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Para los jueces, la demanda energética atenta contra el bien público y las metas medioambientales.
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Bitcoin ofrece beneficios tangibles a las personas y por eso no es un "desperdicio de recursos".
Algunas autoridades de diversas partes del mundo se oponen férreamente a Bitcoin y a las actividades vinculadas con esta red. Para fundamentar su postura, apelan a argumentos que ya se han escuchado, como el consumo energético que la minería de Bitcoin conlleva.
Recientemente, el fallo de un tribunal llamó la atención por calificar a la minería de bitcoin como «un desperdicio de recursos». La situación se dio en Pekín, China, luego de que la Justicia decidiera anular un contrato de minería de criptomonedas entre dos empresas por su efecto sobre el medio ambiente.
El uso malogrado de recursos energéticos constituyó un acto opuesto al bien público, para los jueces. Además, se trata de una actividad que amenaza la seguridad económica nacional y el orden social, según los letrados.
Como ha informado CriptoNoticias, la minería de Bitcoin y de otras criptomonedas está prohibida en China, así como también las transacciones que involucren criptoactivos.
El país asiático tiene objetivos vinculados con reducir el impacto ambiental en su territorio y encaminarse a la neutralidad de carbono. En la visión de los jueces que resolvieron esta disputa comercial, los efectos de la minería de Bitcoin atentan contra estas metas.
¿Por qué la minería de Bitcoin no es un desperdicio de recursos?
Si bien es cierto que la minería es una actividad que demanda un consumo energético intenso, hay ciertos mitos en torno a esto que es conveniente aclarar. En primer lugar, este gasto de electricidad constituye un 0,15% de lo que se produce a nivel mundial. Además, un 60% proviene de fuentes sostenibles, como se ha explicado en este periódico.
Más allá de ello, también es apropiado remarcar que Bitcoin ofrece grandes beneficios para la humanidad. La red y su criptomoneda homónima representan un sistema monetario descentralizado, equitativo y sin intermediarios que permite que cualquiera que lo necesite pueda usarlo.
Entre las principales funciones de bitcoin (BTC), se destaca la reserva de valor. A diferencia de lo que ocurre con las monedas nacionales, incluidas aquellas de países que son potencias mundiales, la criptomoneda ha aumentado su valor en los últimos años. Su emisión planificada y regulada de 21 millones de unidades es clave para evitar que se vuelva inflacionaria.
Finalmente, Bitcoin también permite enviar pagos internacionales de forma instantánea y con comisiones menores a las de los bancos y otras empresas de pagos como PayPal. La red Bitcoin es más segura que una cuenta en cualquiera de estas empresas, y el usuario posee absoluto control sobre su dinero en todo momento.
Con todo lo expresado, se puede deducir que el tribunal chino puede tener razón en señalar el consumo energético de Bitcoin, que es elevado. Ahora bien, está lejos de ser un «desperdicio», ya que brinda posibilidades de gestión del dinero para mucha gente y mejora aspectos en los que el dinero actual, sea efectivo o digital, está fallando.