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Las dos abuelas de la ciudad de Irkutsk operan sus propios mineros de Bitcoin.
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Irkutsk, ubicada en Siberia, podría convertirse en un centro de criptominería en Rusia.
Las abuelas son una figura muy común en el folclor ruso. Conocidas como babushkas forman parte de los cuentos, artesanía y tradiciones originarios de Rusia. Nadie se esperaría que con la irrupción de la tecnologías, esta míticas abuelas rusas también terminarían convirtiéndose en emprendedoras de la minería de criptomonedas en todo el territorio.
Marina Sergeyevna y Valeirya Dromashko son los nombres de estas dos mujeres de avanzada edad que fueron entrevistadas por la BBC. Su historia resulta llamativa ya que adquirieron sus propios mineros de Bitcoin como una alternativa económica para sus negocios.
Marina Sergeyevna administra su propio hostal en la ciudad de Irkutsk, ubicada en Siberia. Sergeyevna posee tres máquinas de minería de Bitcoin, las cuales se encuentran instaladas en su pensión. Según explicó la mujer, un amigo le habría sugerido la instalación de estos mineros para ganar un dinero extra, una idea que le gustó y decidió instalarlo en conjunto con este objetivo.
La mujer afirma no arrepentirse. Las máquinas de minería empezaron a generar ganancias a los 9 meses de ser instaladas, período en donde ya había recuperado el dinero invertido en dichos dispositivos y su instalación. Hoy en día las máquinas no sólo generan bitcoins, sino que Sergeyevna las utiliza para secar calabazas, té y hierbas aromáticas debido al calor que generan los mineros.
Por otro lado, Valeirya Dromashko entró al mercado de criptominería gracias a su hijo. Yuri Dromashko se convirtió en un conocido emprendedor de la minería de Bitcoin en Irkutsk cuando su local de karaoke empezó a tener problemas económicos, así que decidió buscar alternativas para sustentar sus negocios.
Dromashko se convirtió rápidamente en un pionero en la ciudad, instalando sus mineros en una granja. Para su cumpleaños decidió regalarle un minero a su madre, Valeirya, quién ha declarada que se encuentra feliz de poder generar su propio dinero.
Por más que el mercado de minería se encuentra pasando uno de sus más difíciles momentos debido a la baja de precio, Valeirya no piensa apagar su minero y aprovechará el cierre de las grandes granjas para generar más dinero. La abuela cree firmemente que el precio de la criptomoneda volverá a subir y que cuando valga «un millón de dólares» le podrá dejar a sus nietos una muy buena herencia, comentó.
Un centro de criptomineria en Rusia
Irkutsk es la ciudad más poblada de Siberia, conectada a Moscú por medio de una linea ferroviaria. La ciudad es conocida por ser un centro administrativo de la región y por su clima subártico. No obstante, en un futuro muy próximo podría convertirse en un centro de criptominería en Rusia.
Yuri Dromashko declaró para la BBC que la ciudad posee un número importante de emprendimientos en criptomonedas, movimiento que la perfila como un ícono de la implementación de blockchains, en un país que ha sido inestable con sus políticas regulatorias respecto a las criptomonedas.
Esta no es la primera vez que Irkutsk se vuelve una referencia para la criptominería, ya que el pasado mes de noviembre un par ciudadanos innovaron la forma de calentar sus hogares lanzando un prototipo de minero que ayuda en esta tarea mientras mina bitcoins.
El interés por la minería de criptomonedas se ha despertado en Irkutsk debido a que la ciudad posee unas características ideales para la industria. Debido a su clima subártico, las máquinas nunca se sobrecalientan y se mantienen en la temperatura adecuada. Asimismo, la región posee una de las tasas de electricidad más barata de Rusia, un elemento altamente codiciado por las empresas de minería.
Dromashko asegura que la facilidad para minar criptomonedas también ayuda a que muchos se interesen por ella. Según su visión, para minar criptoactivos sólo hace falta poner Internet y pagar los recibos de luz, dos acciones que son cubiertas por muy poco dinero en el territorio.
En otras latitudes del mundo, pueblos parecidos a Irkutsk también han presentado un florecimiento en el negocio local por medio de la criptominería. Por ejemplo, a principios de año un pueblo en los Alpez Suizos empezó a atraer la atención de la población más joven con la instalación de granjas de minería en su territorio, para aquel período un grupo de jóvenes en Canadá buscaba darle utilidad al calor de las máquinas de minería generando un invernadero y en septiembre una empresa de minería empezó a planear darle una segunda oportunidad económica a un pueblo abandonado.
Todas estas ciudades tienen en común la electricidad barata y las temperaturas favorecedoras para el trabajo de las máquinas de minería, características que han permitido volver a la vida a estos lugares olvidados por las multinacionales y las grandes poblaciones.
Al igual que a las babushkas de Irkutsk, la criptominería les ha brindado una nueva posibilidad de independencia y vitalidad monetaria; una realidad que ilustró Valeirya Dromashko en su reportaje con unas muy breves palabras: «quiero dinero haya generado yo misma».
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