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Aunque contenía los signos de un esquema ponzi, muchas personas invirtieron en el proyecto.
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El proyecto ofrecía ganancias del 200%.
Escribo estas líneas con el fin de prevenir a todas las personas que pueda sobre los riesgos de realizar una inversión a la ligera. Me gustaría que todos aprendan, con los hechos que voy a narrarles, que si algo parece muy bueno para ser cierto, es porque no es cierto.
Me duele admitir que algunos de los dirigentes del esquema piramidal que ahora describiré siguen sueltos, disfrutando de la fortuna que hicieron con las ilusiones de personas inocentes. Pero he jurado que haré justicia a como dé lugar, así que sus días de disfrutar del dinero ajeno están contados.
Todo comenzó con una campaña publicitaria que promovió la inversión en una Oferta Inicial de Moneda (ICO). Las personas debieron de haber identificado los primeros signos de lo que sería una enorme estafa: tan solo se brindó una descripción vaga acerca de una “moneda descentralizada” que ofrecería grandes ganancias a quienes invirtieran en ella.
Nunca hubo un libro blanco, ese documento con las especificaciones técnicas y legales del proyecto, y tampoco se reveló con exactitud quién sería el equipo que llevaría a cabo su desarrollo.
La publicidad de OEM prometía que a mayor inversión y mayor cantidad de referidos que se incluyeran en la plataforma, mayores serían las ganancias que cada usuario podría obtener.
Meses después de la ICO, que recaudó millones de dólares, ocurrió el lanzamiento de la plataforma donde operaría el proyecto. En ella, sus participantes ofrecerían bitcoins en préstamo a otros usuarios con una ganancia moderada. El aspecto jugoso del esquema ponzi se reservaba a los inversionistas, quienes recibirían un 200% de retorno de su inversión, sin importar del tamaño que fuera, luego de un año.
Algunas personas invirtieron algunos cientos de dólares, pero otros se dejaron seducir por completo y consignaron en la plataforma grandes sumas de dinero. A medida que los inversionistas llegaban, el precio del criptoactivo OEM fue inflándose de manera artificial, así que las enormes ganancias parecían ser posibles. Sin embargo, en este mercado nadie puede ofrecer una garantía de ganancia, puesto que su volatilidad impide que puedan realizarse predicciones exactas sobre el precio de un criptoactivo.
En países como Estados Unidos, Canadá, Australia, India, Venezuela, Argentina y Colombia aparecieron gurús que se autoproclamaron como expertos financieros, y recomendaban a ciegas la inversión en esta plataforma. La campaña publicitaria fue masiva, e incluso inventaron un grito de guerra que entonaban durante cada conferencia o video que realizaban. Un criptoactivo que en realidad no existía llegó a las casas de cambio, y los usuarios comerciaban miles de dólares a diario con él. En las redes sociales no paraba de hablarse de esta inversión.
Sin embargo, cuando el supuesto emprendimiento cumplió un año, los administradores celebraron el acontecimiento con el cierre inesperado de la plataforma. Durante un par de horas los usuarios pensaron que se trataba de una falla en el servidor, pero la verdad ocultaba algo mucho más oscuro. Mientras todos presionaban el botón de actualizar, los líderes que tanto habían recomendado la inversión vaciaban las cuentas de la plataforma.
Los bitcoins que los usuarios depositaron fueron movidos a un llavero multifirma, cuyas llaves fueron repartidas entre los tres dirigentes con mayor importancia dentro de la organización fraudulenta. Uno de ellos estaba residenciado en Estados Unidos, mientras que los otros dos se encontraban en Australia e India, respectivamente.
Menciono este último hecho, porque es cuando yo entro en la historia. Lamento decir que no soy una observadora lejana o pasiva del hecho. Mi nombre, que no revelaré por protección, está unido al del líder Australiano de la estafa.
La compañía con la cual mi esposo justificaba sus actividades fraudulentas está a mi nombre, y apenas descubrí esto, tuve que desaparecer. Lamentablemente mi huida coincidió con el cierre de la plataforma. Hasta ese momento yo no entendía de qué se trataban los negocios que mi compañero realizaba, y solo disfrutaba de las mieles de ser la esposa de un multimillonario.
Ahora sé que las joyas, los vestidos, los perfumes y los zapatos con los que adornaba mi frivolidad estaban manchados por las lágrimas y la sangre de gente inocente. Menciono esto último porque el líder indio del esquema fraudulento también es parte del crimen organizado en ese país, y sus fechorías son tan horrendas que no soy capaz de nombrarlas en este momento.
En cuanto ocurrió el cierre de la plataforma de préstamos, el 85% del precio del OEM se pulverizó. En cuestión de meses, el criptoactivo desapareció de todas las casas de cambio donde era comerciado. Los 30 mil millones de dólares invertidos en el criptoactivo desaparecieron por completo.
Las demandas colectivas no dejaron de llegar, pero, aunque me apena decirlo, mi nombre no aparece en ningún documento legal hasta ahora, por lo que todavía dispongo de tiempo para ejecutar mi plan.
Mi esposo nunca se enteró de que yo había descubierto la villanía en la que él había participado, por lo que cree que sigo siendo su devota e ignorante esposa. Le hice creer que no había planeado la huida antes de que la estafa se descubriera, por lo que piensa que me tiene segura en el lugar donde me visita algunas veces. Gracias a esto, he obtenido acceso a sus documentos y cuentas bancarias e hice una copia de la llave privada de la cartera multifirma donde tienen los bitcoins almacenados.
Apenas tenga la oportunidad, vaciaré sus cuentas bancarias y convertiré todo el dinero a bitcoin, con el fin de movilizarlo más fácilmente y poder regresarlo a sus verdaderos dueños. Espero que una subida modesta del mercado de criptoactivos pueda hacer que se recupere incluso el dinero gastado.
Mediante foros anónimos y la darknet he contactado a las personas indicadas que me ayudarán a obtener el acceso a las llaves privadas que almacenan los otros dos dirigentes. Mientras redacto estas líneas, miro cómo una transmisión en vivo muestra al principal promotor del esquema ponzi en Estados Unidos hablando de deportes y vida sana, como si no hubiera conducido a miles de personas a la ruina.
Lo que no sabe es que afuera lo espera un grupo de personas que lo enviarán a la cárcel, no sin antes obtener la llave privada y el acceso a sus cuentas. Como el líder de la India fue apresado, el acceso a la llave privada será mucho más difícil, pero sé que lo conseguiremos. A fin de cuentas, queremos crear una organización mundial que proteja al mundo de los esquemas ponzi y haga pagar a los culpables. Sé que en la realidad no hay lugar para los héroes y que nuestro trabajo no será tan fácil como se lee en los cómics, pero alguien tiene que tomar la iniciativa.
Como estas leyendo estas líneas, quiere decir que nuestra operación ha concluido y hemos regresado el dinero a las víctimas… o no.
Sin embargo, solo quiero pedirte que difundas las palabras que has leído acá, y protejas tu seguridad financiera y la de los tuyos, ayudándolos a identificar una estafa con criptoactivos cuando se presenta.
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Descargo de responsabilidad: Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos o hechos que aparecen en la misma son producto de la imaginación del autor o bien se usan en el marco de la ficción. Cualquier parecido con personas (vivas o muertas) o hechos reales es pura coincidencia.