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Un desarrollador de DeFi para Consensys diseñó el boceto de una aplicación para crear tokens ERC-20.
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MEME fue creado como una parodia, pero alcanzó un volumen de intercambio de USD 1,2 millones.
Lo que comenzó como el boceto de una interfaz sencilla para crear tokens de ERC-20, terminó en el lanzamiento de una ficha bautizada como MEME. Tras hacerse viral y desatar furor entre los entusiastas de las DeFi, alcanzó 1,2 millones de dólares en volumen de intercambios en un lapso de horas.
Jordan Lyall, desarrollador de Consensys para las finanzas descentralizadas (DeFi), comentó con CriptoNoticias la historia detrás de este evento en el que cientos de inversionistas impulsaron una ficha recién creada hasta subir su precio lo máximo posible.
Todo comenzó con el concepto de ‘Degenerator’, un chiste sin pretensiones de trascender más que de parodiar el estado actual de los mercados DeFi. Degenerator fue el nombre que Lyall dio a un boceto de aplicación que permitiría «crear un nuevo proyecto DeFi en menos de 5 minutos», mezclando las características de protocolos como Compound, Synthetix y AAVE.
Lyall publicó en la red social Twitter esta parodia para apuntar a la «degeneración» de los proyectos DeFi, cada vez más numerosos, riesgosos y que atraen enormes cantidades de financiamiento a pesar de crearse básicamente de la nada.
El tuit se hizo viral y Lyall comenzó a recibir solicitudes para lanzar el proyecto. «Me preguntaban por la dirección web del proyecto, el repositorio de Github», comentó a CriptoNoticias.
Luego de hacerse viral el tuit, Lyall creó un grupo de Telegram que al momento cuenta con 977 participantes, quienes decidieron desde el nombre de la ficha, hasta cómo emitirla. Incluso se decidió elegir a una piña como mascota oficial del proyecto, parodiando a su vez a la batata de YAM, proyecto donde recientemente quedaron bloqueados 750 mil dólares por un error en su contrato inteligente.
Cree el grupo de Telegram para continuar con la broma, sin expectativas. Pero quería tener un lugar donde la gente pudiera ayudar a construir este producto, comunicarse, organizarse. Pero rápidamente se creó un efecto bola de nieve y todo el mundo estaba emocionado con lo que podría hacerse con esta idea. En cuestión de minutos alguien tuvo la idea de crear la ficha y la comunidad la decidió llamar $MEME.
Jordan Lyall, desarrollador.
Desde el primer tuit hasta el lanzamiento del token transcurrieron cerca de 2 horas y media, comenta. Pronto fue incluida en Uniswap y Coingecko, alcanzando un valor de 40 dólares y un volumen de intercambio que sobrepasó el millón de dólares.
Sin embargo, al momento de escribir esta nota, el token tiene un precio que ronda los 15 dólares, según Coingecko, y su volumen de intercambio descendió igualmente, probando el punto sobre la volatilidad (e inestabilidad financiera) de los proyectos DeFi.
Llegaron las ballenas: el fin de la fiebre MEME en DeFi
Lyall asegura no tener conocimiento de quién pudo haber emitido la ficha, aunque seguramente es uno de los participantes del grupo de Telegram que el desarrollador administra. El contrato de emisión de este token consumió cerca de 400 dólares en gas, nombre dado a las comisiones pagadas para realizar transacciones de Ethereum, en un momento donde las comisiones de esta plataforma están por los cielos.
Así mismo comenta haber sido contactado por desarrolladores que tienen la auténtica voluntad de desarrollar la aplicación Degenerator, como una plataforma para crear nuevos proyectos DeFi inspirados en los ya existentes.
Al preguntársele sobre la posibilidad de que los creadores del token puedan haber obtenido enormes cantidades de dinero. Lyall comenta que quizás no, aunque es posible en escenarios donde MEME se convierta en la próxima Dogecoin, perdure en el tiempo y aumente su precio.
Como otro de los escenarios en los que sus creadores podrían hacerse ricos, considera que esto ocurriría si en torno a MEME se crea un producto real con alguna utilidad, aunque lo considera improbable.
Igualmente piensa que la distribución del token fue hecha de forma legítima. El desarrollador comenta que en el grupo de Telegram se creó una planilla donde cada uno de los participantes podía dejar su dirección de Ethereum para recibir gratuitamente la ficha. Pero ante la posibilidad de que se perpetrara un ataque de tipo Sybil, se creó una segunda planilla donde aparte de las direcciones los participantes colocaban su nombre de usuario de Telegram, para llevar un control.
En su opinión, Lyall considera que la distribución fue más justa que muchos proyectos preminados o que otorgan la mayoría de las fichas a sus fundadores e inversionistas. «A pesar del carácter paródico y todas las tonterías en torno a este evento, no hubo malos actores ni eventos que lamentar», dijo.
No obstante, apunta que luego ballenas de trading y actores negativos se unieron al grupo y en su opinión desestabilizaron la conversación, pero aclara que en principio todos los participantes tenían intenciones honestas.