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La caída de FTX generó condiciones que los ambientalistas buscan aprovechar.
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La senadora Elizabeth Warren apoya esta postura y dice que gran parte de la industria "es humo".
La quiebra del exchange FTX produjo consecuencias que todavía repercuten en el mundo de bitcoin (BTC) y las criptomonedas. Ahora, grupos ambientalistas de Estados Unidos usan el episodio como argumento para cuestionar la valía de Bitcoin y pedir que se regule la minería de la criptomoneda por su supuesto impacto ambiental.
Según detalla el portal The Daily Beast, varios activistas se basan en lo ocurrido con la compañía de Sam Bankman-Fried para poner en duda los principios de Bitcoin y si realmente vale la pena el consumo energético que demanda la minería de la criptomoneda.
Principalmente, cuestionan su idea de ser una criptomoneda descentralizada que no sucumba ante las acciones de malos actores. El impacto de la quiebra de FTX en el valor de mercado de bitcoin (BTC) contradice este principio, desde la óptica de estos ambientalistas.
Diversas voces se sumaron al pedido de regulación de la minería de Bitcoin. Por ejemplo, el director del grupo ambientalista Food and Water Watch, Eric Weltman, admitió que buscarán «aprovechar las condiciones que creó el accidente», pese a que la organización dice no ser anti-criptomonedas en sí misma.
En el mismo sentido se expresó Gerald Epstein, profesor y codirector del Instituto de Investigación de Economía Política de la Universidad de Massachusetts Amherst, quien dijo que lo de FTX presenta «una buena oportunidad» para regular la minería de Bitcoin.
Finalmente, el vicepresidente de asuntos gubernamentales en Environmental Working Group, Scott Faber, comparó el caso FTX con el del banco Lehman Brothers, que quebró en 2008. «Hasta el colapso de FTX, era poco probable que el Congreso interviniera y regulara las criptomonedas», consideró.
El impacto ambiental de la minería de Bitcoin, siempre bajo la lupa
Como informó CriptoNoticias, el estado de Nueva York prohibió a fines de noviembre todo tipo de minería de criptomonedas que no funcione con energías 100% renovables. Tal decisión ratifica el apoyo legislativo que poseen los ambientalistas.
En este sentido, la senadora Elizabeth Warren también se refirió a lo ocurrido con FTX. La congresista escribió en un tuit que «el colapso de una de las plataformas criptográficas más grandes muestra cuánto de la industria parece ser humo y espejos», el pasado 9 de noviembre.
De acuerdo con el artículo periodístico citado con anterioridad, los activistas alegan que la minería de Bitcoin generó 27,4 millones de toneladas de dióxido de carbono entre mediados de 2021 y 2022. Esto sería tres veces más que lo que emite la planta de carbón más grande de Estados Unidos. Por eso, piden regulaciones incluso más estrictas.
No obstante, publicaciones reportadas en este medio, como un informe del Consejo de Mineros de Bitcoin, remarcan el crecimiento del uso de energías renovables en la industria. En ese reporte, se afirma que el 60% de los mineros utilizan energías renovables.
