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La iniciativa podría implicar un cambio significativo en la gestión de los ahorros privados.
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"Quieren hacer lo que les dé la gana con nuestro dinero", dicen quienes temen un plan con CBDC.
«No podemos seguir siendo un continente de consumidores y ahorradores», dijo la semana pasada el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, proponiendo con ello la implementación de una nueva estrategia para que el gobierno utilice los ahorros de la gente.
En palabras de Sánchez «300 mil millones de euros del ahorro de los europeos cada año se destinan al extranjero, principalmente a Estados Unidos, fomentando el crecimiento económico y empresarial de otras naciones en lugar de Europa».
Defiende así la idea de canalizar los ahorros de los españoles hacia inversiones públicas, «en lugar de dejarlos inactivos en cuentas bancarias».
Con el fin de evitar que el dinero permanezca inmovilizado, el mandatario plantea utilizar los ahorros de la gente para invertir en Europa, «atrayendo industrias, creando empleo y promoviendo la transición ecológica y la transformación digital».
La iniciativa gubernamental implicaría un cambio significativo en la gestión de los ahorros privados de los miembros de la Unión Europea (UE), orientándolos hacia objetivos determinados por los gobiernos.
La propuesta de Sánchez ha despertado las alarmas de los españoles. «Esto es gravísimo», dijo Sara González, presidenta del partido español Democracia y Libertad Popular, señalando que la propuesta de Sánchez amenaza con el control del dinero y atenta contra los fundamentos del libre mercado y la economía, además de violentar la voluntad individual de los ciudadanos.
Las críticas a la propuesta también llaman la atención sobre la semejanza de estos planteamientos con lo que dijo hace unos meses el ministro de Economía de Francia, Bruno Le Maire.
«Decenas de miles de millones de euros permanecen inactivos en las cuentas bancarias de los europeos», dijo Le Maire en un post publicado en X en febrero pasado. Planteó –al igual que Sánchez– «ponerlos al servicio de nuestras empresas y de nuestra soberanía».
«Sería expropiar dinero de las cuentas bancarias de los ciudadanos», agregó González, manifestando un descontento que también compartió José Vizner, analista financiero de un medio de comunicación español.
«Quieren hacer lo que les dé la gana con nuestro dinero», expresó, cuestionando fuertemente las ideas presentadas por los gobiernos de España y Francia.
«Ellos pretenden decidir hacia dónde deben caminar nuestros ahorros», sentenció Vizner, reiterando que con este plan los usuarios quedarán desprotegidos y estarán sujetos a la incautación de su dinero por parte del Estado.
Se desatan los temores por las CBDC
Vizner ve en el plan de los dos países europeos una relación directa con el desarrollo del euro digital, la moneda digital de banco central (CBDC) que se piensa lanzar en la UE. Intuye, por tanto, que una vez que el proyecto esté en marcha (lo que estima para dentro de unos dos años) procederán a ejercer el control directo del dinero de la gente.
Una estrategia de dominio que, a juicio del analista, sería develada más adelante. Pues hasta ahora se le vende al público la idea de que con el euro digital los datos estarán protegidos y se tendrá una nueva opción de pago digital. Esto, tomando en cuenta que en la presentación que se ha hecho del proyecto, el Banco Central Europeo (BCE) promete que se garantizará la privacidad y la libertad de los usuarios para usar el dinero, «con algunas pocas restricciones».
«Claro, los datos estarán protegidos pero no tendrás control de tu dinero», añadió Vizner, reforzando los temores que muchas personas exponen en redes sociales y que sacan a la luz lo que piensan una gran parte de los europeos. La polémica incluso fue compartida por el influencer Marc Vidal.
En un ejercicio imaginario sobre su visión de futuro de cómo sería la vida en España con el euro digital, el usuario que se identifica en X como @TNT1987a, cuestiona el hecho de que los países quieran «control absoluto sobre las finanzas personales».
Como ejemplo, se ubica en el año 2045, un tiempo en que el control absoluto sobre las finanzas de los ciudadanos permitiría al Estado imponer sanciones económicas instantáneas «a cualquier individuo que osara cuestionar las políticas gubernamentales».
Las sanciones podrían incluir desde multas hasta el bloqueo total de cuentas, dejando a los disidentes sin medios para subsistir, relata el mensaje del usuario, en el que avizora una vida donde solo existirían las CBDC.
Pero uno de los caminos a seguir para evitar que se haga realidad el panorama que pinta @TNT1987a en su imaginario relato, pone la pelota en otro lado de la cancha, justo en el ecosistema de bitcoin (BTC) y demás criptomonedas que cada día gana más adeptos.
Esa es la acción que siguen muchos usuarios de la red social y que revelan en los posts que publica el BCE sobre el euro digital. «No es necesario, compramos bitcoin«, responde la mayoría de los europeos ante el proyecto que promociona el banco central, dejando claro que no creen en las promesas de las CBDC.