Instituciones públicas y privadas han apoyado la tesis de que la tecnología blockchain tiene potencial como tecnología separada de las criptomonedas, señalando que la cadena de bloques les agregaría valor a sus procesos productivos, mencionando la transparencia, la inmutabilidad de los registros y la seguridad como los principales beneficios que una cadena de bloques les otorgaría.
Si bien esos son los beneficios de la blockchain de Bitcoin, no todo “proyecto blockchain”, al replicar su código, también los ofrece. Esto es porque Bitcoin es más que solo blockchain. La cadena de bloques es apenas una parte integrante de Bitcoin.
Una blockchain o cadena de bloques es definida en la página oficial de Bitcoin como “un registro público de las transacciones Bitcoin en orden cronológico”, la cual es compartida entre todos los nodos de Bitcoin y cuya utilidad radica en la verificación de las transacciones para prevenir el doble gasto de criptomonedas.
Ahora bien, Bitcoin es definido como “una red consensuada que permite un nuevo sistema de pago y una moneda completamente digital”, que además es una red Peer-to-Peer (entre pares) en la cual existe descentralización desde el punto de vista gubernamental, ya que no hay una autoridad central, como un banco, que autorice o no esas transacciones, sino que es una organización colectiva que se encarga de tal trabajo.
En Bitcoin, para evitar que la cadena de bloques sea corrompida, se utilizan pruebas matemáticas creadas a partir de la criptografía, lo que le otorga seguridad a la blockchain. Estas pruebas son resueltas por las computadoras y forman parte del mecanismo de consenso llamado Prueba de Trabajo o Proof of Work (PoW).
La Prueba de Trabajo juega un papel crucial en la existencia de Bitcoin. A través de este protocolo se confirman las transacciones, se crean nuevas criptomonedas, se agregan nuevos bloques a la cadena y además, se recompensa a los mineros (con nuevas criptomonedas) por ello.
Ahora bien, a medida que ha crecido Bitcoin, también se ha venido modificando la dificultad para minar, requiriendo de cada vez más poder de procesamiento, aumentando así la seguridad en la red, la cual pudiera verse vulnerada por ataques de concentración de poder, aunque en Bitcoin los mineros se ven más beneficiados si siguen las reglas del juego. Esto último porque si un minero quisiera corromper a la cadena, no solo tendría que realizar una gran inversión en hardware y electricidad, sino que también tendría que volver a minar los bloques inválidos para obtener un nuevo hash que los valide. Sin embargo, debido a que Bitcoin tiene un libro de contabilidad público y cada nodo de Bitcoin tiene una copia de la cadena de bloques, fácilmente los otros nodos podrían detectar cuando alguno esté intentando corromper a la red. Esto porque cada bloque contiene un hash único (el cual se modifica cuando el contenido de un bloque es modificado), cada transacción es única, e incluso, cada bitcoin es único y posee un identificador que se crea cada vez que son utilizados.
Si en la descripción de la blockchain de Bitcoin presentada anteriormente removemos a las criptomonedas, se quitaría poder al protocolo que garantiza la seguridad y la sincronización entre los mineros que mantienen a la red, quienes no hacen una labor altruista: ellos generan y reciben bitcoins como incentivo por procesar las transacciones.
Sin incentivos no habría competencia por conseguir el nonce, nadie invertiría en recursos (hardware y electricidad) para ser los primeros en minar un bloque. Si se elimina el incentivo, probablemente no habría mineros.
La cadena de bloques o blockchain es el libro de contabilidad público donde se asientan todas las transacciones en Bitcoin, pero Bitcoin es más que una cadena de bloques: es un conjunto de tecnologías como lo son las firmas digitales, la cadena de bloques como tal y el protocolo de consenso (Prueba de Trabajo). De forma separada, estas tecnologías no son tan útiles; de hecho, como indicó Satoshi Nakamoto en el paper de Bitcoin: “Firmas digitales proveen parte de la solución, pero los beneficios principales se pierden si existe un tercero confiable para prevenir el doble-gasto”. Señala que para solucionar este problema: “hemos propuesto una red usuario-a-usuario que utiliza prueba-de-trabajo para registrar una historia pública de transacciones”.
Como se ve, la cadena de bloques solo permite el registro de la historia pública de las transacciones. Si pensamos en su aplicación de forma aislada con respecto a las otras herramientas, no parece ofrecer y/o garantizar los beneficios de Bitcoin (inmutabilidad en los registros, transparencia, seguridad y anticensura) y mucho menos ser tan poderosa como la publicitan, señalándola en ocasiones como la solución para diversos problemas de la sociedad, cuando en realidad por sí sola no es más que una base de datos que pudiera ser distribuida o no.
Un proyecto con tecnología blockchain pudiera desarrollarse para un determinado fin, por ejemplo, para cadenas de suministros, para registrar títulos de propiedades, datos que se requieran constantes en el tiempo, entre otros. Pero al igual que en Bitcoin, no bastaría con tener un registro encadenado, sino también otras herramientas que le den valor a la aplicación y que además incentiven a participar en ese proyecto, tal como lo hacen las criptomonedas.
El proyecto también debería ofrecer una solución a un determinado problema, del mismo modo que Bitcoin viene construyendo una solución para el sistema financiero. Además tiene que ser un proyecto que no establezca censuras en cuanto a que todos puedan realizar transacciones en la blockchain y que garantice que los fondos de los usuarios permanecerán seguros. De resto, sin criptomonedas que añadan valor a una blockchain, tal vez ese tipo de base de datos no sea lo más acertado para un determinado fin, y es probable que resulte menos costoso aplicar otro tipo de bases de datos.
Es posible crear nuevos proyectos con el código de Bitcoin, pero tendrían que tener más que una blockchain pública: requerirían de un grupo de mineros que confirmen las transacciones incentivados con criptomonedas y que además mantengan a la red segura, transparente, inmutable y descentralizada a través de un mecanismo de consenso robusto que así lo permita, tal como la Prueba de Trabajo en Bitcoin.
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