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Para el 2020, el consumo energético de Bitcoin representaba menos del 0,04% del consumo global.
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El sistema financiero tradicional consume el doble de energía que bitcoin.
Vez tras vez, la minería de Bitcoin ha sido catalogada como una actividad altamente contaminante y una amenaza para el medioambiente. Según un análisis del Cambridge Centre for Alternative Finance (CCAF), si Bitcoin (BTC) fuera un país, consumiría más electricidad al año que Argentina o Suiza.
Pero, hay estudios, como Bitcoin Net Zero, que afirman que, aunque el consumo energético de Bitcoin puede considerarse como »alto», no representa ni siquiera el 0,04% del consumo a nivel global. Entonces, ¿Bitcoin es tan perjudicial para el medioambiente como afirman? Veamos las pruebas.
La verdad sobre Bitcoin y el consumo energético: ¿es tan elevado como dicen?
Bitcoin constantemente es acusado de ser un «desperdicio energético» por algunos. Y es que hasta figuras como Elon Musk, han criticado el impacto ambiental de la principal criptomoneda en el ecosistema. Argumentan que, por el alto consumo eléctrico que conlleva la minería de la moneda digital, Bitcoin es nocivo para el medioambiente.
Sin embargo, varios estudios han desmentido esta teoría. Uno de ellos es el informe de la Universidad de Cambridge. El informe analiza los cambios ocurridos en la industria de las criptomonedas desde el año 2018 hasta el 2020, y recopila datos de 280 empresas provenientes de 59 países. Se estudian los principales sectores del mercado: intercambios, pagos, custodia y minería.
Por otro lado, Cambridge cuenta con un índice que se actualiza cada 24 horas y muestra el consumo energético de la red Bitcoin. Según este índice, se estima que su consumo eléctrico en el último año es de 101,97 TWh (teravatios-hora). Aunque es cierto que esto representa un consumo mayor al de algunos países, no es un argumento válido para llegar a la conclusión de que la criptomoneda es una amenaza ambiental, pues también es importante analizar la fuente de esta energía, lo que incide directamente en la huella de carbono, y la utilidad del activo para el sistema financiero mundial.
De acuerdo al estudio de Bitcoin Net Zero, el consumo de electricidad de Bitcoin no es significativo en términos globales, ya que representa menos del 0,04% de la producción de energía global. Bitcoin Net Zero fue un estudio realizado por NYDIG, una empresa subsidiaria de Stone Ridge Asset Management, un administrador de activos digitales.
Este mismo estudio indica que, en 2020, la emisión de carbono generada por Bitcoin fue de 33 toneladas de CO2, lo que representa el 0,1% del total de las emisiones globales para ese año, que fueron de 36.000 toneladas de CO2. Se concluye que, desde la creación de la criptomoneda en 2008, el consumo energético y la huella de carbono del mundo no han aumentado de forma dramática debido a la minería de Bitcoin.
¿Por qué la minería de bitcoin consume un alto nivel de energía?
Ahora, si te preguntas a qué se deben las múltiples acusaciones que clasifican a bitcoin como «desperdicio energético», la razón es la minería. Se trata de un proceso en el que se validan las transacciones de la red para luego añadirlas a la blockchain. Para minar criptomonedas son necesarios ordenadores especializados, los cuales deben descifrar una serie de acertijos criptográficos.
Como imaginarás, estos ordenadores especializados consumen una considerable cantidad de energía, pues están en funcionamiento las 24 horas del día. Y, conforme aumenta la dificultad de minería, producto de la inclusión de nuevos participantes a la red, se necesitan equipos más potentes para obtener la recompensa. Pero también es cierto que, si la cantidad de participantes disminuye, también el consumo energético de la red.
Sin minería no existiría bitcoin, pues es un proceso necesario, no solo para la validación de transacciones, lo que te permite recibir y enviar las criptomonedas, también para emitir nuevas monedas, que son la recompensa entregada a los mineros por su trabajo.
La red Bitcoin está diseñada para ajustar la dificultad de minería dependiendo del número de mineros disponibles. Mientras mayor sea la cantidad de mineros, mayor será la dificultad, lo que significa que cada vez serán necesarios equipos más avanzados y, por ende, que consuman más electricidad. Sin embargo, es importante señalar que estos equipos tienden a ser más eficientes que sus versiones anteriores.
Por otro lado, la minería es fundamental para mantener la seguridad de la red y garantizar que la contabilidad de la red sea inalterable. En este «libro contable» se registran todas las transacciones, así que se espera que sea imposible de manipular por parte de hackers.
Con otros sistemas de validaciones, como el Proof of Stake (PoS) o Prueba de Participación, solo se necesita dinero para adquirir una mayor participación en el control de la red. Con Proof of Work (PoW) o Prueba de Trabajo, que es el consenso utilizado por Bitcoin, la escasez de chips y de equipos especializados impone un límite físico al control que participantes maliciosos quieran ejercer sobre la red.
Bitcoin revolucionó el sistema financiero en todo el mundo. Al ser una herramienta tan importante y útil, es lógico pensar que el uso de energía global requerido por la red no es nada en comparación a los beneficios que la criptomoneda aporta a la sociedad. Ningún recurso se obtiene de forma gratuita, así que no se podría esperar que un activo que está diseñado para mejorar la manera como se utiliza el dinero, no produzca algún tipo de gasto.
El minado de Bitcoin y las energías renovables van de la mano
Es importante entender la diferencian entre el consumo eléctrico y la huella de carbono. Mientras que la huella de carbono es un indicador ambiental que refleja la cantidad de gases de efecto invernadero que se expulsa a la atmósfera, el consumo energético es la cantidad de energía utilizada.
