La Fundación Tara Expeditions, en conjunto con la agencia de publicidad Fred & Farid (FF) de Los Ángeles, pusieron en marcha el «Ocean Miner», un equipo para minar bitcoin que obtiene la electricidad que requiere de una turbina marina. Esta fue colocada hace un mes en el golfo de Morbihan en Bretaña, Francia, donde las corrientes marinas y las mareas están entre las más fuertes de Europa.
Tara Expeditions, con sede en París, tiene 15 años investigando la biodiversidad y el clima en los océanos del mundo. Esta fundación promovió la instalación del Ocean Miner, en colaboración la Agencia FF, como una prueba de concepto sobre la energía renovable, que le permitiera, al mismo tiempo, obtener una parte de los fondos que requiere para continuar con sus investigaciones.
Tara explica el funcionamiento de este dispositivo, que combina un equipo de minería de bitcoins con una modalidad novedosa para el suministro de la energía eléctrica requerida:
El equipo de la Fundación Tara y la Agencia FF imaginaron un sistema inédito compuesto de una turbina hidráulica, instalada en Bretaña, en Morbihan, donde las corrientes marinas y las mareas están entre las más fuertes. Esta turbina es accionada naturalmente por la fuerza de las corrientes, lo que convierte la energía del océano en electricidad. Un ordenador especializado en minería, en la producción de bitcoins, está conectado a la turbina. Las monedas digitales generadas son convertidas en euros y pueden reinvertirse directamente en la investigación del océano.
En su primer mes de operación, el Ocean Miner ha producido unos 200 euros, según el director general de Tara, Romain Troublé. «Es sólo una gota en el océano, pero la idea es seductora». En momentos en que los retos para el planeta son colosales y los costos de las misiones científicas son tan elevados, sostiene Troublé, ningún financiamiento es descartable.
La criptocomunidad ha sido convocada en el pasado a colaborar en donaciones de caridad. Entre otras iniciativas, Unicef France concibió el programa Game Chaingers, en el que los entusiastas de los juegos de vídeo usaban sus tarjetas gráficas para minar criptomonedas -en momentos en los que el computador no estaba en uso-, a través de un software provisto por Unicef, con el fin de donarlas a la organización.
Si el Ocean Miner se extiende más allá de este proyecto piloto, los océanos producirían bitcoins para ayudar a su propia preservación, pero, además, sería una solución sostenible a la constante crítica que ha recibido la minería de Prueba de Trabajo (PoW) sobre su gran consumo de electricidad.
Imagen Destacada por Tara Expeditions Foundation