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Según Lagarde, la sobreimpresión no sería un problema para la estabilidad de precios.
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Este año, Europa ha comprado deuda como respuesta a la crisis económica por la pandemia.
El Banco Central Europeo (BCE) no tendría ningún impedimento para cubrir pérdidas imprimiendo euros a discreción, tal como ha hecho la Reserva Federal (Fed) en Estados Unidos en los últimos tiempos. Así se desprende de unas recientes declaraciones de Christine Lagarde, presidenta del BCE.
Lagarde aseguró que el BCE no podría nunca quedar en quiebra y siempre tendría dinero. Incluso, en caso de pérdidas por los bonos y compra de deuda para paliar la crisis económica que ha ocasionado la pandemia, dijo la representante de la entidad citada por Reuters.
En respuesta a un miembro del Parlamento Europeo, Lagarde aseguró: «como único emisor de dinero del banco central denominado en euros, el Eurosistema siempre podrá generar liquidez adicional según sea necesario».
Por otra parte, la ejecutiva expuso que en cualquier escenario, la institución no tendría problemas manteniendo la estabilidad económica en la región. “Cualquier pérdida financiera, si ocurriera, no afectaría nuestra capacidad para buscar y mantener la estabilidad de precios”, añadió.
Ya en octubre pasado, Lagarde había adelantado la posibilidad de ejecutar una estrategia de emisión de euros a la que había estado aplicando la Fed en Estados Unidos. Como reportó CriptoNoticias en ese momento, esta política haría superar la inflación proyectada anualmente, por encima de un 2%.
La cabeza del BCE se ha planteado esta opción, a pesar de que el propio presidente de la Fed, Jerome Powell, ha reconocido que su país imprime más dinero del que necesita, como reseñamos en este medio.
Deuda y recesión en Europa por el coronavirus
Hace apenas unos días, la presidenta del ente emisor de moneda en Europa se refirió a la situación actual de la región como una “recesión muy inusual”. Ante los ojos de Lagarde, este ha sido el resultado del “cierre deliberado de la economía provocado por el COVID-19”.
Como respuesta a la crisis económica, la política del BCE ha sido comprar más deuda y la creación de un fondo de recuperación. En primera instancia, ese fondo sería de 750.000 millones de euros, aunque el monto se amplió poco después a unos 1,35 billones de la moneda europea.