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Bitcoin nos da una oportunidad única para separar el dinero y el Estado.
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Bitcoin es lo inmutable entre todo lo que cambia.
El camino de todo Bitcoiner es individual. Toda su vida anterior a Bitcoin, todas sus experiencias sociales y políticas, sus estudios y demás condicionamientos culturales definirán a través de qué cristal observará a Bitcoin y cuánto tiempo le tomará entender realmente su propuesta de valor.
CriptoNoticias, en sus diez años de existencia, también ha vivido su propio proceso de entendimiento. Estando integrado sobre todo por argentinos y venezolanos, estamos en una posición privilegiada para entender por qué debe separarse el dinero y el Estado.
Pero trabajar una década en la industria, siguiendo día a día los acontecimientos, reportándolos, analizándolos y reflexionando alrededor de ellos, nos ha permitido identificar ciclos, patrones y llegar a conocimientos fundamentales sobre cómo funciona esta tecnología y este mercado. En este texto, compartimos con ustedes las 10 principales lecciones que aprendimos sobre Bitcoin y criptomonedas en nuestra primera década.
1.- El ‘don’t trust, verify’ es real
No confíes, verifica. Esta es una de las máximas más antiguas de la comunidad bitcoiner, que alude al núcleo del problema que resolvió Satoshi Nakamoto al crear Bitcoin: la posible traición de la confianza en la emisión y administración de dinero.
La mayoría de los problemas, confusiones y estafas que suceden, no solo en este ecosistema, sino en el dinero y en Internet, se dan porque alguien confió ciegamente y no verificó por sí mismo.
Y esto no sucede únicamente con no verificar en tu hardware wallet la dirección a la que envías; con bajar una aplicación de wallet de procedencia dudosa; o con invertir en algún proyecto naciente que promete falsas ganancias –todos motivos por los que la gente pierde dinero–. Hay potencial de fraude en todas partes.
¿Cuántas personas perdieron su dinero porque creyeron una noticia sin verificarla o confundieron una publicidad por un hecho real? ¿Cuántas se quedaron con su dinero atrapado en un corralito después de que una corrida bancaria les golpeara en la cara la definición de Reserva Fraccionaria? ¿Cuántas siguen financiando el sistema de seguridad social creyendo que ese dinero servirá para jubilarse, sin saber que se trata de un esquema piramidal que se está quedando sin combustible?
Este es de los problemas estructurales de nuestra sociedad que Bitcoin sacó a la luz. El mundo fíat está construido sobre la confianza ciega ante autoridades. Bitcoin y el código abierto propone un mundo de transparencia y verificabilidad, en el que cada persona pueda ser contralor y guardián del cumplimiento de las reglas. Si vemos hacia atrás, todos los incidentes mencionados podían haberse evitado fácilmente: verificando por uno mismo.
2.- Bitcoin es realmente inmutable
Y no nos referimos a que su contabilidad (blockchain) no pueda ser cocinada como la de Ethereum u otra criptoempresa, sino a que con el pasar del tiempo, se demuestra como lo único permanente en este ecosistema.
Bitcoin no solo tiene la ventaja del pionero como si se tratara de una startup cualquiera, sino que se trata de la primera tecnología que resolvió un problema criptográfico que tenía décadas: cómo hacer dinero efectivo digital sin necesidad de intermediarios.
Todas las demás redes usan la tecnología Bitcoin para solucionar algo secundario al dinero, pero ninguna puede re-resolver el problema del dinero digital porque ya lo resolvió bitcoin, y eso lo sitúa en la base del nuevo sistema financiero.
Desde el día que se empezó a correr la red, ha marchado sin interrupciones. Cada bloque que se suma a la cadena es una reafirmación del triunfo de Bitcoin, y un check más en su legitimación como un sistema monetario eficiente.
Pero sobre todas las cosas, el hecho de que Bitcoin no tenga dueños ni líderes, que sea de todos y a la vez de nadie, es lo que le otorga ese diferencial irremplazable frente a todo el resto de las criptoempresas. Nadie puede cambiar a Bitcoin arbitrariamente, y eso le da a Bitcoin también inmutabilidad como líder del mercado.
Por más experimentos que nazcan a partir de la tecnología Bitcoin, y más unicornios con alas y súper aplicaciones de finanzas descentralizadas que deslumbren a los nuevos y prometan ser el próximo Bitcoin, ninguna permanece por mucho tiempo, ninguna destrona (y tampoco podría) a Bitcoin.
