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Recientemente se difundió que el ex CEO de Binance había pedido un indulto al mandatario.
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Las especulaciones añaden un matiz político a la compleja relación entre el exchange y el gobierno.
Recientemente se difundió un artículo que menciona el supuesto interés de la familia Trump en adquirir una participación de Binance US. El reportaje, publicado por The Wall Street Journal, señala que representantes de la empresa se habrían acercado a los aliados de Trump en 2024 para ofrecerles un posible acuerdo comercial.
Aunque el reportaje no especifica cómo la familia Trump tomaría una participación en la firma, se menciona que, de concretarse el acuerdo, podrían adquirirla a través de World Liberty Financial, una empresa de criptoactivos respaldada por ellos. Además, se destaca que Steve Witkoff, un viejo amigo del presidente y ahora su principal negociador en la guerra entre Ucrania y Rusia, participó en las conversaciones.
Al mismo tiempo, el medio informó que Changpeng Zhao, el mayor accionista de Binance, habría presionado al presidente para obtener un indulto. Cabe recordar que, después de pasar cuatro meses en prisión en 2023, Zhao se declaró culpable por violar los requisitos de prevención del lavado de dinero. La noticia ha generado controversia en diversas comunidades en línea, las cuales han protagonizado intensos debates en las últimas horas.
En un contexto en el que Trump ha regresado reconociendo las oportunidades de negocio y lucro que ofrecen los criptoactivos, muchos han comenzado a especular sobre las diversas posibilidades en las que su influencia podría extenderse, no solo sobre los pilares fundamentales de los mercados sino también sobre Binance y otras empresas de criptomonedas.
Sin embargo, Zhao recurrió a su cuenta de X para señalar que el artículo de The Wall Street Journal contiene afirmaciones incorrectas. Aseguró que más de 20 personas le informaron que habían sido consultadas por el medio, así como por otras fuentes, acerca de si había alcanzado algún acuerdo para obtener un indulto. En esencia, el ex CEO de Binance sostuvo que los medios contactaron a cientos de personas con el fin de «crear una historia». En este sentido, Zhao afirmó: «No he tenido ninguna conversación sobre un acuerdo con la filial estadounidense de Binance».
El empresario también afirmó que «el artículo está impulsado por un ataque al presidente y a las criptomonedas, y que las fuerzas remanentes de la ‘guerra contra el sector’ de la administración anterior siguen operando». Por último, subrayó que siempre está dispuesto a contribuir para que los criptoactivos crezcan en todo el mundo, tanto en EE. UU. como en el resto del planeta.
Al menos en lo que respecta al posible indulto, el tema parece zanjado —si creemos en las palabras de Zhao—. En otro post, CZ arremetió contra Bloomberg y aclaró que ni él ni Binance tienen acuerdos de negocios con la organización World Liberty Financial, ni han adquirido alguno de sus tokens. Sin embargo, las dudas surgen cuando se observa que el exdirectivo de Binance no abordó las supuestas conversaciones entre la familia Trump y representantes del exchange. Es importante recordar que, desde que CZ renunció como CEO, en el marco de un acuerdo entre la empresa y las autoridades estadounidenses, el magnate ya no está involucrado en las operaciones diarias de la compañía.
Un escenario tan intrigante como conjetural
¿Y si consideramos, por un momento, que ya se han dado conversaciones entre Binance y la familia Trump? En lo que a mí respecta, cuando el río suena es porque piedras trae. De confirmarse más adelante en un giro inesperado de los acontecimientos, este movimiento sería una jugada financiera estratégica que no solo les permitiría a los Trump diversificar su portafolio de inversiones, sino también consolidar su influencia en un sector que el actual presidente ha defendido desde que lanzó su campaña para las elecciones.
Desde una perspectiva financiera, Binance, como el exchange de criptomonedas más grande de la industria, brinda acceso directo a un mercado global en constante crecimiento, lo que podría generar un retorno significativo sobre la inversión. Sin embargo, más allá del aspecto económico, una alianza entre la familia Trump y la empresa ampliaría aún más su red de contactos y esto no es poca cosa, considerando que ahora mismo el debate sobre la regulación de las criptomonedas no deja de ganar protagonismo en EE. UU. De hecho, la carrera por las reservas estratégicas dentro del país sigue su curso, lo que por supuesto implica la elaboración constante de nuevos marcos regulatorios. Ahora mismo hay unos 20 proyectos de ley, presentados en su mayoría entre enero y febrero, los cuales están estancados en las primeras fases.
Donald Trump ha demostrado ser un político hábil para capitalizar tendencias emergentes y movilizar tanto a su base como a nuevos votantes. Un claro ejemplo de ello es su cambio de postura hacia el sector de los criptoactivos, dejando atrás la visión escéptica que tuvo en el pasado. Si la familia Trump llegara a involucrarse en Binance US, su influencia en la regulación y el futuro desarrollo de las criptomonedas podría crecer de forma notable.
Este punto merece ser analizado desde ambas perspectivas. Algunos celebrarán con entusiasmo y destacarán el cambio de enfoque que muchas agencias gubernamentales han adoptado recientemente, como es el caso de la SEC. Sin embargo, por más que el presidente insista en su intención de convertir a Estados Unidos en «la capital cripto del mundo», no deja de ser un político.
Si bien no sería justo negar que ha cumplido con varios de sus compromisos de campaña, más de 2.000 años de historia, desde que el Senado romano dejó de ser un órgano meramente consultivo para asumir el control de la antigua República, allá por el 509 a. C., nos han enseñado una lección clara: los políticos, antes que nada, administran para sí mismos. Si luego queda algo, entonces pueden pensar en los demás. Esta regla muy rara vez no se cumple.
Y sí, este escenario podría generar tensiones dentro del mercado, especialmente entre los defensores de la descentralización, quienes ven con preocupación cualquier intento de injerencia política en el ecosistema. La participación de figuras con un peso considerable en la política estadounidense también podría interpretarse como una amenaza al principio de autonomía que ha sido clave en el crecimiento del sector desde sus inicios.
Más allá de las especulaciones y los desmentidos, la posible relación entre la familia Trump y Binance refleja una realidad ineludible: la creciente intersección entre la política y las criptomonedas. Independientemente de cómo se desarrollen los acontecimientos, proyectos como bitcoin y ether (ETH) ya no son fenómenos aislados ni ajenos a las dinámicas de poder tradicionales. A medida que los gobiernos y los actores políticos aumentan su interés en este sector, será clave observar no solo los movimientos estratégicos de sus figuras, sino también las reacciones de la comunidad y el impacto en materia regulatoria. La pregunta ya no es si la política intervendrá en el ecosistema, sino hasta qué punto lo hará y con qué consecuencias.
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