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Baja correlación de bitcoin con otros activos lo convierte en reserva de valor real.
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Los inversionistas están perdiendo el miedo al carácter volátil de las criptomonedas.
El conflicto comercial entre Estados Unidos y China está haciendo evidente para grandes actores mundiales un hecho que, en países con economías inflacionarias, fue descubierto hace algún tiempo: Bitcoin puede ser eficiente como reserva de valor. La amenaza de una guerra de divisas en puerta, está llevando a muchos inversionistas a dirigir su mirada hacia las criptomonedas.
Este lunes presenciamos una escalada en el pugilato comercial entre los gobiernos de Washington y Pekín. La valoración del yuan chino frente al dólar estadounidense cayó a niveles no vistos en once años. Algunos entendidos señalaron que la caída de la moneda del gigante asiático fue producto de una manipulación, en represalia por los más recientes movimientos de Estados Unidos en su intercambio con China.
La secuencia de eventos de los últimos días deja claro cómo las decisiones tomadas desde posiciones de poder afectan de manera importante el valor del dinero. Donald Trump avanza hacia el choque comercial y anuncia nuevos aranceles de 10% (por un valor de USD 300.000 millones) para productos chinos. Xi Jinping responde hundiendo su moneda y hace que las bolsas de valores a nivel mundial se resientan fuertemente, especialmente Wall Street, que cayó cerca de 3% en su peor desempeño de 2019.
Analistas como Julian Evans-Pritchard, de la consultora Capital Economics, citado por la agencia Efe, creen que el hecho de que el Banco Popular de China “haya vinculado la depreciación con los aranceles, muestra que Pekín ha convertido la tasa de cambio en un arma”. Se instala la incertidumbre en los mercados mundiales ante una posible guerra de divisas.
En medio de este panorama, bitcoin se disparó más de USD 1.000 en un día. Evidentemente, muchos inversionistas corrieron a refugiarse en la principal criptomoneda del mercado, para evitar quedar en medio del “fuego cruzado”.
Pero este fenómeno no es nuevo. En economías donde las decisiones gubernamentales en materia económica han desencadenado procesos inflacionarios de envergadura, como Venezuela, se ha hecho común el uso de bitcoin como reserva de valor. La volatilidad del mercado de criptomonedas no ha representado, en este caso, una limitante para recurrir a estos activos como refugio.
Un reciente estudio de Digital Assets Data, encontró que en “países en desarrollo y lugares donde la política monetaria y los bancos son menos estables, el volumen de comercio de bitcoin siguió aumentando, incluso cuando el precio estaba bajando”. No obstante, una de sus revelaciones fue premonitoria del contexto actual. El informe señaló que aunque esto está ocurriendo hoy solo en economías pequeñas, “si hubiera inestabilidad en los países desarrollados (…) podría presentarse un aumento significativo en el interés por bitcoin”.
Más allá de esto, una cualidad fundamentalmente atrayente en bitcoin, es que su funcionamiento no está gobernado por persona o autoridad alguna. No hay un Trump o un Jinping que decida cuánto vale un bitcoin hoy. Las fuerzas del mercado son las encargadas de su valoración. En países devastados por la hiperinflación y la devaluación de su moneda, se ha entendido que la estructura descentralizada de Bitcoin brinda una importante protección frente las manipulaciones de los gobiernos. Precisamente la palabra manipulación es clave en esta circunstancia.
Muchos detractores insisten en que la volatilidad del precio de las criptomonedas las descalifica como refugio seguro de valor. Dave Balter, director ejecutivo de Flipside Crypto Inc. en Boston, dijo a Bloomberg que “para aquellos que acuden a bitcoin porque piensan que es un refugio seguro, el riesgo es que se despertarán un día y lo verán caer un 20% o se despertarán otro día y lo verán aumentar un 20%”.
Pese a ello, los hechos parecen indicar que los inversionistas están perdiendo el miedo al carácter volátil de la criptomoneda. Su baja correlación con los movimientos de precio de otros activos, también podría estar influyendo en que se presente como un refugio de valor real. En este contexto, en una hipotética guerra de divisas, es posible que bitcoin resulte el verdadero ganador.