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Según Maxwell, no es el momento para que los desarrolladores pidan ayuda pública contra las demandas
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Desarrolladores tienen que pensar en el costo de los litigios antes de trabajar en Bitcoin.
Las demandas y asuntos judiciales son la nueva amenaza para los desarrolladores de Bitcoin (BTC). Ante la presión multimillonaria que se puede ejercer por parte de personajes como Craig S. Wright contra quienes colaboran con el protocolo de la primera criptomoneda, muchos han preferido desistir y dejar de participar.
Así lo sugiere uno de los desarrolladores más importantes de la red, Gregory Maxwell. Para él, cualquier persona involucrada en el desarrollo de Bitcoin «corre el riesgo de ser objeto de múltiples demandas multimillonarias».
Los comentarios de Maxwell fueron publicados en Reddit, donde formó parte de un debate en torno a las actualizaciones en el protocolo y las revisiones que deben hacerse.
Como ejemplo, se citó a él mismo, quien, a pesar de que no ha participado durante varios años en el desarrollo de la red, recibió denuncias en 2021 por parte de Wright, quien se autoproclama el «creador» de Bitcoin, el «verdadero» Satoshi Nakamoto.
“Nos demandaron el 12 de mayo de 2021. Intenté convencer a la comunidad de que (Craig) Wright era una amenaza real durante varios años sin éxito: debido a que su estafa es tan obvia para muchas personas, parece que no creen que es una amenaza hasta que enfrentan la realidad personalmente. También entiendo que a los desarrolladores activos se les enviaron amenazas formales de dos demandas adicionales alrededor del 10 de noviembre de 2021, y Wright hizo una serie de declaraciones públicas sobre una cuarta causa de acción el 29 de diciembre de 2021, que aún no se ha convertido en una amenaza formal”.
Gregory Maxwell, desarrollador de Bitcoin.
¿Y quién es Wright? En palabras sencillas, es un informático y empresario australiano quien afirma ser el creador del libro blanco de Bitcoin. Por sus acciones, como demandar a otros desarrolladores que ejecutan el protocolo, se ha ganado el rechazo de la comunidad bitcoiner internacional.
No obstante, y según lo explicó Maxwell, mucha gente negaba la amenaza que representaba Wright para Bitcoin. «Se quedaron pensando que solo era un troll de Internet que quería llamar la atención, incapaz de creer que alguien pudiera enamorarse de él».
Pero los hechos demuestran lo contrario. Tal como lo ha reseñado CriptoNoticias, este empresario llegó a verse favorecido en junio por la sentencia de un tribunal británico. En ese momento, se le obligó al desarrollador de bitcoin.org a retirar el White Paper de la criptomoneda de su sitio web.
Aunque eso duró poco. En diciembre, este medio reportó el revés que sufrió Wright. El Tribunal Superior de Inglaterra y Gales negó una moción para excluir evidencia en una audiencia que buscaba determinar si el informático es el verdadero autor del documento fundacional de Bitcoin.
Esto, tras recibir una demanda de la organización COPA (Cryptocurrency Open Patent Alliance), creada por Square (actual Block), en la cual se le solicitó una declaratoria de que él no es el autor, ni el dueño de derechos de autor del Libro Blanco de Bitcoin.
Costos por trabajar en Bitcoin
Maxwell apunta que, si bien trabajar en Bitcoin tiene claros beneficios, como el mero hecho de contribuir a la nueva economía, también tiene sus costos, y uno de ellos es, precisamente, los litigios y todo lo que suponen.
«Hay beneficios de trabajar en Bitcoin, pero también hay muchos costos: fácilmente se podría escribir un libro completo sobre el tema. Estos ataques legales y la amenaza de su continuación son un costo adicional muy sustancial a considerar», explicó.
Y por eso, alertó, los colaboradores se han detenido absolutamente, «tanto por el ataque directo como por la histórica falta de apoyo de la comunidad para abordar la exposición».
De hecho, se sabe que ha habido desarrolladores de Bitcoin que renunciaron recientemente. En diciembre, CriptoNoticias reportó la despedida de uno de ellos, John Newbery, quien dijo que se iría «por algún tiempo», sin dar detalles sobre su regreso.
Si se habla sobre las ganancias, es sabido que Bitcoin, por ser un proyecto colaborativo con más de 100 colaboradores contribuyendo a su código, sigue operando, pero gracias al trabajo voluntario y las subvenciones que empresas e instituciones suelen darles a los desarrolladores.
Sobre el anonimato de los desarrolladores como una forma de seguir participando sin correr el riesgo de ser demandado por el equipo legal de Craig Wright, explicó que, aunque haya colaboradores operando a lo clandestino, no es algo de tanta importancia. Esto, pues «varios de los acusados como yo no han desarrollado Bitcoin durante años, pero Wright simplemente se da la vuelta y alega que estamos haciéndolo en secreto».
«La mayor protección [para los desarrolladores] es que cualquier usuario pueda, en cualquier momento, convertirse en colaborador por sí mismo, si surge la necesidad», apuntó Maxwell.
¿Pedir ayuda?
El desarrollador de Bitcoin precisó que, hasta ahora, no han solicitado ayuda pública para protegerse y enfrentar las querellas de Wright, ya que «el momento no es el adecuado» y, además, «los casos judiciales son extremadamente lentos».
De hecho, dice que si arman «un gran revuelo» ahora, «para cuando haya más que hacer, el asunto será noticia vieja y habrá perdido la atención del público».
Así, considera que lo más importante por hacer ahora mismo no guarda relación directa con la demanda contra los desarrolladores actuales y anteriores, pues el proceso «ya está avanzando». «Y a menos que desee ayudar a la investigación de las actividades de Wright, no hay nada que se pueda hacer en este momento», indicó.
No obstante, la ayuda está disponible. A inicios de mes, CriptoNoticias reportó que Jack Dorsey, fundador de Twitter y CEO de Block, lanzó un Fondo de Defensa Legal de Bitcoin, para brindar asistencia jurídica a los desarrolladores de la red.
El bitcoiner argumentó que la ausencia de apoyo legal ha derivado en que algunos desarrolladores capitulen frente a demandas y demás litigios en su contra.
«Los desarrolladores de código abierto, que son con frecuencia independientes, son especialmente susceptibles a la presión legal. En respuesta, proponemos una respuesta coordinada y formal para defenderlos», comentó en su momento Dorsey.
Pero es tarde, cuatro años tarde. Al menos para Gregory Maxwell. Él sugiere que la industria «ha sido agresiva y sistemáticamente insensible y desdeñosa a la amenaza durante años y eso aún no ha cambiado».
“Sí, es cierto que recientemente un par de personas han propuesto iniciar algunas acciones de protección, pero es cuatro años tarde. En particular, muchas cosas que podrían haberse hecho para abordar esto no se hicieron y no se pueden hacer de manera efectiva después de que las demandas comenzaron a volar, o incluso pueden ser contraproducentes ahora que podrían caracterizarse como una respuesta interesada a una parte agraviada. Más vale tarde que nunca, pero aún no está hecho y solo puede deshacer parcialmente el daño creado por los retrasos”.
Gregory Maxwell, desarrollador de Bitcoin.
Las demandas judiciales, tal como lo pinta Maxwell, si bien son un factor determinante para la operatividad de los desarrolladores, no significan el detenimiento parcial de sus colaboraciones. China es un ejemplo clave de cómo la persecución, a veces, puede terminar reforzando lo que se quiere destruir.