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Las nuevas demandas anexadas al caso también acusan al CEO de Ripple, Brad Garlinghouse.
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Se suman acusaciones para respaldar a los demandantes ante un veredicto adverso del jurado.
Los inversionistas de XRP han presentado una queja enmendada contra Ripple en una demanda de larga duración que alega incumplimiento de la Ley de Valores de los EE. UU.
La demanda colectiva, de hace dos años, señala que Ripple, una compañía de infraestructura de pagos en blockchain, violó las leyes de valores con sus ventas y su comercialización de la criptomoneda XRP. El caso ha sido presentado de nuevo con demandas adicionales para respaldar la acusación de que Ripple y su CEO, Brad Garlinghouse, han llevado a cabo prácticas de negocio fraudulentas.
La demanda, que tiene al antiguo inversionista de XRP, Bradley Sostack, como demandante principal, fue presentada en beneficio de todos los inversionistas que compraron tokens XRP emitidos y vendidos por Ripple. La demanda expone la existencia de un esquema para recaudar cientos de millones de dólares por medio de la venta de un valor no registrado, en este caso XRP, a los inversionistas minoristas.
Según un documento de la corte presentado el 25 de marzo, un sexta demanda de compensación afirma falsa publicidad, lo cual viola las leyes de negocio de California. Cabe resaltar, que esta enmienda se hace «bajo la teoría alternativa de que XRP no es un valor». Una séptima demanda adicional además acusa a la compañía de competencia injusta en violación de las mismas leyes de California, también bajo la teoría de que XRP no es un valor.
Los demandantes parecieran intentar utilizar algunas «teoría alternativa» en la demanda, en caso de que el jurado juzgue que Ripple no emitió ni vendió un valor no registrado.
Los otros cambios notables en la demanda apuntan a Ripple y a Garlinghouse, citando sus declaraciones de que XRP es un token de utilidad esencial para pagos internacionales y que su venta está principalmente dirigida a los proveedores de mercado.
«Sin embargo, como se discutió anteriormente, más del 60% de XRP es propiedad de Ripple, y ninguno de estos tokens es utilizado para nada más que para ser vendidos en el futuro a fin de invertir», declaran los demandantes.
Las demandas indican que Garlinghouse supuestamente estaba «apoyando el hodl, con lo cual buscaba mantener los XRP y obtener ganancias a largo plazo». Eso, declara el documento, «es falso, dado que a lo largo del 2017 Garlinghouse vendió millones de XRP a varias casas de cambio de criptomonedas». Revisiones del libro contable de XRP indican que Garlinghouse vendió al menos 67 millones de XRP en 2017. «Vendía los XRP apenas los recibía», afirman.
Bajo la ley de California, los demandantes poseen la opción de volver a presentar demandas enmendadas dentro de los 28 días posteriores a sentencias previas. El juez Phyllis Hamilton, del Distrito Norte de California, declaró en febrero pasado que la demanda podía ir a juicio e incluir otras demandas presentadas bajo la Ley Federal. Sin embargo, desestimó algunas demandas solicitando que se vuelvan a presentar.
La orden siguió a una audiencia celebrada a mediados de enero entre el demandante, Bradley Sostack, y el acusado, Ripple, junto a su subsidiaria XRP II y el CEO, Garlinghouse.
Versión traducida del artículo de Sebastian Sinclair, publicado en CoinDesk.