Año tras año vemos cómo varía el top 10 de criptomonedas por capitalización de mercado. Pero ni una vez Bitcoin ha dejado de ser Rey, y es sumamente improbable que esto cambie.
3.- No puedes escapar a Bitcoin
Hace 10 años ya creíamos que Bitcoin sería el futuro del sistema financiero. Era algo arriesgado de decir; te miraban con suspicacia o burla. Ahora ignorar Bitcoin parece de tontos.
Como si fuera una fuerza gravitacional, tarde o temprano todos terminan magnetizados por Bitcoin. La mayoría de las personas que han sido detractores de esta tecnología, han partido de la ignorancia o el escepticismo. Pero una vez se dedica el tiempo para entender de qué se trata, no suele haber vuelta atrás.
Esto ha sucedido a todos los niveles. Pasó con individuos, pequeños negocios, empresas, instituciones y ahora incluso gobiernos. Aquellos que proferían que Bitcoin podía ser prohibido o que era una burbuja sin valor que en cualquier momento va a explotar, hoy se endeudan para acumular cada satoshi extra, y difunden comunicaciones sobre su inmenso valor y lo imparable que es.
Hasta ahora, cada uno ha entrado a Bitcoin en el momento en que decide entenderlo. En el futuro, en la medida en que avance la hiperbitcoinización, se integrará silentemente como la base de nuestra vida financiera, como el siguiente paso en la evolución del dinero.
4.- Los ciclos de Bitcoin existen, y la locura del momento también
La programación de Bitcoin incluye una reducción a la mitad de la emisión de nuevas unidades que sucede más o menos cada 4 años, llamado halving. En otras palabras, cada vez que transcurren 210.000 bloques, ocurre un shock de la oferta monetaria.
La historia ha demostrado que la subida de precios que le sigue a ese hecho funciona como un reloj. Si bien varían los porcentajes de crecimiento, el número de correcciones o la duración de la subida, hasta ahora, siempre al halving le sigue un nuevo máximo precio histórico.
Esto sucede por dinámicas de oferta y demanda en un activo relativamente nuevo, aún en fase de descubrimiento de precios. La mayoría de la población del mundo sigue sin entender realmente a Bitcoin, pero poco a poco nuevas personas lo entienden y se suman a la carrera de acumulación. Cuando sucede el shock de oferta, con una demanda creciente, el precio suele escalar, explorando nuevos máximos.
Y al estilo de una rémora adherida a un tiburón, con cada subida de Bitcoin también se ha desatado manía y frenesí con alguna moda del momento. En 2014 fueron los “bitcoin 2.0”: Litecoin, Dash y otros; el 2017 fueron las ICO; en 2020 y 2021 las DeFi y Play2Earn; en este ciclo han sido las memecoins.
Pero, también, ha sido fijo su posterior crash, tanto del precio de bitcoin como de la euforia por “el invento”. Ya nadie habla de ICO, Play2Earn es un término casi desaparecido, y si bien DeFi se mantiene, no conserva la locura de 2020.
Como diría Mark Twain, si bien la historia no se repite, sí que rima. Es probable que los ciclos de Bitcoin sigan pasando al estar programados en la economía gracias al halving, si bien cada vez el impacto del shock de oferta se irá disminuyendo conforme se reduzca la emisión. De igual manera, es probable que veamos nuevas manías surgir y desaparecer en los próximos ciclos.
5.- Las criptomonedas, altcoins, criptoactivos, tokens, shitcoins, o como les llames, no son más que (cripto)empresas.
Al inicio dudábamos. “Quizás esta gran novedad sí sea una mejora de Bitcoin, sí lleve su tecnología a masificarse en todo el mundo”, pudimos llegar a pensar. Pero luego vimos cómo, una a una, todas fallaban. Y la falla tenía el mismo origen: centralización.
Hay un dueño, una fundación, en fin, una empresa que maneja a la “novedosa” red y entonces su desempeño (el de la red y la criptomoneda) está directamente ligado a las acciones de quienes la manejan. Esto crea riesgo de contraparte. La entidad central se vuelve un punto único de fallo. Puede defraudar, cambiar arbitrariamente las reglas o simplemente abandonar el proyecto, dejando a los inversionistas en el aire.
