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La versión 2 de Stratum propone solucionar vulnerabilidades en la primera iteración.
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StratumV2 hace más eficiente la minería, aumentando la rentabilidad.
Desde hace una semana, se reanimó la discusión sobre un desarrollo que podría cambiar la forma en que se mina Bitcoin. Se trata de Stratum V2, la versión más reciente de un protocolo que lleva mucho tiempo —desde 2012— usándose en la minería de Bitcoin.
La nueva versión de Stratum tiene como principales desarrolladores a Pavel Moravec y Jan Čapek. Se presentó en 2019, pero recién estuvo disponible al público en 2022. Hasta fines de noviembre de 2023, solo un pool, Braiins, la usaba a nivel de firmware. Sin embargo, las virtudes de este software pueden hacer que su uso se popularice de ahora en más, tras su adopción por parte de los pools Ocean y Demand.
Una de las principales ventajas de Stratum V2 para los mineros es que incrementa la eficiencia al minar. Como consecuencia, se reducen los requerimientos de hardware para conseguir rentabilidad en comparación con los mineros que utilizan Stratum V1.
En otras palabras, un mismo ASIC de minería puede ser más rentable con la nueva versión del protocolo. Al permitir una transferencia de datos más eficiente, se potencia el rendimiento del dispositivo y, por ende, aumentan su hashrate efectivo (y la probabilidad de minar un bloque, en caso de tratarse de un minero solitario).
Esta mejora en el rendimiento se consigue, por ejemplo, almacenando datos como el Árbol de Merkle de los bloques en el caché. De esta manera, el minero no tiene que volver a calcular la raíz al comenzar a trabajar en un bloque.
Pagos directos a los mineros
Una modificación que incide directamente en los pagos a los mineros con Stratum V2 es la transferencia directa a la wallet del minero. Es decir, que los bitcoins nuevos pasan desde la transacción coinbase, donde se generan, a la wallet del minero, sin tener al pool como intermediador entre las partes.
Ese modelo, donde existe un mediador, es el que se usa con Stratum V1, en el que los pools se encargan de distribuir las ganancias a los mineros, con la posibilidad de cobrar una comisión por ello. Ahora, con Stratum V2, el pool solo provee las direcciones de los mineros participantes para que el pago se haga de manera directa.
Es importante saber que esto no es así en todos los casos. Por ejemplo, Ocean, el pool que el desarrollador Luke Dashjr presentó recientemente, aclara en su sitio web que Ocean construye los bloques de modo que los mineros reciban su pago desde la transacción coinbase «siempre que sea posible». El rol de Ocean es «asegurar que las recompensas se dividan de forma correcta» entre los mineros del pool, detallan.
Otros cambios en Stratum V2
Por otra parte, usar la versión antigua de Stratum, es decir la V1, reduce la injerencia del minero en el armado de los bloques que mina. Se debe a que la nueva iteración del protocolo permite a cada minero elegir qué transacciones incluirá en un bloque, en lugar de simplemente aportar su hashrate y dejar que el pool al que pertenece decida todo por su cuenta.
«Antes de Stratum V2, los pools seleccionaban los conjuntos de transacciones. Con SV2, los seleccionan mineros individuales, lo que hace que la red sea más resistente a la censura. (…) Los mineros pueden elegir sus transacciones localmente y declararlas a un pool SV2», se explica en el sitio web de Stratum.
Cabe aclarar que esa selección varía según la configuración elegida. Por ejemplo, al usar un proxy de traducción, que traduce los mensajes de Stratum V1 a Stratum V2 y los envía al pool SV2, lo que permite utilizar SV2 incluso ejecutando el firmware SV1. «En esta configuración, la selección de transacciones la realiza el grupo», aclaran en el sitio de Stratum, aunque hay configuraciones alternativas que sí permiten la selección local de transacciones.
En el plano comunicacional entre mineros y pools, Stratum V1 demandaba una conexión por cada minero para el intercambio de datos y mensajes con el pool. Stratum V2 usa un mecanismo llamado multiplexing para habilitar el envío de múltiples señales a partir de un solo canal de comunicación. De nuevo, esto hace a un menor consumo de recursos por parte de los mineros.
Tal mejora en el proceso de comunicaciones trae varias ventajas, como se ha descrito en publicaciones previas de CriptoNoticias. Entre ellas, permite reducir la posibilidad de minar un bloque vacío y da lugar a adelantar trabajo para futuros bloques, ya que se cuenta con varias vías de comunicación bidireccional entre el pool y los mineros.
Mejoras de seguridad para los mineros de Bitcoin
Como se destaca en el sitio web del pool de minería de Bitcoin Demand, uno de los dos que adoptó Stratum V2 la semana pasada, el nuevo software es más seguro que su predecesor. Lo mismo se afirma en el sitio oficial del software, donde se detalla que Stratum V2 usa encriptación por defecto y emplea el protocolo de autenticación NOISE.
En un estudio publicado en 2017, los investigadores Rubén Recabarren y Bogdan Carbunar concluyeron que «la falta de seguridad en Stratum hace que los mineros sean vulnerables a una serie de ataques pasivos y activos que exponen a sus propietarios al hackeo, robo de monedas y equipos, pérdida de ingresos y persecución legal».
Para probar la seguridad del protocolo, introdujeron diversos tipos de ataques computacionales, como ataques StraTap e ISPLog, que deducen las ganancias de los mineros si se les da acceso a las comunicaciones de los mineros o incluso a sus registros. También dicen haber intentado con BiteCoin, «un ataque activo que secuestra las participaciones enviadas por los mineros y sus pagos asociados». Todo los llevó a concluir que la encriptación en Stratum es «indeseable e ineficiente», algo que la versión nueva promete reparar.