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La mayoría de holders de ETH quedó en una posición de pérdida.
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Históricamente, este patrón antecede a recuperaciones de precio.
El precio de ether (ETH) se está desangrando. Aunque la expresión es un tanto exagerada, hay motivos de sobra para utilizarla.
Y si no, basta con observar el rendimiento que ha tenido la criptomoneda nativa del ecosistema Ethereum durante el primer trimestre del 2025.
Como muestra el siguiente gráfico de Coinglass, esta es la tercera vez en su historia que ETH cierra un primer trimestre en negativo: en 2018 sufrió una caída del 46,61%, en 2022 con un 10,75% y en 2025 lleva un 45,41% de caída.
La caída se profundiza aún más cuando se mide el precio de ETH en bitcoin (BTC), ya que este descendió por debajo de los 0,019 BTC, el menor nivel desde 2020.
Por si esto fuera poco, analistas de CryptoQuant, una firma de análisis de datos on-chain, advierten que el precio de ETH cayó por debajo de su “precio realizado”.
Se trata de una métrica que muestra cuánto pagó, en promedio, cada uno de los inversionistas que adquirieron ETH, según la última vez que cada moneda se movió dentro de la red.
Esto permite identificar el valor real que el mercado le asigna al activo, más allá del ruido diario de los precios.
Para los analistas de CryptoQuant, el “precio realizado” brinda una visión más realista del valor que los inversionistas le asignaron a sus ETH.
La diferencia con el precio actual del mercado, que puede subir o bajar como una montaña rusa, es que el precio realizado se basa en datos históricos y difiere de la cotización que figura en las plataformas de trading.
Tal como se observa en el siguiente gráfico, la cotización de ETH cayó por debajo de 1.500 dólares mientras que el precio realizado (línea naranja) está por encima de 2.000 dólares.
Ahora bien, cuando el precio de ETH cae por debajo del precio realizado, significa que la mayoría de los inversionistas están experimentando pérdidas.
Sin embargo, hay luz en medio de tanta oscuridad: históricamente, las caídas por debajo del precio realizado marcan una fase de capitulación.
¡Pero eso quiere decir que los inversionistas perdieron la confianza y venden sus tenencias!
Sí, es cierto. Pero, al tratarse de datos históricos, no podemos omitir que este comportamiento, que coincide con zonas de mínimos, suele anticipar momentos de fuertes recuperaciones en el precio.
En el siguiente gráfico se observa el precio realizado de ETH segmentado por cohortes, es decir, grupos de direcciones según la cantidad de monedas que poseen. Cada línea de color representa el costo promedio de adquisición de ETH para distintos niveles de tenencia: desde las grandes ballenas (más de 100.000 ETH) hasta los tenedores medianos. Al comparar estas líneas con el precio actual (línea negra), se puede identificar qué grupos están en ganancia o en pérdida.
Sin embargo, aquí es importante marcar que cada vez que ETH tocó mínimo de precio, posteriormente registró un movimiento alcista.
Un ejemplo claro es el círculo rojo en el gráfico, que marca el colapso de Terra USD y el token LUNA, cuando ETH tocó los 870 dólares antes de comenzar a recuperarse.
Para entender cómo ETH llegó a cotizar por debajo de 2.000 dólares, conviene hacer un breve repaso de lo que está ocurriendo dentro de su propio ecosistema.
El gran desafío de Ethereum
Antes de continuar, es importante aclarar que el mercado de las criptomonedas está sufriendo el impacto de los aranceles recíprocos que anunció Donald Trump, presidente de Estados Unidos, en el marco del “Día de la Liberación”.
Como ha reportado CriptoNoticias, la mayoría de las criptomonedas que integran el top 100 por capitalización de mercado están en rojo en medio de las tensiones globales y turbulencias económicas que despierta la “guerra de aranceles”.
Este contexto no es favorable para bitcoin (BTC) y las criptomonedas como ETH debido a que la mayoría de los inversionistas los consideran activos de riesgo. Por lo general, en estos escenarios, es cuando aumenta la demanda por instrumentos financieros como los bonos del Tesoro, que generan menos rendimientos pero están menos expuestos a las fluctuaciones del mercado.
A esto hay que sumarle que el ecosistema Ethereum atraviesa un momento complejo desde la activación de Dencun.
Esta actualización, que fue implementada en marzo de 2024, reorganizó la forma en que se gestionan los datos en la red principal de Ethereum. Gracias a esto, se redujeron los costos operativos de las redes de segunda capa (L2), como Base, Celo, Optimism y Arbitrum, al facilitar la publicación de lotes de transacciones.
A pesar de estos beneficios, los resultados no fueron los esperados para los inversionistas de ETH. Es que la proliferación de las redes L2 repercutió en el precio de la criptomoneda.
Esto ocurre porque muchas transacciones ocurren por fuera de la red principal y eso reduce el uso de ETH para el pago de comisiones. En términos más simples, aunque impulsa la adopción del ecosistema, disminuye la demanda de ether y, por ende, cae su precio.
VanEck, una firma de gestión de activos digitales, remarcó en su resumen mensual de criptomonedas que ETH es el “rezagado notable de marzo».
En el informe, los analistas hacen mención a Standard Chartered, un banco multinacional con sede en el Reino Unido, que actualizó las proyecciones de precio del activo para 2025 y las redujo de 10.000 a 4.000 dólares.
Entre los problemas estructurales que citaron los especialistas, se destaca el hecho de que Base, la L2 de Coinbase, ha desviado más de 50.000 millones de dólares en capitalización de mercado y una parte sustancial de las tarifas por transacción.
Asimismo, otra señal de debilitamiento es que ETH ya no domina el valor en el ecosistema.
Según datos de la plataforma Ultra Sound, Ethereum tiene un valor de 450.000 millones de dólares. De ese total, 185.390 millones de dólares corresponden a ETH, 242.070 millones de dólares a los tokens ERC-20 y 12.660 millones de dólares a tokens no fungibles (NFT).
Pero, para algunos analistas, la cotización del activo se está preparando para un fuerte movimiento al alza.
Potencial alcista para ETH
Erika Espinal, analista de mercado de criptomonedas, señala que ETH tiene potencial alcista y remarca: “Nadie lo dice, pero el uso de ETH no ha bajado, sino que ha cambiado. Ahora se utiliza como colateral para tomar préstamos dentro de las finanzas descentralizadas (DeFi), especialmente en las L2. No se gasta en fees (tarifas), pero se está utilizando más que nunca para apalancarse y comerciar. Cuando esas capas maduren, la demanda va a explotar”.
Por su parte, el trader Mandela Amoussou, considera que el gran catalizador del precio será la integración del staking en los fondos cotizados en bolsa (ETF) basados en ether.
Como reportó CriptoNoticias, Fidelity y 21Shares presentaron propuestas para incluir esta opción en sus ETF, lo que genera expectativas positivas.
Cabe aclarar que Ethereum funciona con un mecanismo de prueba de participación (PoS), que permite a los inversionistas bloquear sus tenencias en la red y obtener rendimientos a través del staking.
Por último, la Fundación Ethereum, la entidad encargada de promover el desarrollo de la red, prepara el lanzamiento de Petra. Según se anunció, la actualización traerá la “mayor mejora de la historia en experiencia de usuario”.
La activación se haría efectiva el próximo 30 de abril y hará modificaciones en escalabilidad, eficiencia, experiencia del usuario y staking.
Será cuestión de tiempo saber si, finalmente, estas novedades actúan como un torniquete y frenan la hemorragia que está sufriendo ether.