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Las CBDC están entre los métodos para evitar que el público “recurra a las criptomonedas”.
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El BIS cree que los bancos centrales deben jugar un rol esencial en los pagos de Latinoamérica.
El Banco de Pagos Internacional propone a los bancos centrales de América Latina el desarrollo e implementación de nuevos mecanismos de pago que puedan impedir el avance de las criptomonedas en la región.
Según señala el BIS en su más reciente informe, solo el desarrollo de sistemas más avanzados impedirá que las personas utilicen medios de pago que el organismo considera «menos seguros o transparentes», entre los cuales menciona a las stablecoins, y las criptomonedas como bitcoin.
De esta manera el organismo coloca a las monedas digitales de banco central (CBDC) en la lista de los tres medios de pago que -a su juicio- podrían hacer contrapeso a criptomonedas y stablecoins, además de solucionar los problemas que existen en el entorno bancario de América Latina.
Estas dificultades tienen que ver con los altos costos de los servicios, su alcance limitado y la exclusión financiera de una gran franja de la población.
En ese sentido, el segundo mecanismo que se recomienda a los bancos centrales son los sistemas rápidos de pago minorista (FRPS), accesibles a bajo costo (o sin ninguno) para los usuarios. Son instrumentos digitales para el envío y la recepción inmediata de dinero, disponibles las 24 horas.
El tercer mecanismo recomendado es el de los entornos favorables para la banca abierta, que permiten el intercambio de datos entre instituciones financieras bancarias y no bancarias con terceros, a través de API.
El BIS considera urgente el desarrollo de estos tres métodos para competir con los medios de pago emergentes (entre ellos las criptomonedas). Se espera también dar respuestas a la crisis actual de los sistemas de pago, una situación que se ha visto agudizada este 2020 con la expansión del covid-19.
Para superar estas limitaciones, algunos de los bancos centrales más grandes de la región han tomado la iniciativa de introducir pagos minoristas rápidos y desarrollar un ecosistema bancario abierto. Varios otros han lanzado programas piloto de moneda digital del banco central. Es probable que el cambio a los pagos digitales, que está respaldado por estas iniciativas políticas, reciba un mayor impulso por la pandemia.
Informe del BIS
En su informe, el BIS destaca el uso más amplio de Internet y teléfonos móviles en la región, así como un aumento de los márgenes de pagos seguros en línea (PSP). Una situación que ha propiciado el surgimiento de un mercado atractivo para nuevas empresas y la adopción de métodos de pagos innovadores y más convenientes.
Una gran parte de estas nuevas compañías (25%) surgieron en 2020, acota el BIS. «Ofrecen al público pasarelas de pago, agregadores, billeteras digitales y POS móvil, entre otras innovaciones».
En este contexto, el organismo internacional cree que los bancos centrales y otras autoridades públicas deben jugar un papel más esencial en el nuevo sistema de pagos que se configura en América Latina. Esto con el objetivo de «garantizar niveles adecuados de seguridad, cobertura y competencia».
Los bancos centrales y otras autoridades pueden imponer estándares comunes (sobre gestión de riesgos, formatos de mensajería, etc.), promover la competencia, tomar la iniciativa para fomentar y coordinar proyectos entre múltiples operadores del sector privado, invertir en la construcción de parte o la totalidad de la infraestructura básica y/o directamente operarlo.
Informe del BIS.
El rol de las monedas digitales de banco central, según el BIS
Al referirse a las monedas digitales de banco central, el BIS las describe como un mecanismo que ofrecerá al público «dinero seguro». Estarán disponibles fácilmente para individuos y empresas, y complementan el efectivo físico.
El reporte habla principalmente de las monedas digitales minoristas, tipo cash like, tal como las clasifica CriptoNoticias en un artículo. Este tipo de CBDC se corresponde con la mayoría de los proyectos que se manejan en la región. Menciona así al sand dollar de las Bahamas, el DCash de las islas del Caribe Oriental, y el proyecto de peso electrónico de Uruguay.
Recuerda, por tanto, que muchos bancos centrales del mundo están examinando actualmente el diseño y las características técnicas de las monedas digitales de banco central.
En términos generales, el BIS las califica como un instrumento que puede contribuir a una mayor adopción de los pagos digitales en la región, pero manteniendo el vínculo con los bancos centrales.
Sin embargo, aun piensa que este tipo de monedas presentan «un riesgo importante de desintermediación».
Manifiesta así el interés que se tiene en mantener el control de los sistemas de pago. Un supuesto que ha sido confirmado por las declaraciones de Agustín Carstens, gerente general, quien dijo en octubre pasado que con las CBDC los bancos centrales tendrán un control total sobre las reglas, regulaciones y uso del dinero en cada país.