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Debido a su escasez bitcoin puede ser entendido como oro digital.
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Por su naturaleza digital es difícil de confiscar y supera los riesgos del transporte de oro.
El siguiente artículo fue proporcionado por DeCrypto.la, un mercado de criptomonedas basado en Latinoamérica. Con sede en Buenos Aires, Argentina, esta casa de cambio permite la compraventa de bitcoin y otras criptomonedas y tiene el objetivo de conectar los mundos tradicionales de los mercados financieros con los digitales.
En la era digital, prácticamente cualquier dato o información puede añadirse a la red. Esta facilidad de codificar en clave digital ha llegado a un extremo tal que, una vez algo está en el Internet, es muy poco probable que sostenga su unicidad. Una foto de un momento único puede ser replicada ad infinitum, haciendo difícil reconocer la original. En este entorno, la escasez era una quimera… Hasta bitcoin (BTC).
Cabe decir que esto ha afectado no solo la información, sino el valor que intercambiamos entre nosotros a través de la red. El dinero digital, en manos de bancos centrales y gobiernos del mundo también puede crearse infinitamente, generando inflación y empobrecimiento como efectos colaterales. Este tipo de medidas económicas son comunes a lo largo y ancho del mundo, aunque una prueba palpable y actual de sus terribles consecuencias es la hiperinflación en Venezuela.
Así, a medida que nuestras sociedades avanzan hacia la digitalización, las transacciones monetarias que hacemos son cada vez más a través de Internet y servicios digitales, dejando atrás el dinero efectivo en físico, y eliminando la idea de efectivo en general.
Dado que todo depende de terceras partes de confianza, a pesar de que pareciera que estamos moviendo nuestro dinero directamente, la realidad es que instituciones, proveedores de servicios y pagos son los que lo hacen por nosotros. No existe esa relación efectiva en el intercambio. En este contexto, resulta imposible realizar transacciones directas, entre pares. Estas autoridades controlan la emisión y deciden las reglas del juego según las que se gestionan estas operaciones.
Bitcoin puede ser entendido como oro digital por su escasez, dado que solo existirán 21 millones de bitcoins, así como por la dificultad que implica su obtención, a través de un proceso conocido como minería, en un símil con la actividad que permite la obtención de metales y minerales preciosos.
Sin embargo, es superior porque, siendo un activo nativo digital, sin intermediarios, ofrece la posibilidad de intercambiar valor a través de la red, pero directamente, sin terceros de confianza que certifiquen la autenticidad del oro o que validen los cupones sobre este, o que «actualicen nuestros estados de cuenta» en el sistema bancario actual.
Así, en el caso de que ciudadanos de distintos países decidieran establecer una relación de valor utilizando bitcoin, no hay una autoridad que pueda censurar esta operación, que se hace de manera efectiva entre dos usuarios, independientemente de su localización, ahorrando completamente los puntos con respecto al transporte y la certificación que podrían ocupar a los que comercian con oro.
Además, no hay una autoridad que certifique la autenticidad de ese oro, que, al ser intangible -digital-, obedece a otro tipo de normas. En el caso de Bitcoin, al ser una plataforma que ha conquistado un importante nivel de descentralización, son los nodos los que garantizan que se sigan respetando las reglas que permiten que los bitcoins sigan siendo escasos.
En este sentido, a pesar de sus similitudes como activo económico y su implementación como resguardo de valor (función aún en etapa inicial en el caso de bitcoin, pero mucho más establecida en el oro) la criptomoneda creada por Satoshi Nakamoto tiene varias mejoras, además de su escasez.
No necesita la comprobación de terceros de confianza, dejando esta tarea a los nodos de la red y a las reglas del consenso del software. Dado su naturaleza digital es difícil de confiscar, superando también los problemas del transporte de grandes cantidades de valor que enfrenta el oro, ampliando su radio de acción hasta donde tenga alcance el Internet, sin limitantes transfronterizas, ni sanciones internacionales.
Podríamos considerar que, dadas sus características compartidas con el oro, eventualmente más usuarios se darán cuenta de su valor. La comprobada escasez digital, programada para cumplir los fines del dinero es un elemento revolucionario que hace a bitcoin un activo potencialmente tan o más valioso que el oro.
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.