El presentador de Keiser Report, Max Keiser, dijo que el Príncipe de Arabia Saudí, Al Waleed Bin Talal, no “tendría los problemas que tiene de haber comprado bitcoin”, pues en este momento el emprendedor e inversionista miembro de la realeza se encuentra sin posibilidad de mover sus fondos, los cuales se encuentran congelados mientras permanece en el Hotel Ritz bajo arresto domiciliario.
De acuerdo a la opinión de Keiser, la situación financiera precaria que atraviesa el Príncipe Al Waleed es una ironía debido a recientes declaraciones negativas sobre el bitcoin, las cuales contribuyeron a un impacto negativo en el precio de la criptomonedas. «Disipó bitcoin y ahora le confiscaron sus riquezas», comenta el periodista.
Sin embargo, la versión oficial de las autoridades de Arabia Saudí es que las confiscaciones llevadas a cabo al Príncipe Alwaleed -árabe más rico del mundo- corresponden a una campaña de represión contra la corrupción llevada a cabo por el rey Salam bin Abdulaziz.
Es importante destacar que la confiscación por parte de las autoridades saudíes superó los 33 millones de dólares en activos, suma que constituye a su patrimonio neto, al menos para 2006. Hecho que de ser así, habría dejado al jeque que bañó su avión en oro cerca de la bancarrota.
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Las declaraciones de Alwaleed
Es menester recordar las declaraciones del Príncipe Al Waleed hace un par de semanas, cuando comparó a bitcoin con la extinta compañía Enron luego de decir que bitcoin implosionaría, pues no es regulado por ningún banco central.
Simplemente no tiene sentido. Esto no está regulado, no está bajo control, no está bajo la supervisión de ningún banco central… así que sólo no creo para nada en esto del bitcoin.
Príncipe Alwaleed
No es comprobable a ciencia cierta de las razones reales detrás de la detención de Al Waleed y al momento son pocos los detalles que se conocen sobre su estado. De hecho, solo se conoce que está durmiendo en un colchón inflable dentro del hotel, a la espera de nuevas acciones por parte de las autoridades competentes.
Los comentarios de Keiser vienen en un momento especialmente tenso para el ecosistema, pues no solo se ha generado una serie de dimes y diretes entre los miembros de las finanzas fiat sobre el futuro de bitcoin, sino que también se ha iniciado una especie de guerra entre los mineros que quieren adoptar la bifurcación y quienes no la apoyan.