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Un usuario de Bitcoin consume lo mismo que gasta en calefacción o refrigeración.
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Entre el 35% y el 70% de la electricidad que usa Bitcoin proviene de energías renovables.
En el marco del evento DescentralizAr, realizado vía online este 19 y 20 de agosto, los expertos que debatieron sobre el consumo energético de la minería de criptomonedas concluyeron que los beneficios que aporta Bitcoin compensan los costos.
«A pesar de lo que se dice del consumo energético de Bitcoin, la red consume mucho menos energía que la minería del oro o la minería de cobre, actividades que se practican desde hace muchos años», opinó Julian Drangosch, ingeniero eléctrico miembro de la ONG Bitcoin Argentina.
Drangosch formó parte del panel que participó en la charla Consumo energético: ¿problema u oportunidad?, moderada por Rodolfo Andragnes, presidente de la ONG Bitcoin Argentina. Estuvieron acompañados de Sebastián Kind, ex subsecretario de Energías Renovables de Argentina; y Sebastián Nill, CEO de la firma Aeternam Broker.
El objetivo, en palabras de Andragnes, era debatir sobre la minería de Bitcoin y su consumo de energía eléctrica, el cual ha sido cuestionado bajo el supuesto de que es excesivo y dañino para el medio ambiente.
De ahí que una de las primeras preguntas que hizo a los miembros del panel girasen en torno a cómo esta actividad genera valor social.
Drangosch destacó que el consumo energético de la minería no es tan alto como se presume, pues según sus cálculos, en promedio cada usuario de la red solo consume unos 70 vatios, «lo mismo que podría gastarse en calefacción o refrigeración».
«Si cancelamos los consumos superiores a 70 vatios por usuario, deberíamos despedirnos de YouTube, Spotify y TV en vivo, por ejemplo», expresó.
Estima asimismo que el gasto energético general de la blockchain de Bitcoin es de unos 9,3 gigavatios de energía. Citó además las cifras de un estudio realizado por CoinShares en 2019, las cuales indican –también contrario a lo que se dice– que entre el 35% y el 70% de esa energía está compuesta por fuentes renovables.
A pesar de ello, el ingeniero aseguró respetar las posiciones contrarias. En consecuencia, «Bitcoin, como cualquier actividad humana que se realiza actualmente, tiene el derecho a consumir la energía que cada quien está dispuesto a pagar», agrega.
Recuerda así que los mineros pagan por la energía que consumen; no es gratuita. Por ello, no le parece que sea justa la crítica que pone a los mineros como «los malos de la película».
En cuanto a los beneficios que aporta, piensa que Bitcoin «es uno de los proyectos mundiales más importantes que estamos viendo con una moneda que es escasa y resistente a ataques estatales».
Sobre este mismo tema, Sebastián Nill comenta su experiencia en el ecosistema. Habló de cómo el sector genera puestos de trabajo, y crea un espacio para que las personas interactúen y se capaciten.
Conozco mucha gente que se ha visto beneficiada por eso y veo muy valioso que la gente tenga la posibilidad de poseer un activo con el cual pueden ahorrar, porque no se deprecia con el tiempo como ocurre con el dinero fíat.
Sebastián Nill.
Uso de energías renovables favorece la minería de Bitcoin
Sebastian Kind, por su parte, enfocó su intervención en el tema de la limpieza energética, cuestionando que se pretenda calificar a Bitcoin en función de «la energía sucia o limpia» que utilice.
Más allá de estas ideas, el exfuncionario argentino ve en este sector muchas oportunidades de crecimiento, a pesar de los obstáculos que aún enfrenta. Resaltó el aumento del uso de las energías eólica y solar.
Kind dijo que, especialmente en Argentina, el uso de este tipo de energías alcanzó casi el 10% de la matriz energética eléctrica del año pasado y marcó un pico de 24% en los últimos días. Piensa que estos recursos renovables son útiles y pueden verse potenciados a través de la minería de Bitcoin.
Se trata de una postura que también fue expuesta recientemente en la Bitcoin Conference 2021 que se realizó en Miami. En este evento, reseñado por CriptoNoticias, varios empresarios hablaron sobre cómo la minería favorece el desarrollo de energías renovables.
No obstante, el ex funcionario advirtió que, si bien las fuentes renovables son rentables a largo plazo, requieren una alta inversión inicial, particularmente en Argentina. En consecuencia, quien instala una planta de energía asociada a una empresa para minería de criptomonedas, debe garantizar un contrato de aproximadamente 20 años. Algo que no le parece viable en el corto plazo.