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Bitcoin está siendo visto como un activo de riesgo.
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Hay signos de recesión que afectan a los mercados financieros globales.
El precio de bitcoin (BTC) abrió la semana con una caída del 15%, pasando hoy desde 58.000 hasta los 49.000 dólares (USD). Se trata de su mayor retroceso diario en lo que va del 2024, propiciado por las tensiones mundiales que afectaron los mercados.
El índice Nikkei 225, que recopila las principales acciones japonesas de Tokio, cayó hoy más de 14%, lo que es su peor desempeño diario desde 1987. Con tal movimiento, como se ve a continuación, borró su alza del último año. Asimismo, las bolsas europeas abrieron a la baja, siguiendo con el retroceso que tuvieron las estadounidenses la semana pasada, que experimentaron máximos históricos en julio.
Con este panorama, el VIX, una medida de proyección de la volatilidad, saltó a 53,39, su punto más alto desde abril de 2020. Mientras tanto, el sentimiento del mercado cayó a su nivel de miedo más bajo en casi un año, según el indicador de CNN.
“Huele a 1987”, comentó al respecto Neil Newman, jefe de estrategia de la asesora financiera Astris Advisory en Tokio. Basa este comentario en relación al “lunes negro” de tal año en el cual cayeron fuertemente los mercados mundiales.
Las razones detrás de estas presiones bajistas, de las cuales bitcoin no está exento, se pueden resumir principalmente en 4 factores.
Hay indicios de recesión
El aumento de empleo se desaceleró en Estados Unidos, con una disminución de 179.000 puestos de trabajo, mientras la tasa de desempleo subió a 4,3%. Con esto, han crecido los temores de una recesión (desaceleración de la economía), pese a que se aproxima una reducción de tipos de interés, las cuales se mantienen en las más altas en dos décadas.
“Los rumores tienen que ver con el efecto contagio de esta agresiva embestida bajista, subrayada por los temores de un aterrizaje forzoso en Estados Unidos y un colapso severo en los mercados de Tokio, que ahora parecen perpetuarse”, señaló Newman.
El mercado se muestra descontando la esperada reducción de tasas de interés como tardía en este panorama. Se debe ello a que, aunque tal jugada tiende a facilitar la mejora de las actividades económicas, la agresiva política monetaria mantenida puede haber dejado a las empresas en una posición débil.
El menor empleo, en medio de la debilidad empresarial, refuerza además la posibilidad de menor consumo dando lugar a una recesión. Reconocidos analistas e inversionistas como Warren Buffet han estado disminuyendo sus posiciones en los mercados bursátiles en este panorama.
“No estamos en una recesión ahora, pero el impulso está en esa dirección”, dijo la economista Claudia Sahm, ex miembro de la Reserva Federal (Fed). “Una recesión no es inevitable y hay un margen sustancial para reducir las tasas de interés”, agregó.
El apetito por riesgo se desploma
Con la debilidad que está mostrando Estados Unidos que repercute a nivel global, las principales acciones han culminado la tendencia alcista que mantenían desde hace un año y medio.
Además, el desempeño de la moneda japonesa muestra implicaciones en las acciones en su región. “La única razón por la que el mercado japonés ha subido con tanta fuerza en los últimos dos años es porque el yen japonés ha estado muy, muy débil”, dijo Kelvin Tay, director regional de inversiones de UBS Global Wealth Management.
“Una vez que se revierte —como está sucediendo ahora—, tienes que salir y creo que todos están saliendo ahora mismo como resultado de eso”, agregó el directivo de UBS. En otras palabras, ante el repunte de la moneda japonesa ante el incremento en las tasas de interés por primera vez en ocho años, el mercado parece estar pasándose al efectivo luego de un alza sostenida de las acciones.
A continuación, puede observarse la caída del precio del dólar (USD) en relación al yen japonés (JPY), situación impulsada por la subida de tasas de interés en el país asiático.
Tensiones políticas y guerras empeoran el contexto
En medio de la actual crisis financiera, el contexto geopolítico juega un papel crucial que aumenta las tensiones en los mercados. Mientras continúa la guerra de Rusia y Ucrania, Irán se muestra en batalla contra Israel en su conflicto con Gaza, y las tensiones militares han aumentaron entre China y Taiwán.
El precio de las acciones del fabricante de armas Lockheed Martin ha subido 23% en un mes. Este movimiento, mientras el mercado se ha hundido, refleja el incremento de las preocupaciones y tensiones globales.
Además de este contexto riesgoso de una tercera guerra mundial, la situación local de ciertos países tampoco está calma. En Reino Unido ha ganado soporte la comunidad musulmana, que repudia a partidos tradicionales por su apoyo a Isarel en el conflicto de Gaza.
Mientras tanto, Venezuela está siendo observado de cerca en el mundo mientras crecen los disturbios por las sospechas de fraude en las elecciones presidenciales. De momento, el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha mostrado pruebas que comprueben el triunfo declarado de Nicolás Maduro.
Bitcoin está siendo visto como activo de riesgo
Con la incertidumbre económica y política que presenta el entorno global, bitcoin ha mostrado correlación con la caída de las bolsas mundiales. Este movimiento refleja que está siendo visto por los inversionistas como activo de riesgo, pese a ser considerado por muchos como “oro digital”.
En momentos de crisis, el oro tiende a subir de precio, mientras los activos de riesgo decaen. Si bien el metal precioso abrió a la baja este lunes negro para múltiples mercados, se mantiene dentro del rango lateral que lleva desde mediados de julio cuando marcó un nuevo máximo histórico de USD 2.400, como exhibe el gráfico.
Esto se diferencia del comportamiento que están mostrando las principales acciones del mundo y bitcoin, que están alejándose de sus récords históricos tocados este año. Se puede observar ello en el siguiente gráfico que exhibe el desempeño de la moneda digital.
No obstante, como reportó CriptoNoticias, en caso de que gane fuerza la narrativa de bitcoin como moneda descentralizada, antiinflacionaria y resistente a la censura, podría salir beneficiada de una agudización de la crisis.