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El hallazgo no fue bien visto entre los usuarios del navegador.
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La polémica se pudo evitar con un simple aviso sobre el uso de esos enlaces.
Este fin de semana, se ha dado conocer que el navegador Brave tiene integrados enlaces de referidos de manera predeterminada para obtener ganancias en diversos sitios web dedicados a las criptomonedas. Esto pone de relieve, no solo una falta a los principios que promueve Brave, sino la importancia de la participación de las comunidades —y en particular de personas con conocimientos técnicos— para comprobar los productos que ofrecen las empresas.
La novedad comenzó a hacer eco en la comunidad este sábado 6 de junio, cuando en Twitter diversos usuarios fueron publicando sus hallazgos de enlaces de este tipo en el código de Brave, como reseñó CriptoNoticias.
En principio, no hay ningún problema con esto. Brave no es una organización benéfica, ni se dedica a la caridad. Es un negocio, y como tal debe buscar beneficio económico por el producto que ofrece a sus usuarios. Y el uso de enlaces de referidos es tan legítimo como ofrecer publicidad, por ejemplo.
La razón que no tiene muy contentos a algunos de sus usuarios, sin embargo, es de otra naturaleza. No se cuestiona tanto el qué —el uso de los mencionados enlaces de referidos—, sino el cómo: de manera oculta, sin un anuncio, y en perfecto contraste con los “valores” que alegan defenderse en Brave.
“Retoma el control con Brave”, es uno de los lemas que podemos ver en la página de presentación del navegador en su sitio web. Y el mensaje está, además, en las letras más grandes y coloridas que se ven en esa página.
La misma página muestra entre sus justificaciones una reflexión sobre las prácticas comunes en Internet y cómo estas afectan a los usuarios: “El acceso a su actividad y datos web se vende al mejor postor. Los gigantes de Internet se enriquecen, mientras que los editores cierran. Y todo el sistema está plagado de fraude publicitario”.
¿No es un fraude publicitario redireccionar a los usuarios a tus propios enlaces de referidos, que te pueden generar beneficios económicos, escudándote detrás del poder que tienes como navegador usado por miles de personas? Para algunos de los usuarios que se quejan del hallazgo, sin duda lo es.
La respuesta fue peor que el hallazgo: “es sólo Binance”
Brendan Eich, cofundador y CEO de Brave, salió en defensa de su empresa ante la ola de quejas en redes sociales. Pero su respuesta, lejos de mejorar la imagen de Brave ante lo ocurrido, los deja peor parados.
Especialmente, porque sus palabras pusieron en relieve el carácter oculto del uso de esos enlaces y su escasa intención de rectificación. Eich alegó que el suceso se trató de un simple error en formularios de autocompletado asociados a un plugin de intercambio de Binance, integrado por Brave este mismo año.
Pero Eich omitió convenientemente que ese “error” asociado a Binance, en realidad incluye otros sitios que forman parte del entorno de las criptomonedas. Particularmente, usuarios han presentado pruebas de la existencia de enlaces de referidos para los sitios de la casa de cambio Coinbase, además de los proveedores de monederos fríos Trezor y Ledger.
Es decir, que su respuesta no solo no responde al problema real, sino que además intenta ocultar lo común de esa práctica, según muestran los diversos mensajes publicados en Twitter.
Como defensa, Eich postuló que Brave busca sostener o “construir un negocio viable que ponga a los usuarios en primer lugar”, en referencia al modelo de recompensar a esos mismos usuarios con la repartición del token BAT, o Basic Attention Token.
Pero, ¿y el asunto de los enlaces de referidos? ¿Cómo entra esa práctica, además oculta, en su negocio? ¿Dónde queda la “toma de control” del usuario, según el postulado filosófico de Brave?
¿Y si se informaba a los usuarios?
Como ya he dicho, el problema no es el qué, sino el cómo. ¿Está mal usar enlaces de referidos para generar ingresos y así mantener a flote un negocio? Para nada. De hecho, es una fuente respetable de ingresos, tomando en cuenta que quienes lo suelen hacer incluyen esos enlaces en contenidos de provecho para sus usuarios.
Sobre todo, porque los usuarios están al tanto de que, si ingresan al sitio lo están haciendo a través de un enlace de referidos. Además, saben lo que eso significa, porque el creador lo notifica, o al menos esa es la práctica más responsable que puede haber en este tipo de casos.
Es como que un especialista en deportes empiece a recomendar una marca de zapatos como “la mejor para correr”. Si lo hace porque en efecto usa esa marca y le parecen los mejores zapatos, es honesto. Pero si lo hace con fines publicitarios y lo muestra como una recomendación personal y desinteresada, deja de serlo.
En definitiva, el caso de Brave se pudo haber resuelto muy fácilmente, con algo tan sencillo como una notificación a sus usuarios, los comunes disclaimer o descargos de responsabilidad.
Un mensaje que alegara que este navegador incluye enlaces de referidos a sitios de criptomonedas, como una forma de mantener el esquema de negocio y tener a flote el desarrollo del producto, podría haber cumplido con esa necesidad de informar.
Brave no solo perdió esa oportunidad. Cuando pudo responder satisfactoriamente, su CEO utilizó excusas y siguió ocultando información a sus usuarios. Esa actitud hace preguntarse si no habrá otras cosas ocultas en el código de Brave. Aunque está abierto, ese código igual contenía el secreto de los enlaces de referidos. Por eso, la participación de la comunidad y las auditorías de código son tan importantes. No basta con que un proyecto sea de código abierto. ¿Confiamos ciegamente en esas empresas como para no verificar que sus códigos contienen lo que dicen?
Incluso si se quita importancia al incidente, este hallazgo sienta un mal precedente con el navegador. En definitiva, algunos podrían alegar que prefieren posturas más frontales, aunque cuestionadas, como las de Google.
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.