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Los BTC incautados bajo presión fueron transferidos a la Agencia de Depósito en Garantía.
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Más de 14 bitcoins fueron distribuidos entre los manifestantes.
«La policía quería las frases semillas para acceder a mis carteras de criptomonedas. Bajo la presión del agente fue que me vi obligado a entregar las claves privadas».
Esta es la historia que cuenta Nicholas St. Louis, uno de los organizadores de la recaudación de fondos en bitcoin (BTC) y otras criptomonedas que buscaba apoyar económicamente a los manifestantes del movimiento «Freedom Convoy 2022» en Canadá.
La policía lo obligó a entregarles las semillas o seed phrase, el conjunto de entre 12 a 24 palabras que permiten respaldar un monedero de criptomonedas
Al parecer, lo mismo les sucedió a los otros organizadores de la colecta, quienes fueron detenidos junto a St. Louis a finales de febrero pasado.
Ahora, el gobierno de Canadá se ufana de haber «incautado y congelado» parte de los bitcoins donados al movimiento, el cual logró reunir alrededor de 22 BTC (cerca de USD 1 millón). El hecho sucedió durante las protestas realizadas entre enero y febrero en rechazo a la obligación de vacunarse contra el Covid-19.
El caso ha derivado en una lucha de poder que se debate entre dos batallas legales: una civil y otra criminal. Ambas jurisdicciones tratan de definir quién debe controlar la parte de las donaciones que no pudo ser repartida entre los manifestantes, y que ahora se halla inmovilizada en carteras de criptomonedas.
La demanda civil proviene de ciudadanos y empresas que resultaron afectadas por las protestas, mientras la penal acusa a los manifestantes y a los recaudadores por delitos contra el orden público.
Los bitcoins «incautados» bajo coacción
Según la declaración jurada que St. Louis firmó este 9 de marzo, la policía ejecutó una orden de allanamiento en su apartamento. Los agentes lo llevaron a un vehículo fuera de su residencia y uno de ellos lo amenazó con acusarlo de lavado de dinero y otros delitos.
Luego de incautar sus dispositivos electrónicos y otros bienes, lo obligaron a proporcionar las claves privadas de su cartera autocustodiada. Allí tenía poco más de USD 15.000 (0,28 de los BTC recaudados).
St. Louis explica que aún queda una parte de las donaciones restringidas en otras carteras. Esto porque luego de haber repartido unos 14,6 bitcoins entre los camioneros, recibió una orden judicial que le prohibía hacer la distribución del dinero.
Una orden inédita para «congelar» bitcoins
La llamada Orden Mareva fue dictada a finales de febrero por un juez de la Corte Superior de Ontario. Su fin es evitar la repartición de millones de dólares recaudados para el Freedom Convoy.
El dictamen prohíbe a los líderes del convoy y a sus recaudadores de fondos «vender, eliminar, disipar, enajenar, transferir, asignar» el dinero recibido en donaciones, incluyendo las criptomonedas como bitcoin.
Con esto se inmovilizaron los fondos particulares de los organizadores de la recaudación: Nicholas St. Louis, Tamara Lich, Christopher Garrah, Patrick King y Benjamin Dichter, junto con la organización sin fines de lucro Freedom 2022 Human Rights and Freedoms.
Es así como quedaron «restringidos en los monederos» poco más de 7 BTC que no fueron entregados a los manifestantes. Mientras una parte de los fondos, la incautada bajo presión a los organizadores de la recaudación, pasó esta semana de manos de la policía a la Agencia de Depósito en Garantía de Canadá.
La Orden Mareva es la primera de su tipo, señala el abogado canadiense Paul Champ, siendo el único mecanismo legal que se encontró para parar la repartición de los bitcoins.
Se usó este recurso luego de que las autoridades canadienses se vieran imposibilitadas de acceder a las criptomonedas resguardadas en carteras de autocustodia.
El dictamen impide al poseedor de las criptomonedas transferirlas desde sus monederos. Lo que no debe entenderse como un congelamiento de cuentas al estilo que se hace en los bancos, pues ni las autoridades ni ninguna plataforma tiene acceso al dinero.
Tal como reportó CriptoNoticias, la Policía Federal de Canadá agregó 34 direcciones de bitcoin a una lista negra enviada a las instituciones financieras reguladas. Además, solicitó a exchanges y empresas de monederos congelar los fondos
Ante la orden judicial, representantes de wallets de custodia personal, entre ellos Nunchuk, respondieron al Tribunal de Canadá que no tenían forma de congelar los fondos de sus usuarios.
Cooperación voluntaria o forzada, única forma de acceder a carteras de autocustodia
La actual disputa jurisdiccional y la inmovilización de los BTC que generó este caso, pone en evidencia la forma en que las criptomonedas complicarían los procedimientos legales.
Los tribunales pueden obligar a los bancos y plataformas de crowdfunding como GiveSendGo, que congelen o entreguen dinero atrapado en litigios civiles o penales. Los exchanges centralizados, como Kraken o Coinbase, también se ven forzados a obedecer, tal como indicaron representantes de estas plataformas.
Pero las criptomonedas guardadas monederos sin custodia, como las que controlaba St. Louis, requieren la cooperación de la persona en posesión de las claves privadas o contraseñas. Algo que como demostró la policía canadiense, a veces solo se puede obtener bajo coacción.