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Las tasas de interés se mantienen en un rango entre 0% y 0,25%.
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La contracción del PIB en el segundo trimestre es la peor en 70 años.
El resurgimiento de los contagios de coronavirus está afectando negativamente la economía de Estados Unidos, dijo este miércoles Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal (Fed).
El funcionario prometió que el banco central de los Estados Unidos está dispuesto «a hacer lo que pueda, por el tiempo que haga falta» para limitar los daños a la economía e impulsar su crecimiento.
«La crisis de salud pública afectará fuertemente la actividad económica, el empleo y la inflación en el corto plazo y coloca riesgos considerables al panorama económico a mediano plazo», dio la Reserva Federal en un comunicado. El camino que tome la economía, acota la Fed, dependerá significativamente de la vía de evolución del virus.
A la luz de este desarrollo, el Comité [de Gobernadores de la Fed] decidió mantener el rango de la tasa de fondos federales entre 0 y 1/4 por ciento. El Comité espera mantener este rango hasta que la economía haya superado los eventos recientes y se dirija a lograr sus objetivos máximos de empleo y estabilidad.
Reserva Federal de Estados Unidos.
Este jueves 30 de julio, la Oficina de Análisis Económico (BEA) publicó su reporte sobre las estadísticas del segundo trimestre de 2020, que confirmó el temor sobre una caída récord de la actividad económica y del consumo.
Con una contracción del 32,9% en el producto interno bruto, se registra el mayor decrecimiento trimestral desde que la BEA comenzó sus registros en 1947. Antes de esta pandemia, el peor decrecimiento del PIB ocurrió en el primer trimestre de 1958, cuando cayó 10%. En el primer trimestre de este año, la contracción fue de 5%, primer decrecimiento trimestral desde 2016, como se ve en la gráfica siguiente.
El consumo también cayó 34,6% en el segundo trimestre, frente a un decrecimiento de 6,8% en el primer trimestre.
El dramático decrecimiento del PIB en el segundo trimestre, dice la BEA, reflejó la respuesta del gobierno ante el COVID-19, que incluyó medidas de distanciamiento social, ordenadas en EE. UU. en marzo y abril, que fueron parcialmente suspendidas en mayo y junio. También se ordenaron los pagos de asistencia, distribuidos a familias y empresas, que totalizaron más de 2 billones de dólares.
Por el efecto a mediano plazo de la impresión de dinero, esos primeros auxilios federales de marzo llevaron a los inversionistas a buscar activos de refugio, ya que, si bien en el corto plazo pueden estimular el crecimiento, a mediano y largo plazo debilitan la moneda y favorecen la inflación. Esto contribuyó en parte a la recuperación de bitcoin después de la caída de los mercados el 12 de marzo.
Más recientemente, las conversaciones en el congreso de Estados Unidos sobre una segunda fase de auxilios a la economía y declaraciones previas de la Fed sobre la continuación de su política monetaria, influyeron en el auge alcista de bitcoin que se inició a fines de la semana pasada y que llevó a esa criptomoneda a superar los USD 10.000.