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Dos mineros venezolanos expresaron su angustia por no poder operar en el país caribeño.
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Ya hay mineros venezolanos que han tenido que vender sus equipos.
Las tarifas de transacción en la red Bitcoin, así como las ganancias por minar la criptomoneda, han aumentado notablemente en las últimas horas.
El hashprice, que es la recompensa esperada por los mineros por ejercer la actividad, llegó el lunes a los USD 128 por cada petahash (PH) invertido en la red, según los datos de Hashrate Index. Todo esto, debido a la enorme congestión del protocolo.
Se trata de una cifra no vista en casi un año y que para la comunidad minera es una situación digna de celebración. Lo anterior, considerando las bajas recompensas obtenidas por estos operadores durante gran parte del 2022, en el marco del criptoinvierno que predominó ese año. En ese entonces, las ganancias llegaron a descender a los USD 55 por cada PH puesto a la orden de Bitcoin.
Pero esta celebración no llega a Venezuela. Es más, el país caribeño, uno de los aportadores de hashrate de Bitcoin más importantes de la región latinoamericana, pasa desapercibido. Y es que, desde hace más de dos meses, el gobierno restringió las actividades de minería de Bitcoin en esa nación.
El motivo de la restricción es un caso de corrupción, llamado “Pdvsa-Cripto”, donde estuvo incurso el organismo regulador del ecosistema de criptomonedas en Venezuela: la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip).
Por la participación en la trama de corrupción del exjefe de la Sunacrip, Joselit Ramírez, el gobierno ordenó la reestructuración de la Sunacrip. Como daño colateral se ordenó la desconexión temporal y la fiscalización de las granjas de minería de Bitcoin que operan bajo la autorización de esa entidad.
“Nos preocupa no poder producir”
Alexander Castrillón, el director ejecutivo de Coin Markets, una empresa dedicada a la fabricación de containers de minería de Bitcoin, manifestó a CriptoNoticias su angustia por no poder aprovechar el alza en las tarifas de transacción que hay actualmente en Bitcoin, debido a la situación con Sunacrip.
Según los datos ofrecidos por Mempool.space, las comisiones de transacción en la red Bitcoin superaron los USD 20 entre el domingo 7 de mayo y el lunes 8.
Este es un número no visto en varios años y que demuestra el enorme atascamiento que sigue teniendo el protocolo descentralizado. Ese mismo servicio contabilizó más de 500 mil transacciones a la espera de ser confirmadas por los mineros de Bitcoin al cierre del lunes.
En ese sentido y considerando que las tarifas de transacción son parte importante de las recompensas por minar Bitcoin, Alexander Castrillón insistió en que ven con preocupación el hecho de no poder operar. “Estamos afectados y afectando también muchos puestos de trabajo directos”, señaló.
Castrillón forma parte de la lista de los empresarios del sector minero venezolano que no pueden operar y que, en conjunto, suman más de 75.000 equipos apagados desde hace más de 60 días. Una pérdida mensual de más de USD 11 millones, hasta abril de 2023.
Alexis Lugo, minero venezolano y CEO de la empresa Criptoneros, coincidió con Castrillón en que “es una lástima” que los operadores del país suramericano no se estén beneficiando del congestionamiento actual de la red Bitcoin.
En declaraciones a este medio, el minero, quien también es el vicepresidente de la Cámara Venezolana de Empresas Criptofinancieras (Cavemcrip), recriminó que por la reestructuración de Sunacrip, los operadores están perdiendo “una buena ganancia”.
“Sobre todo, viendo que muchos trabajan en Venezuela con equipos de minería de baja gama”, añadió.
Para Lugo, la razón del congestionamiento de la red Bitcoin, que se vincula a la inscripción masiva de tokens BRC-20 a través del protocolo Ordinals, no es convincente. Sugiere que la situación “se está saliendo de las manos” y que todo apunta más bien a “un ataque a la red”.
Situación de los mineros venezolanos va más allá de las pérdidas
De acuerdo con Lugo, la situación de los mineros venezolanos no solo se enfoca en las pérdidas actuales, por no poder aprovechar el congestionamiento de Bitcoin. Eso va “más allá” e impacta directamente sobre el negocio de la minería en Venezuela en general, afirmó.
Según Lugo, ya hay mineros venezolanos que están perdiendo bastante dinero y que, por esa razón, han tenido que vender sus equipos de minería de Bitcoin “porque la situación es insostenible”.
“Ya muchas personas están vendiendo su parque tecnológico para recuperar la inversión y esperar. O venden para recuperar la inversión e irse del país. Porque no es secreto que en América Latina hay otros países que, aunque no son tan buenos en términos de costos eléctricos, sí lo son en cuanto a regulación y en cómo comenzar una operación minera sin tanta burocracia”.
Alexis Lugo, CEO de Criptoneros.
Lugo alerta que, en Venezuela, el sentimiento de los mineros en general “es muy negativo, es bastante gris, incluso tirando a oscuro”. Lo anterior, debido a la incertidumbre que existe en el sector.
Por tal motivo, llamó a la tranquilidad y a la organización de los mineros venezolanos. Sugiere que es una forma de hacer presión ante el Estado y obtener la claridad regulatoria que necesitan.
“Los mineros minamos por desarrollar el ecosistema en Venezuela, por abrir puestos de trabajo. Sé que es difícil, pero no declinen”, concluyó.