¿Por qué sigue esta tendencia de crear monedas entonces? La lógica nos dice que la tecnología de Bitcoin, usada como actualización de la contabilidad de una empresa, puede automatizar, flexibilizar y expandir el alcance de una empresa.
Entonces, ya no las desdeñamos; no las llamamos shitcoins; simplemente las aceptamos como lo que son: empresas apalancadas en la tecnología Bitcoin. Quién sabe, tal vez CriptoNoticias se convierta en una cripto-empresa algún día 😉.
6.- Las estafas proliferan gracias a la crisis de los periódicos
No solo es el mal periodismo el que lleva a promocionar inocentemente a una estafa que se vendía como la octava maravilla del mundo. También es la falta de dinero la que lleva a grandes medios de comunicación a promocionar estafas para mantenerse a flote.
Hacer periodismo no es simplemente enterarse de un chisme y salir a decirlo a todo el mundo lo más rápido posible. Es verificar la verdad, contrastar fuentes, pedir comentarios, analizar los hechos, hacerlo digerible para la audiencia objetivo. Todo esto toma tiempo y esfuerzo, sobre todo en una fuente especializada como la de Bitcoin
La idea de que el periodismo, por ser un servicio público, debe ser gratis, hace más daño a la sociedad del que se cree. Sí, te ahorras USD 10 mensuales de una suscripción a un medio serio, pero pierdes miles de dólares en estafas que promueven para sobrevivir.
7.- Tanto diversificarse en altcoins como hacer trading son mala idea cuando se trata de bitcoin
“No pongas todos los huevos en una misma canasta”. Este es un adagio heredado de las finanzas tradicionales como una estrategia para distribuir el riesgo. Sin embargo, cuando se trata de criptomonedas, la historia ha demostrado que bitcoin arroja mayores rendimientos que cualquier altcoin en el largo plazo.
Aunque existen raras oportunidades en las que aquellos con mucha suerte pueden invertir y tienen la paciencia para esperar lo suficiente como para aprovechar recompensas de +1000%, también deben tener la suficiente prudencia para salir del mercado a tiempo, sabiendo que, si bien las altcoins pueden subir más que Bitcoin en un ciclo, también se desploman con mucha más fuerza, e incluso desaparecen. Colocar dinero en altcoins debe tomarse más como jugar en un casino que como la inversión de un activo a largo plazo.
En lo que refiere a hacer trading con bitcoin, piénsalo, ¿por qué otro activo cambiarías el bien más escaso del mundo? ¿Por dólares o monedas centralizadas que se imprimen arbitrariamente momento a momento? ¿Por acciones de una empresa cuyo valor también puede ser diluido? ¿Por metales que no sabemos con certeza su disponibilidad real en el universo?
Bitcoin debe asumirse como la vara con la que todos los demás activos se miden: todo, entre 21 millones. E intentar ganarle el mercado, intentando vender los máximos y comprando los mínimos, por lo general te deja con menos bitcoin del que tenías al empezar.
8.- Con dólares y fíat nunca ahorraste, el ahorro se reivindicó con Bitcoin
Imagina que estás intentando llenar de gasolina tu auto, pero el tanque tiene un hueco por donde bota la gasolina. Esto es lo mismo que ocurre cuando intentas ahorrar en fíat, solo que en este caso tu gasolina perdida termina realmente en el auto del político de turno.
¿Es posible acumular capital para un gasto futuro si la moneda en la que se intenta pierde su valor con el tiempo? Por si hay alguna duda, la respuesta es no.
La experiencia personal de todos los humanos del mundo actual y la historia han demostrado que las monedas emitidas por gobiernos que no están ancladas a un activo escaso no mantienen su valor en el tiempo, su tendencia es a la depreciación, a provocar que los 100 de hoy sean los 10 de mañana. La mayoría de las personas creen que son los precios de los bienes los que suben, cuando es realmente el valor de su dinero el que baja.
Hubo un tiempo, durante el patrón oro, que la inflación anual se mantenía rondando el 0% como sinónimo de estabilidad económica. Desde los años 90, los gobiernos del mundo llegaron a un consenso tácito de ver 2% de inflación anual como el objetivo deseable. Sin embargo, rara vez se ha logrado este objetivo. E incluso alcanzando ese objetivo mínimo, en 10 años tu dinero valdría 20% menos. En cualquier escenario, la inflación es una confiscación de valor.
