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En principio, su exchange descentralizado solo soportará ethers y tokens ERC-20.
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Los usuarios que quieran intercambiar otras monedas aún tendrán que entregar sus datos.
El equipo de la plataforma de intercambio de criptomonedas ShapeShift no se resistirá a la creciente popularidad que está experimentando su competencia desde los exchange descentralizados (DEX). Por el contrario, ha decidido aprovecharla formando parte de ella. Su plan se centra en migrar fuera del modelo de negocio que le obliga a cumplir con los procedimientos Conozca a su Cliente (KYC por sus siglas en inglés) para convertirse en una interfaz que opera de manera integrada con protocolos abiertos, sin custodiar fondos ni datos de clientes.
El CEO de ShapeShift, Erik Voorhes anunció mediante una publicación oficial que la empresa eliminará gradualmente su actividad comercial centralizada para adoptar una alternativa descentralizada basada 100% en DEX. De esta manera, ofrecerá sus servicios sin requerir información personal de los usuarios, a quienes les brindará liquidez instantánea sin necesidad de que confíen en un custodio, tal como apunta en el comunicado.
ShapeShift inicialmente se está integrando con protocolos como Uniswap, Balancer, Curve, Bancor, Kyber, 0x y mStable para ofrecer servicios centrados en Ethereum y activos ERC-20. Sin embargo, antes de que finalice el primer trimestre del año planea incorporar “bitcoin nativo no envuelto y otras cadenas líderes que sean compatibles con el comercio descentralizado”, como se lee en la nota.
Para Voorhees, el éxito de los DEX no solo se debe a que permiten operar de manera privada, sino también a que ofrecen a los usuarios una capacidad de auditoría y un control sin precedentes sobre sus activos digitales. También, ofrecen tarifas generalmente más bajas y reducen el riesgo de contraparte. De allí su decisión de unirse a la ola de popularidad que, a mediados de año, llevó a estas plataformas a registrar un volumen récord de comercio mensual.
Voorhees está convencido de que es buen momento para dar un giro y ayudar a sus clientes a conectarse fácilmente con los exchanges descentralizados. “En lugar de resistirnos a una evolución tan hermosa, la adoptaremos”, dijo, al tiempo que expuso las razones por las cuales postergó su decisión hasta ahora: “los protocolos comerciales descentralizados no eran suficientemente viables hace dos o tres años. Pero son viables hoy. El aumento de los exchanges descentralizados en particular este año [2020] ha sido realmente inspirador”.
ShapeShift camina hacia la descentralización
Fundada en 2014, ShapeShift no exigió que sus usuarios cumplieran con requisitos de KYC hasta septiembre de 2018, algo que no fue bien recibido por muchos de sus usuarios. Según Voorhees, la empresa tuvo que ceder a la «coacción» de los reguladores. Desde entonces “hemos estado involucrados en una práctica que no solo es ineficaz, sino además claramente poco ética y peligrosa: la recopilación y vigilancia sin autorización de información personal y privada de individuos inocentes”, agregó.
Una de las características principales de ShapeShift es que los clientes pueden administrar sus activos por sí mismos, manteniendo la custodia de sus fondos. En su plataforma comercian y mantienen sus reservas en bitcoin y ethers. Al integrar el acceso a DEX, los usuarios podrán optar a diversas operaciones como el yield farming o cosecha de rendimiento que busca aprovechar la velocidad de intercambio de estos protocolos descentralizados.
Mientras ShapeShift completa su proceso de transformación, los clientes que deseen comerciar con activos que no son de Ethereum, podrán seguir usando la plataforma anterior con normalidad, al menos hasta fin de año. “Esto todavía requiere KYC, ya que seguimos siendo la contraparte en estas operaciones. Relativamente pronto, este servicio se retirará por completo”, asegura el ejecutivo en el artículo.
Voorhees definió el movimiento que está realizando la empresa como una acción que «abraza los mismos principios que Bitcoin trajo al mundo: descentralización, apertura e inmutabilidad». También cree que pronto más negocios de la industria adoptarán esta estrategia con la idea de empujar hacia la misma dirección.
“Con este cambio fundamental en nuestro negocio, ShapeShift ya no es un exchange o intermediario de ninguna forma. Somos simplemente una interfaz de software que facilita a las personas mantener y administrar sus activos digitales (con sus propias claves, como siempre) e interactuar de manera segura con la tecnología financiera descentralizada. Somos una empresa de tecnología, no una institución financiera.Y así, como ya no somos una contraparte de ninguna de las transacciones de los clientes, nos sentimos cómodos haciendo estos cambios sin dejar de cumplir plenamente con la ley”.
“No más KYC con ShapeShift”, por Erik Voorhees.
Privacidad: un valor que escasea
Varios conocedores del ecosistema han venido señalando que el KYC vulnera la privacidad de los usuarios de criptomonedas. Esto porque la información personal de los clientes de los exchanges y sus transacciones, al manejarse de forma centralizada por parte de los reguladores, corre varios riesgos, entre ellos, está expuesta a ser hackeada y a terminar en la web oscura o en manos maliciosas.
En un esfuerzo por cumplir las normas regulatorias, hace un par de meses ShapeShift optó por eliminar la posibilidad de operar con las criptomonedas centradas en la privacidad como Monero y Dash. De acuerdo con lo informado por CriptoNoticias en su momento, la compañía no ofreció mayor explicación sobre las razones que le llevaron a retirar estos activos de sus listas.
Sin embargo, se sabe que las empresas que ofrecen servicios con criptomonedas reciben presión de los organismos reguladores estatales para que retiren de sus listas las criptomonedas que no son rastreables. De hecho, el CEO de Coinbase, Brian Armstrong había expuesto estas presiones.
En todo caso, la privacidad es un derecho que está amenazado en el ecosistema de las cadenas de bloques. Durante el 2020 varios acontecimientos atentaron contra los datos privados de los usuarios y muchas de las preocupaciones continúan latentes. Sobre todo, porque los organismos estatales continúan apretando aún más la regulación sobre bitcoin y las criptomonedas.
En ese sentido, la Reserva Federal de los Estados Unidos y la Red para el Control de Delitos Financieros (FinCEN) han planteado una reforma que obligaría a todas las instituciones financieras, incluidos los exchanges, a informar sobre operaciones internacionales que superen los 250 dólares. Hay quienes consideran esta propuesta como una verdadera amenaza a la privacidad financiera.