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Nic Carter estima que Bitcoin es responsable de 50 megatones de emisiones de CO2 por año.
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La energía usada por Bitcoin es 15 veces menor que la del tránsito automovilístico mundial cada año.
«No es el caso que agregar más transacciones dramaticamente aumentará el consumo de energía de la red Bitcoin, como mucha gente erroneamente cree. Mucho del consumo de energía es realmente una función del precio de bitcoin (BTC) y por supuesto del valor de esa nueva emisión que los mineros están recolectando.»
Tal aseveración corresponde a Nic Carter, socio general en Castle Island Ventures, durante su intervención en la serie de charlas sobre la desmitificación de Bitcoin en la conferencia The B Word, que re realizó el pasado 21 de julio de 2021.
El también cofundador y presidente de la Junta Directiva de Coin Metrics, mencionó el hecho de que, históricamente, la gran mayoría del gasto energético de Bitcoin viene motivada por la emisión de nuevas unidades de BTC. Esto se debe a que los mineros son compensados de dos maneras: una es a través de la emisión de nuevas unidades y la segunda es a través de las tarifas que los usuarios pagan por el procesamiento de las transacciones. Se ha demostrado que la emisión de nuevas unidades de bitcoin ha dominado sus ingresos y, por tanto, es lo que más incentiva su consumo energético.
Carter se refirió al consumo de energía por parte de los mineros de Bitcoin. En este sentido, aclaró que, según los datos que él maneja, estos emplean anualmente alrededor de 0,26% de la electricidad mundial, y 0,11 de la producción de energía mundial. «Que consideres eso muy alto o muy bajo depende de tu perspectiva sobre los méritos de Bitcoin», apunta Carter.
El empresario estima que Bitcoin es responsable de 50 megatones de emisiones de dióxido de carbono por año, o alrededor del 0,1% de las emisiones mundiales. Indicó que la huella de energía de Bitcoin es 12 veces menor que los dispositivos instalados en los hogares estadounidenses y es 15 veces menor que la electricidad que se pierde en el tránsito a nivel mundial cada año.
«Bitcoin no es un país, sino una industria»
Carter, en su ponencia, buscó desestimar las comparaciones que habitualmente se realizan entre el gasto energético de Bitcoin y el de algunos países:
Creo que las comparaciones a nivel de industria son mucho más esclarecedoras que a nivel de país. Porque Bitcoin no es un país, sino una industria que brinda garantías monetarias, de transacciones y de ahorro (…) Bitcoin se compara favorablemente con la energía utilizada por la minería de cobre, la minería de zinc y la minería de oro. Por lo que sabemos, estos tienen un mayor impacto energético. (…) Cosas como el oro son un medio para almacenar riqueza fuera del sistema bancario y fuera del Estado. También lo es Bitcoin, que tiene cualidades completamente diferentes de estos otros sistemas monetarios. Entonces, en la medida en que se reconozca que Bitcoin tiene utilidad, su consumo de energía se vuelve mucho más manejable, en algo con lo que podemos sentirnos más cómodos.
Nic Carter, socio general en Castle Island Ventures.
Carter coloca el caso de países con grandes devaluaciones de sus monedas nacionales, hiperinflaciones o controles capitales, como los lugares en los que la utilidad de Bitcoin se ve mayormente reflejada. «Sitios como Argentina, Venezuela, Turquía, Nigeria, Kenia, estos son lugares en los que el sistema independiente de derechos de propiedad propuesto por Bitcoin es extremadamente relevante», afirma Carter.
Por otro lado, agregó que como la minería de Bitcoin es completamente sintética, es decir, que su trabajo se restringe al ámbito digital, su impacto ambiental es mucho menor que la minería de oro, la cual ha contaminado muchos ríos y reservas naturales del mundo al ser realizada sin las precauciones pertinentes. La minería de Bitcoin, por su parte, puede ser tan verde como el tipo de energía que los mineros utilicen, al parecer del fundador de Coin Metrics.
Gran migración de los mineros de China reduce huella de carbono de Bitcoin
Durante su ponencia, Carter tocó uno de los temas del momento, que es el caso de la migración de la minería de Bitcoin fuera de China. Como este medio ha reportado, el país asiático ha restringido la actividad en su territorio.
Carter mencionó que China tiene los recursos hidroeléctricos más baratos del planeta, motivo por el cual había una elevada concentración de mineros allí. Eso, como consecuencia, hizo que gran parte del hash rate de Bitcoin (que alcazaba el 45% en algunas épocas del año, según dijo Carter en su conferencia) proviniera de esa nación.
«Ese hash rate provenía, en gran parte, de la quema de carbono, especialmente en la región de Mongolia Interior y en la Provincia de Xingjiang, en ciertas fechas del año», dijo el joven empresario. Según explicó, la matriz energética de esas dos jurisdicciones es, entre un 60% y 70% de quema de carbón. Es decir, casi la mitad del hash rate de Bitcoin estuvo dominado por provincias que son grandes consumidoras de combustibles fósiles en China.
Carter hizo referencia a la gran migración de mineros chinos luego de las restricciones. Mencionó que, como consecuencia, se redujo considerablemente el uso de electricidad proveniente de quema de carbón para la minería de Bitcoin.
Según estima el empresario, los mineros de Bitcoin en China se habrán retirado de este territorio en el año 2024 para trasladar sus operaciones a otros países. Esa estimación es compartida por otros analistas, tal como ha sido reseñado CriptoNoticias.
Bitcoin proporciona una utilidad transaccional monetaria genuina
A juicio del ejecutivo, Bitcoin tiene derecho sobre algunos recursos de la sociedad de la misma manera que el oro. Según Carter, hay que trabajar en mejorar Bitcoin y no bifurcarlo en otras criptomonedas o tratar de hacer cambios en el código.
Carter dijo que los usuarios quieren tener la seguridad de que sus transacciones se resolverán, que serán definitivas y que nada cambiará después de liquidadas. Esto, según él, justifica el consumo de energía.
Explicó que el número de personas que consideran relevante a esta red no es menor: «Bitcoin procesa entre USD 10 y 20 mil millones en liquidaciones finales y almacena unos USD 600 mil millones».
El empresario comparó el método contable de la arcilla húmeda que data del año 3.000 a.C., con la blockchain de Bitcoin. Recordó que, en el primero de los casos, las relaciones contables se insertaban en arcilla húmeda, que luego se exponía al sol para que se secara, y una vez que estaba seca, esa relación quedaba codificada para siempre. Por otro lado, según dijo, algo parecido ocurre en la cadena de bloques de Bitcoin. Los registros de transacciones son inalterables.
En su opinión, bitcoin proporciona una utilidad transaccional monetaria genuina de una manera que es bastante distinta de otros sistemas de este tipo, y esto a menudo se pasa por alto. Cuando Satoshi Nakamoto ideó a Bitcoin en 2008 y luego se creó en 2009, arrojó este enigma: «¿cómo voy a distribuir realmente las unidades de este producto al mundo en general?».
Nakamoto, en palabras de Carter, lo podría haber resuelto enviado bitcoins por correo electrónico a sus amigos, pero esa no habría sido una forma justa o creíble. Por lo tanto, el método que eligió para ello fue la prueba de trabajo (PoW) en la que, efectivamente, se tiene que gastar energía y recursos computacionales.