Con Bitcoin, la palabra ahorro vuelve a tener su valor facial y el reservar o guardar dinero para el futuro cobra sentido. ¿Qué sube y baja mucho? Sí, todo activo libre lo hace; así funciona la oferta y la demanda, sobre todo en un activo nuevo cuyo conocimiento está asimétricamente distribuido. Pero a largo plazo, Bitcoin ha demostrado ser uno de los instrumentos más fiables para el ahorro, revalorizándose sin parar con el paso de los años.
9.- El Estado usa el dinero para controlarte
Antes de Bitcoin, teníamos la idea de que el dinero era algo neutral, que le pertenecía a cualquiera que trabajara por él. Luego de Bitcoin, nos damos cuenta de que el dinero fíat hace que unos animales sean “más iguales que otros”, como diría George Orwell en su Rebelión en la Granja.
El fíat es el dinero del Estado. Su creación está directamente vinculada a la inflación, a la capacidad del Estado de emitir nuevas unidades de dinero sin que ningún anclaje lo limite. De esta forma, como solía decir el economista Murray Rothbard, se vuelve el más silente de los impuestos: confisca poder adquisitivo a las personas sin que tengas elección.
Con el control sobre las tasas de interés, el Estado busca influir en cómo usas tu dinero. Si quiere que te endeudes y gastes, baja las tasas; si quiere que te restrinjas, las sube. De esta manera, la planificación financiera queda a merced de los dirigentes de turno. No puedes ahorrar cuando quieras, sino cuando ellos quieren; o tienes que correr a gastar, porque si no, tu dinero vale menos.
Además, con la digitalización del dinero, los bancos y gobiernos tienen la capacidad para vigilar cada uno de tus gastos y consumos, pedir que justifiques de dónde obtienes tu dinero, poner límites a los montos que retiras en efectivo, o incluso retenerlo y confiscarlo si así lo quieren.
Por último, tienen la capacidad de devaluarlo, y con ello, devaluar tus ahorros y todo el tiempo y el esfuerzo que dedicaste a acumular tu riqueza. Con el fíat, el dinero cumple la función de sistema de control de tu tiempo.
Todas estas son las razones que justifican la gran importancia de separar el dinero y el Estado, y con Bitcoin tenemos una oportunidad única para lograrlo.
10.- Es imposible revelar quién es Satoshi
Hace diez años quizás creíamos que en algún momento se descubriría quién estaba detrás del pseudónimo del creador de Bitcoin. Hoy, luego de haber visto estafadores intentando usurpar la identidad de Satoshi, juicios eternos alrededor de ello, y muchísimo tiempo y dinero invertido en investigaciones, podemos decir con certeza que es imposible revelar quién es Satoshi.
Esta imposibilidad es práctica. A pesar de que existe una suerte de consenso respecto a qué podría considerarse una prueba irrefutable de la identidad de Satoshi, incluso en ese caso cabe la denegación plausible. Nos referimos a firmar las transacciones asociadas a Nakamoto usando sus llaves privadas. Aún en ese escenario, el acusado podría refutar con un simple “yo no soy”, y nunca habría certeza de si consiguió las llaves por casualidad; se las entregó el propio Nakamoto o si realmente es el creador de Bitcoin.
Además, Bitcoin resulta de la confluencia del trabajo de otros criptógrafos, informáticos, economistas, y demás pensadores. Y sabemos (el mundo ya sabe) quienes son todos los que contribuyeron, los que lo hicieron posible, y queremos dejarlos en paz. Sus nombres merecen reconocimiento, pero no acoso, tal como ellos mismos lo han pedido.
Hay que alabar el prometeíco trabajo que hizo Nakamoto en robar el fuego a los dioses al crear Bitcoin, pero incluso superó a Prometeo porque ocultó su identidad lo suficientemente bien como para no tener un águila que se coma su hígado por toda la eternidad.
Y es precisamente gracias ese sacrificio, a ausentarse por completo y ofrendar a Bitcoin al mundo como Jocabed entregó al bebé Moisés a las aguas del Nilo, que hoy Bitcoin es lo que es: la tecnología monetaria más neutra, libre, abierta y poderosa de la historia. Y nos corresponde agradecer aún más porque es por Bitcoin que aprehendimos estas lecciones, y definitivamente, es por Bitcoin que CriptoNoticias existe.