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El cofundador de Paralelná Polis cree que están por terminar los tiempos de bitcoin sin censura.
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Riccardo Spagni propone impulsar la minería descentralizada y la privacidad en Bitcoin.
La creación del pool de minería de Bitcoin, Blockseer, ha captado la atención de varios especialistas quienes están opinando y analizando su impacto en el ecosistema de las criptomonedas. Esto se debe a que el grupo minero se creó para cumplir regulaciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del gobierno de EE. UU. Para hacerlo, censurará las transacciones de las carteras incluidas en la lista negra del organismo y obligará a los mineros a cumplir con procedimientos Conozca a Su Cliente (del inglés know your customer o KYC).
Blockseer es una subsidiaria de la empresa estadounidense DMG Blockchain Solutions, que recientemente anunció el lanzamiento en versión beta privada de su pool de minería de Bitcoin. El grupo minero funcionará bajo una nueva metodología en la cual los nuevos bloques solo incluirán transacciones filtradas. Los filtros se basarán en los datos proporcionados por Walletscore, la propia herramienta forense blockchain de la compañía, y otras fuentes como las direcciones de billeteras de Bitcoin en la lista negra de la OFAC.
La metodología implementada por Blockseer ya está dejando una huella en el ecosistema de las criptomonedas, ya que varios especialistas creen que el precedente no invita al optimismo.
¡Cuidado! Minería de Bitcoin, territorio ¿minado?
El ex desarrollador líder de Monero, Riccardo Spagni, está convencido de que en poco tiempo la mayoría de los grupos de minería de Bitcoin se verán obligados a realizar el filtrado de transacciones. Para evitarlo, propone usar soluciones descentralizadas como el grupo de minería p2pool, y centrarse en el protocolo Stratum V2, que incorpora 13 funciones para aumentar el rendimiento, el ahorro económico y la descentralización de la minería. También cree que es preciso agregar más privacidad a Bitcoin para evadir la censura.
Para el cofundador de Paralelná Polis, Juraj Bednar, la censura introducida en la minería de Bitcoin por el pool Blockseer es «un precedente peligroso que hasta da miedo». Como Spagni, él cree que la filtración de transacciones será una práctica que terminará imponiéndose entre los pools de minería porque estos no son rebeldes contra el sistema, sino que tienen accionistas e intereses que defender, por lo que, si el gobierno lo establece, todos terminarán cumpliendo.
Bednar ve venir un panorama un tanto oscuro pues considera que, si el 50% de la tasa de hash de Bitcoin termina aplicando la censura, entonces esto quedaría como una regla establecida. Señala preocupación con que quede sobrentendido que cada bloque minado que introduzca transacciones prohibidas por los organismos internacionales, signifique que los mineros estarían lavando dinero.
En su blog, Bednar publicó un análisis en el que señala que tiene razones suficientes para pensar que incluso los mineros que están moralmente en contra de filtrar transacciones, en realidad terminarán cumpliendo por razones económicas.
Si el gobierno entra y dice: «No se pueden extraer los bloques que gastan estas UTXO», o perderá la cuenta bancaria, la cuenta de cambio, el permiso comercial o irá a la cárcel por lavado de dinero, la mayoría de los grandes mineros cumpliría.
Juraj Bednar, hacker y fundador de Paralelná Polis.
Bednar también comenta que los primeros pasos del fin de la no censura en Bitcoin ya están en marcha y aunque ahora no significa mucho, si cree que una vez que se sumen más mineros a la filtración de transacciones, ya no habrá vuelta atrás. Agrega que los usuarios no tendrán donde resguardarse porque las soluciones de segunda capa como Lightning Network también se verán afectadas por el control de reguladores como el Grupo de Acción Financiera Internacional y la OFAC.
En su publicación Bednar comenta que las exigencias regulatorias desde la minería podrían generar dos tipos de Bitcoin, uno «legal» y el otro «ilegal». Cree que ambos podrían convivir en una cadena o en cadenas separadas si se produce una bifurcación dependiendo de cómo los mineros y los exchanges manejen su voluntad de sucumbir a la presión regulatoria o a la coerción violenta si no cumplen. En todo caso, todo estaría por verse.