Si analizamos nada más el consumo energético de Bitcoin para determinar si es una amenaza ambiental, estaríamos contando una pequeña parte de la historia. No solo hay que tener en cuenta el nivel de energía que se consume, también cómo se genera esta energía.
Y este es un factor clave en el caso de Bitcoin. Resulta que más del 50% de los grupos de minería de Bitcoin utilizan energía renovable, según un reporte del Consejo Minero de Bitcoin, publicado en julio del 2021. De hecho, muchos mineros utilizan excedentes de estas energías renovables.
En algunos casos, para la minería de criptomonedas, se hacen uso de los gases que se liberan a la atmósfera por otras actividades, como el metano. Esto en realidad ayuda a reducir de forma considerable la huella de carbono, pues se aprovecha un subproducto de la extracción de petróleo.
Como se señaló anteriormente en CriptoNoticias, bitcoin favorece el desarrollo de tecnología amigable con el medioambiente y energías renovables. Esta industria busca formas cada vez más eficientes para desarrollar la minería y reducir el impacto ambiental de esta actividad.
Como el minado de BTC es un proceso que requiere una alta demanda de electricidad, los mineros deben buscar soluciones para obtener fuentes de energía más económicas que las convencionales. Esa es la razón por la que esta industria incentiva el desarrollo de energías renovables que resulten lo más eficientes posible.
Por ejemplo, Elon Musk y Michael Saylor, fundador de MicroStrategy, son miembros de un consejo de mineros de Bitcoin que busca promover la utilización de energías renovables para esta actividad.
La empresa SkyBridge Capital compró bonos equivalentes a 38 mil toneladas de CO2 a MOSS Earth para compensar la huella de carbono generada por Bitcoin. El fundador de esta empresa, Anthony Scaramucci, espera que la minería sea con pura energía renovable en el 2030. Y esta es solo una de muchas compañías que están apoyando iniciativas similares y tomando medidas para hacer de la minería un proceso más ecológico.
¿Y qué hay de los servicios financieros tradicionales?
De acuerdo a una investigación realizada por Galaxy Digital, una empresa de servicios financieros, el sistema bancario internacional consume el doble de energía que Bitcoin. Este sector utiliza en promedio 238 TWh cada año, lo que equivale al consumo de países como España.
La industria del oro es otro ejemplo de un sector de alto consumo energético, mucho más que la red Bitcoin. El estudio detalla que las actividades para producir el metal precioso consumen en promedio 240,6 TWh anuales. En vista de estos datos, se concluyó que la red Bitcoin consume un nivel aceptable de energía si se tiene en cuenta la utilidad e importancia de la criptomoneda para el sistema financiero mundial.
Bitcoin vs electrodomésticos: ¿qué consume más energía?
Muchas de las quejas sobre el consumo eléctrico de Bitcoin no toman en cuenta su trascendencia. La utilidad de bitcoin no es tan evidente porque algunos no se informan al respecto. Esta red monetaria permite hacer transacciones, como enviar y recibir dinero, desde cualquier parte del mundo y sin depender de un ente gubernamental o terceros, pues se trata de un activo descentralizado. Todo de forma segura y en pocos minutos.
De hecho, se ha considerado que bitcoin tiene un papel importante en los derechos humanos, especialmente en los países en desarrollo. Así lo expresaron varios activistas en el Oslo Freedom Forum, que se realizó en octubre del 2021. Con el uso de la criptomoneda, los habitantes de países con gobiernos autoritarios sí tienen el control sobre su dinero.
Y en realidad, existen otras actividades y dispositivos que tienen una demanda energética mucho más alta. Por ejemplo, algo tan común como los electrodomésticos eclipsan el consumo eléctrico de Bitcoin. La diferencia es que la mayoría de las personas ven fácilmente la utilidad detrás de estos dispositivos.
De acuerdo al estudio de Bitcoin Net Zero, en el año 2020, el consumo de los sistemas de refrigeración domésticos era de 630 TWh, y el de las secadoras de 108 TWh. El transporte aéreo tuvo un consumo de 4.030 TWh, el transporte marítimo 3.055 TWh y el aire acondicionado y ventiladores 2.000 TWh.
La emisión de carbono por la extracción de materias primas también supera por mucho a la de Bitcoin. Durante la producción de acero, se estima que se liberan 4.227 toneladas de CO2, y BTC solo 33 toneladas de CO2. Por las cifras, es evidente que la criptomoneda no amenaza el medioambiente al grado que otras industrias mucho más contaminantes.
Conclusión: ¿Qué tan perjudicial para el medioambiente es bitcoin?
La minería de bitcoin contamina, pero no al grado que han señalado varios medios y figuras influyentes, catalogando a la moneda como un desastre ambiental. La huella de carbono de esta actividad es baja, pues la mayoría de los mineros utilizan energías renovables, y se espera que, en un futuro cercano, este porcentaje aumente al 100%.
En comparación con otras industrias, podríamos decir que Bitcoin es inofensivo para el medioambiente. Más bien, contribuye a la producción de energías renovables y tecnología eco-friendly, ya que constantemente se buscan formas más económicas y eficientes de minar la criptomoneda,
Además, debido a su importancia para el desarrollo de un mejor sistema financiero, es aceptable y necesario el gasto de energía utilizada por la red Bitcoin. No solo nos permite tener acceso a activos digitales desde cualquier parte del mundo, representa una manera sencilla, rápida y segura de hacer transacciones, sin necesidad de intermediarios.