas con criptomonedas. CriptoNoticias reportó recientemente las nuevas técnicas utilizadas en la elaboración de contenidos para incitar a las víctimas a enviar su dinero. Incluyen hasta sorteos y transmisiones en vivo.
Ante esta circunstancia, las preguntas que se hacen muchos miembros del ecosistema son: ¿por qué no se aplica la censura a estas estafas con criptomonedas? y ¿por qué si el algoritmo es «involuntario» no selecciona los canales relacionados con las estafas?
Algunos defensores de la red social comentan en Reddit que todo se debe a que los estafadores tienen cuidado de eliminar cualquier mención a términos relevantes, como criptomoneda o bitcoin, por ejemplo. Explican que cuando el algoritmo detecta este tipo de palabras censura el contenido. Es después de la verificación cuando los estafadores introducen este tipo de términos.
Se mencionan también las políticas de YouTube que permiten a los usuarios hacer denuncias y enviar correos en caso de que encuentren alguna estafa con criptomonedas. Aun así, muchos usuarios indican que a pesar de sus denuncias muchos de estos mensajes fraudulentos siguen siendo visibles.
Observan por tanto que el algoritmo parece funcionar de forma diferente si se pagan tarifas publicitarias por la difusión del contenido. Si esta es la situación, la respuesta a las preguntas que se hacen miembros del ecosistema podría estar en los intereses económicos subyacentes.
¿Doble moral en la aplicación de censura?
Se habla así una especie de «doble moral» en las políticas de la plataforma social. Se aplica una censura «a conveniencia», aun cuando en el discurso oficial se hable de una preocupación por el bienestar de los usuarios de las redes sociales.
En la práctica este hecho encierra una paradoja curiosa: históricamente la censura sobre temas de criptomonedas deriva de un estigma que las asocia con las estafas, pero las estafas que introducen el tema como contenido publicitario parecen tener asegurado su espacio, por lo menos en YouTube.
Este hecho también podría verse como un plan para desprestigiar el ecosistema y perpetuar el discurso de que criptomonedas y estafa son sinónimos. Los comentarios en varios hilos de Reddit apuntan a esta teoría. Ello serviría para provocar el rechazo de gran parte del público novato, incluyendo los reguladores.
Sea cual sea la razón, el escenario muestra que la lucha es por mantener el control. Ante este panorama, todo indica que las cosas serán difíciles de cambiar en tanto los intereses económicos prevalezcan.
Sobre este tema, Joe Cotchett, de la firma de abogados Cotchett, Pitre & McCarthy LLP, que representa a Steve Wozniak y a las víctimas del fraude, contrasta la actitud de YouTube con la de Twitter en el reciente hackeo masivo. Al respecto, expresa lo siguiente en un comunicado:
Cuando Twitter fue golpeado con un hackeo masivo de 130 cuentas de celebridades, se apresuraron a cerrar la estafa de Bitcoin en un día. En un marcado contraste, YouTube, a sabiendas, permite que la estafa de Bitcoin continúe durante meses. La promueve y se beneficia al vender publicidad dirigida.
Joe Cotchett
Vemos de esta manera cómo la rápida reacción de Twitter demuestra que las compañías globales de Internet sí tienen la posibilidad de reprimir anuncios falsos sobre criptomonedas en sus plataformas de forma voluntaria, cuando les conviene. Lo que no es fácil de determinar es si realmente eso les importa.
A pesar de que estas plataformas pueden ser vistas como cómplices, la intervención de fuertes intereses monetarios y de control social sugiere que el problema no desaparecerá tan pronto como sería deseable. La respuesta de YouTube a la demanda de Ripple nos ofrece algunos indicios sobre la forma en que se seguirán manejando estas redes en el futuro cercano.
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.