Aunque las energías verdes parecieran no estarse implementando masivamente en el mundo, la minería de criptomonedas podría ser uno de los primeros sectores en impulsarla en escalas inusitadas.
Ese es el caso particular de la compañía Golden Fleece, que ha colocado un container lleno de computadoras para minar criptomoendas en una antigua fábrica de tractores soviética ubicada en Georgia, país balcánico. Las mismas se alimentan de energía eléctrica permanentemente gracias al reducido costo del servicio eléctrico, generado por corrientes de agua que descienden de las montañas del Cáucaso.
Vakhtang Gogokhia, CEO de la compañía, aseguró que para lograr alcanzar la prosperidad provista por las criptomonedas decidieron en su empresa utilizar energía renovable, barata y ecológica en Georgia. A su vez, están buscando instalar paneles solares y turbinas, según reveló al portal Bloomberg.
Golden Fleece se encuentra en plena campaña de recaudación ICO apuntando a los $40 millones de dólares que serían utilizados para instalar mineros de Ethereum. En el caso de Bitfury, esta compañía fue beneficiada por el Primer Ministro Bidzina Ivanishvili, quien autorizó la instalación de un centro de minería en la zona de Tbilisi por un monto de $100 millones de dólares, así como han procedido a aplicar blockchain en el área gubernamental.
De forma similar, compañías como Bitfury, Bitmain y HIVE Blockchain Technologies Ltd. han reorientado su estrategia a la obtención de energías limpias y renovables en países como Paraguay, Islandia y Canadá. A pesar de que no se ha confirmado oficialmente, Venezuela podría ser un país donde algunas empresas especializadas mantienen instalaciones de minería de criptomonedas administradas por emprendedores locales, debido a que el costo de la energía eléctrica es quiza, el más bajo del mundo.
Además de la rentabilidad provista por una reducción de costos de consumo eléctrico, las redes blockchain enfrentan retos de escalabilidad, lo que durante extendidas temporadas requiere de gran poder de procesamiento y capacidad. Según estimaciones de Bloomberg New Energy Finance (BNEF), durante 2017 el consumo de electricidad para minería de criptomonedas aumentó 8 veces, llegando a consumir entre 30 y 60 por ciento de la renta generada por la actividad.
Con respecto a conseguir una mejor ubicación para instalar mineros de criptomoendas, Christian Catalini, cofundador del Laboratorio para Criptoeconomía del Massachusetts Institute of Technology (MIT), aseguró que los mineros se mudarán de lugar hasta donde el precio de la electricidad sea más barato. En este sentido, Bloomberg señala que las compañías Hydrominer GmbH (Austria) y Envion AG (Suiza) han instalado sus mineros dentro de contenedores de carga que pueden ser facilmente transportados hacia otro lugar en caso de necesitarlo.
A pesar de la volatilidad de las criptomonedas, el alto consumo de las instalaciones de minería aún debe reducirse para hacerlas más rentables y más ecológicas. Según las mismas estimaciones de BNEF, la minería de Bitcoin consume diariamente lo mismo que 30 reactores nucleares a plena capacidad.
Puntualmente en China es donde la minería de criptomonedas resulta realmente atractiva debido a su bajo costo, aunque la electricidad es generada de una forma antigua, obsoleta y sumamente contaminante: usando carbón como combustible. Sin embargo, el gigante asiático está buscando cambiar una realidad que afecta la salud de sus habitantes por medio de forzar a las diversas industrias a reducir sus emisiones de gases nocivos para el ambiente. Igualmente, las criptomonedas son un mercado que China comenzó a regular fuertemente y que sin duda influye en el desenvolvimiento criptofinanciero, aunque con respecto a la minería no se han pronunciado con fuerza aún.
En Georgia, país donde 65% de su electricidad es generada en plantas hidroeléctricas, Golden Fleece paga $50 dólares por megawatt-hora, mientras que en el resto del mundo se pagan $121 dólares en promedio.
En Estados Unidos, el 17% del consumo eléctrico fue generado de forma eólica y solar durante el año pasado, el doble que hace diez años. Según estimaciones de BNEF, hasta el año 2014, las compañías especializadas en energía renovable recibirán $9 de cada $10 dólares invertidos en proyectos de su competencia.
Como fue mencionado, en Paraguay parece persistir una esperanza para Lationamérica en ese sentido. En Ciudad del Este, municipio que bordea el Río Paran cerca de la frontera con Brasil, los mineros de criptomonedas se están asentando en la zona libre de impuestos de la localidad, beneficiándose de la energía provista por la segunda represa más grande del mundo, la cuál es capaz de producir más electricidad de la que Paraguay necesita. Allí, los precios de consumo eléctrico son tan solo una cuarta parte de lo que debe pagarse en Brasil.
En Canadá, país cuya temperatura fría beneficia el rendimiento de los mineros, las hidrológicas Hydro Quebec y BC Hydro se encuentran conversando con HIVE Blockchain, una startup basada en la ciudad de Vancouver, Canadá, buscando alianzas que permitan la instalación de mineros en el país, según especifica Harry Pokrandt, CEO de HIVE. De Hydro Quebec se conoció que estudiaba donar el excedente de electricidad para la industria de criptominería.
Mientras, en Suiza, la población de Gondo se prepara para convertirse en un gran centro de minería de criptomonedas. La compañía Alpine Mining escogió la localidad debido al clima frío de montaña y debido a que en ella se ubica una planta de energía hidroeléctrica.