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Según el WEF, el medio ambiente es el mayor ganador con la minería de Bitcoin que usa metano.
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El Foro reconoce que las empresas que usan el biogás establecen granjas de minería económicas.
El Foro Económico Mundial (WEF, en inglés) reconoció que la minería de Bitcoin y otras criptomonedas se realiza cada vez más con energía limpia y no contaminante del ambiente.
En un video recientemente publicado, el WEF valoró la actividad de la empresa estadounidense Crusoe, que utiliza emisiones de gas metano para producir energía y así alimentar una granja de minería de Bitcoin. Una acción que ayuda a evitar la contaminación del ambiente.
Según la organización, que agrupa a líderes empresariales y políticos del mundo, esta empresa “alinea el futuro de la computación con el futuro de clima global”. Lo anterior, tomando en cuenta que el gas metano es uno de los gases de efecto invernadero más potentes. El metano es capaz de contaminar 80 veces más el ambiente que el dióxido de carbono en un periodo de 20 años.
Aunque el Foro Económico Mundial ha sostenido en varias oportunidades que las granjas de minería de Bitcoin y otras criptomonedas son “un problema ecológico creciente”, reconoce que las operaciones de granjas mineras como Crusoe permiten a las compañías de combustibles ahorrarse el costo de quemar los excedentes de metano. Esto, al tiempo en que “mejoran su desempeño ambiental”.
Según el WEF, las empresas como Crusoe obtienen fuentes de energía económicas que les permiten crear granjas de minería “extremadamente baratas”. “Y el mayor ganador de todo esto es el ambiente, que se salva de las emisiones nocivas de gas metano”, dijo el WEF.
Hay varias empresas de minería de Bitcoin que operan a partir del gas metano
Como Crusoe, hay otras empresas que utilizan las emisiones de gas metano para producir energía eléctrica y darle vida las granjas de minería de criptomonedas. Un ejemplo es la compañía Vespene Energy. Esta fue una de las primeras del sector que financió un proyecto minero que usa la energía producida por gas metano, según reportó CriptoNoticias en febrero pasado.
Otra compañía que opera de igual manera es la argentina CryptoGranjas. Esta produce gas metano a partir de desechos agrícolas e industriales. Dicho gas se utiliza para producir la energía eléctrica que va dirigida a las granjas de minería, tal como informó este medio.
Lo que señala el Foro Económico Mundial respecto a la minería de Bitcoin concuerda con lo expresado por el activista ambiental Daniel Batten. Él aseguró en 2022 en un estudio que la actividad minera podría reducir más del 20% de los gases de efecto invernadero.
Y es que el hecho de que haya empresas mineras que operan a partir de fuentes de energía renovable, permite que la actividad se convierta en un “catalizador o impulsor” del mercado, con la vista puesta en “nuevos proyectos de energía renovable”, según lo sugerido por el propio Foro Económico Mundial.
El reconocimiento, por parte del WEF, sobre el beneficio ambiental que puede aportar la minería de Bitcoin usando energía limpia, se conoce varios meses después de que esa organización anunciara su intención de investigar aspectos de la tecnología de la primera criptomoneda, incluyendo su emisión.
En septiembre de 2022, el WEF informó que un grupo de trabajo iba a encargarse de investigar el uso de energía de la minería. Para ello, evaluarían el consumo energético de la industria minera.
La postura actual del WEF contrasta con sus señalamientos de años anteriores, cuando criticaba el gasto energético de la minería de Bitcoin. Lo hicieron en 2017. En ese entonces, la organización alertaba que la actividad minera podría consumir la misma cantidad de energía anual que se utiliza en todo mundo.