-
La red de Bitcoin usa menos energía que Google, YouTube o Facebook.
-
Para la analista los medios dan informes sensacionalistas por su desconocimiento de Bitcoin.
La analista y estratega financiera, Lyn Alden, da un nuevo paso al frente en contra de las críticas a Bitcoin, presentando un informe en el cual estima que la minería de criptomonedas usa menos el 0,1% de la energía global
Para Lyn, que también es ingeniera eléctrica, esta cifra significa que el gasto energético de Bitcoin no es tan alto como se piensa, por lo que no representa ningún problema mundial.
Indica además que –a su juicio– por diseño la blockchain «no puede usar más energía que la utilidad que brinda a los usuarios», que suman alrededor de 100 millones de personas.
En el informe publicado esta semana en su blog Alden determina el porcentaje de gasto con base en los mismos datos presentados por la Universidad de Cambridge, que también han sido utilizados para criticar el gasto energético de la red.
Los investigadores de la casa de estudios inglesa calculan la tasa máxima anualizada de gasto de Bitcoin en menos de 95 TWh, de acuerdo a los datos vistos al momento de esta redacción.
Dado que el mundo utiliza más de 170.000 TWh de energía al año, eso significa que toda la red de Bitcoin, en su nivel de consumo máximo estimado, utiliza menos del 0,1% del consumo energético mundial. Eso es para una red con más de 100 millones de usuarios estimados.
Lyn Alden, analista y estratega financiera.
El porcentaje de consumo energético global de la blockchain, estimado por la analista, no difiere mucho de los cálculos que han presentado algunas otras figuras y firmas dentro del ecosistema.
Al respecto, Nic Carter, cofundador y presidente de la Junta Directiva de Coin Metrics afirmó recientemente que los mineros emplean anualmente alrededor de 0,26% de la electricidad mundial, y 0,11% de la producción de energía mundial.
Incluso la misma Universidad de Cambridge señaló en 2019 que Bitcoin tan solo representaba el 0,27% del consumo eléctrico del planeta. CriptoNoticias también reportó las declaraciones de Galaxy Digital, las cuales apuntan que los bancos y los sistemas de producción de oro consumen el doble de energía que Bitcoin.
No obstante, sea cual sea el nivel de consumo de electricidad de Bitcoin, Lyn considera que se trata de un gasto totalmente necesario que deriva en una mayor seguridad. Esto es así porque cuanta más energía utiliza la cadena de bloques más segura es contra la mayoría de los diferentes tipos de ataques.
Muchas de las pequeñas cadenas de bloques que no son de Bitcoin han sido víctimas de ataques del 51%, donde una sola entidad obtiene el control temporal o permanente de más del 51% de la potencia de procesamiento en la red, y utiliza esa mayoría de la potencia de procesamiento para reorganizar bloques y realizar transacciones de doble gasto.
Los beneficios de Bitcoin superan el costo energético
Tomando en cuenta la seguridad que gana la red gracias a su consumo energético, Alden también evalúa las incidencias de este gasto. Esto, en función del crecimiento de Bitcoin y los beneficios que traería su uso a más largo plazo.
Piensa así que, si la red tiene éxito y supera los 100 millones de usuarios (duplicando o triplicando su actual capitalización de mercado), el consumo energético solo debería alcanzar varias décimas por encima del 1% del uso global de energía. Por el contrario, si la red no crece mucho respecto a los niveles actuales, su uso de energía se estancará y se reducirá a casi 0%.
De esta forma, para Alden, el consumo de energía de Bitcoin nunca excederá su utilidad a largo plazo (sin importar cuán alta o baja termine siendo esa utilidad).
Menciona además la comparación que se viene tomando como referente para cuestionar el gasto energético de la blockchain, según la cual Bitcoin usa más energía que algunos países.
«Eso es cierto», dice Lyn, «pero también lo hacen Google, YouTube, Netflix, Facebook, Amazon, la industria de los cruceros, las luces navideñas, las secadoras domésticas, los jets privados, la industria del zinc y básicamente cualquier otra plataforma o industria considerable».
Campaña sensacionalista y el desconocimiento de Bitcoin
A lo largo de su artículo, la analista rebate la matriz de opinión según la cual Bitcoin usa demasiada energía, no hace un uso eficiente de ella, o puede llegar a ocasionar un desastre climático, como se cree en casos extremos.
Lyn contradice estas ideas señalando que todas las críticas forman parte de una campaña mediática sensacionalista, que se aprovecha del desconocimiento tanto del público como de muchos periodistas.
Muestra casos de noticias apocalípticas que predicen que el consumo energético de Bitcoin acabará con la energía del planeta.
En el gráfico siguiente, por ejemplo, se ve la captura de una publicación en el periódico Tech & Science, que en noviembre de 2017 anunciaba que «Bitcoin consumiría toda la energía del mundo para 2020». Algo que «bueno, aquí en 2021, obviamente sabemos que no sucedió», comenta Lyn.
Alden agrega en su escrito que, a pesar de que el uso de energía de Bitcoin es casi irrelevante a nivel global, esos errores de cálculo se siguen publicando en los medios de comunicación. «¿Cómo pueden los periodistas cometer errores tan grandes?», se pregunta.
La respuesta, según Lyn, es que a menudo todo se reduce a que la gente no comprende el proceso de crecimiento por el que atraviesa la red, y es más fácil «sensacionalizar» las cosas para obtener vistas de página o ganancias políticas.
En ese sentido, afirma que Bitcoin no está tratando de ser la red de pago más barata, «aunque en muchos contextos puede serlo», sino que está tratando de ser una red de pago con un activo descentralizado que facilita a las personas el intercambio de dinero entre pares, sin custodia, sin censura y sin fronteras geográficas. «Y durante 13 años lo ha logrado».
Desde una perspectiva de ingeniería, el uso de energía de Bitcoin no es un problema cuando realmente ejecuta los números, pero se necesita comprender cómo funciona para calcularlo correctamente y comprender cuáles son las compensaciones si se utiliza un enfoque diferente al de los usos de Bitcoin.
Lyn Alden, analista y estratega financiera.