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El director de la agencia, Peter Alexander, afirma que existen otras tecnologías más efectivas.
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La investigación de la agencia ve dificultades por la naturaleza anónima de la tecnología.
Luego de recibir 700.000 dólares australianos (casi 500.000 dólares americanos) para realizar una investigación sobre los beneficios y posibles aplicaciones gubernamentales de la tecnología blockchain, la Agencia de Transformación Digital (DTA) de Australia emite conclusiones preliminares que señalan que esta tecnología no es tan efectiva como se promociona.
De acuerdo a las declaraciones ofrecidas por el director digital de la DTA, Peter Alexander, durante una audiencia realizada este 23 de octubre ante el Senado de ese país, los primeros resultados de la investigación han permitido determinar que la cadena de bloques se encuentra en lo más alto de un ciclo de promoción y es menos efectiva que otras tecnologías existentes, en la prestación de servicios gubernamentales.
Blockchain es una tecnología interesante que bien vale la pena observar, pero, sin estandarización y mucho más trabajo, por cada uso de blockchain hoy en día, hay una mejor tecnología (…) Es interesante, pero está en los inicios de su desarrollo. Está en la cima de un ciclo de bombo. Gran parte del compromiso [con organismos gubernamentales de Australia] está en comparar a la blockchain con las tecnologías existentes.
Peter Alexander
Director Digital
Según Alexander, las grandes empresas del área tecnológica son las que están dándole mayor publicidad a la cadena de bloques. Por ello, considera que su promoción es exagerada, desestimando tales recomendaciones porque no provienen de los gobiernos o los usuarios.
Por otra parte, para el director de la DTA es necesario que la tecnología blockchain se estandarice, a fin de evitar el riesgo de que se vuelva fragmentada. Cree, por tanto, que su potencial de uso crecerá en la medida en que esto suceda.
En ese sentido, la Agencia de Transformación Digital observa dificultades en la implementación de la cadena de bloques en los organismos gubernamentales, debido a su naturaleza psuedoanónima. Esto, a su juicio, la hace útil en entornos de baja confianza, pero se opone al interés de las entidades del gobierno australiano, que quieren conocer a sus usuarios para “darles un servicio personalizado”.
Estas son algunas de las ideas expuestas ante el senado australiano, como parte de los resultados de la investigación encargada al organismo en mayo pasado. Para esa fecha, se informó sobre la asignación presupuestaria de 700.000 AUD, los cuales han sido utilizados para el pago a los miembros del personal que trabajan en el proyecto, según Alexander.
El objetivo del estudio es impulsar la investigación y exploración de la tecnología blockchain y las maneras en que puede ser utilizada para optimizar los servicios gubernamentales, simplificándolos y haciéndolos más rápidos.
Organismos australianos se interesan por blockchain
A pesar de que la DTA pareciera no estar muy entusiasmada por la tecnología de contabilidad distribuida, varios organismos gubernamentales de Australia adelantan proyectos basados en la cadena de bloques. Como ejemplos, la agencia cita los análisis que efectúan algunos organismos estatales para evaluar su uso en liquidaciones y pagos y en el manejo de la provisión de alimentos a través del programa Centrelink.
En ese sentido, también el Departamento de Asuntos Internos del Gobierno de Australia propuso, en mayo, utilizar la tecnología blockchain para mejorar la gestión gubernamental en los procesos de la cadena de suministro de su gestión de comercio internacional.
A nivel privado, la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Mancomunidad planifica el lanzamiento de la nueva Australian National Blockchain (ANB), mediante la cual se automatizarán una serie de transacciones, de acuerdo a términos legales predefinidos, y se otorgará rango legal a los contratos inteligentes.
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