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Mineros que operan en Estados Unidos aportan la mayor cantidad de hashrate.
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Bitmain y MicroBT podrían vender sus ASIC en regiones sin tarifas, en lugar de hacerlo en EE. UU.
Las recientes tarifas impuestas por el gobierno de Donald Trump a productos importados desde China, han encendido las alarmas en el ecosistema de la minería de Bitcoin (BTC). Estas medidas impactan directamente a los equipos ASIC, dispositivos hardware empleados por mineros de Bitcoin para la para mantener la seguridad de la red.
Actores de la industria, como Jaran Mellerud, CEO de la empresa tecnológica dedicada a la minería de Bitcoin, Hashlabs, y Ethan Vera, director de operaciones del pool de minería Luxor, han analizado las posibles consecuencias de esta política, que podría transformar el panorama global de la minería.
Redistribución global del hashrate y oportunidades fuera de EE. UU.
Actualmente, los mineros que operan en Estados Unidos mantienen el 36% del poder de cómputo total aportado a la red Bitcoin, según estimaciones de Hashrate Index. Ese porcentaje de hashrate posiciona a EE. UU. como la región ‘poderosa’ en la red Bitcoin.
Uno de los efectos más intrigantes de las tarifas, según Mellerud, podría ser una redistribución del hashrate de Bitcoin a nivel global. Con la demanda de equipos en EE. UU. desplomándose «probablemente cerca de cero», conforme a sus palabras, los fabricantes enfrentarán un exceso de inventario originalmente destinado al mercado estadounidense.
Para liquidar ese excedente, empresas líderes en producción de ASIC como Bitmain, MicroBT y Canaan, podrían reducir precios y redirigir su oferta a regiones sin aranceles. «Mientras los precios de las máquinas suben en EE. UU., podrían paradójicamente bajar en el resto del mundo», sostiene.
«A largo plazo, esto podría llevar a un paisaje minero más diverso geográficamente, con la dominancia de EE. UU. disminuyendo», proyecta Mellerud. Aunque EE. UU. seguirá siendo un actor importante, su crecimiento podría estancarse, abriendo la puerta a una expansión más acelerada en otras regiones que operen sin tarifas, analizó el directivo de Hashlabs.
Desde Luxor, Vera coincide en que las tarifas alterarán el equilibrio competitivo: «Esto es un gran impacto para la industria minera estadounidense. Será difícil competir con países que no tengan que pagar esas tarifas».
Mellerud advierte que, incluso si las tarifas se revierten en unos meses, «el daño ya está hecho». «Pocos se sentirán cómodos haciendo grandes inversiones cuando variables críticas pueden cambiar de la noche a la mañana», argumenta.
En una industria tan intensiva en capital como la minería de Bitcoin, la estabilidad regulatoria y económica es esencial, y las últimas políticas de Trump han sembrado dudas entre los inversores.
El impacto en los costos y la competitividad de EE. UU.
Jaran Mellerud puso el foco en cómo las tarifas incrementan significativamente el precio de los equipos de minería en Estados Unidos. En un cálculo realizado por el ejecutivo, un equipo ASIC que originalmente cuesta USD 1.000 podría pasar a valer USD 1.240 en el mercado estadounidense debido a un arancel del 24%, mientras que, en países como Finlandia, libres de estas tarifas, el costo se mantendría sin cambios.
“En una industria tan sensible a los costos como la minería de Bitcoin, un aumento del 24% (SIC) en el precio de las máquinas puede hacer que las operaciones sean financieramente insostenibles”.
Jaran Mellerud, CEO de Hashlabs.
No obstante, las estimaciones de Mellerud no contemplaron el reciente anuncio de Trump de aumentar los aranceles a productos chinos a 125%, lo que incrementaría el costo de los ASIC en EE. UU. a más del doble que en otras regiones. Estas medidas entraron en vigor hoy, 9 de abril.
Sumado a ello, como lo explicó CriptoNoticias, esas tarifas no solo se aplicarían a los equipos enviados directamente desde China, sino también a aquellos cuya empresa que los diseña tengan origen en ese país, ampliando el alcance del impacto a productos ensamblados en otras regiones.
En adición, las medidas arancelarias llegan en un momento delicado para la industria. Con el hashprice (el ingreso diario en dólares por unidad de hash) tocando el nivel más bajo de los últimos siete meses, de acuerdo con datos de Braiins, los márgenes de ganancia ya son ajustados.
Como resultado, los mineros estadounidenses enfrentan un dilema: absorber los costos adicionales o reducir sus planes de crecimiento, lo que podría debilitar la posición dominante de EE. UU. en la minería de Bitcoin.
Una carrera contra el tiempo para mitigar el daño
Ante la inminencia de los aranceles, desde el sitio Blockspace aseguran que compañías mineras de EE. UU. han invertido entre «2 y 3.5 millones de dólares en vuelos chárter» para trasladar equipos desde el sudeste asiático a EE. UU. antes de que los aranceles entraran en vigor.
Esa estrategia, aunque costosa, busca asegurar el suministro de hardware a corto plazo, pero no resuelve el problema estructural que las tarifas representan a mediano y largo plazo.
No obstante, en cuanto a esa contingencia, Ethan Vera considera que el accionar de los mineros de EE. UU. no fue el más apropiado:
«Es un completo desbarajuste… los mineros no han sido muy proactivos aquí. No han anticipado necesariamente los pedidos ni los han traído a EE. UU.”
Ethan Vera, director de operaciones de Luxor.
En última instancia, y como otra posible consecuencia de los aranceles impuestos por Trump a China, CriptoNoticias también notificó que esas medidas pueden afectar a los mineros de menor o mediana escala. Dado su nivel de operaciones y estructuras, el aumento de los costos producto de las tarifas les complicaría seguir operando.