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Keiser asegura que los pandilleros tomaban el 30% de los ingresos de los salvadoreños vía extorsión.
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El entusiasta de bitcoin explica cómo El Salvador construye el modelo de nación del futuro.
La adopción legal de bitcoin (BTC) en El Salvador fue más que una movida política. También formó parte de una acción que buscó contrarrestar la influencia de los pandilleros, quienes fueron desmonetizados con la llegada del activo digital descentralizado al país.
Así lo sugiere Max Keiser, maximalista de bitcoin y miembro de la Oficina Nacional del Bitcoin de El Salvador, una entidad gubernamental orientada a implementar la política bitcoiner trazada por el presidente Nayib Bukele.
Durante su participación en el evento Plan B Forum, celebrado en Lugano, Suiza, Keiser enfatizó que bitcoin sirvió para quitarle control monetario a los pandilleros, quienes se hacían con hasta el 30% de los ingresos de los habitantes salvadoreños a través de la extorsión mientras estaban en las calles.
Tal como lo ve Keiser, la adopción legal de BTC fue previa a la declaración de guerra contra las pandillas de El Salvador, precisamente porque bitcoin, al ser un activo inconfiscable, impidió que los criminales siguieran financiándose a costa de los salvadoreños.
“No hay ninguna cantidad de violencia o coerción que pueda apoderarse de mis bitcoins. Tienes que venir a mí con paz si quieres hacer un intercambio conmigo”, dijo Keiser.
En marzo del año pasado, el presidente salvadoreño Nayib Bukele inició la guerra contra las pandillas. El mandatario declaró el estado de excepción en respuesta a la ola de violencia de las pandillas. Hasta ahora, más de 65.000 presuntos pandilleros han sido arrestados y más de 170 han sido abatidos.
Esta política, sumado a la movida económica de El Salvador, ha permitido que Bukele cuente con el 93% del apoyo popular, perfilándose a la reelección el año que viene.
Un nuevo modelo de Estado-nación
A juicio de Max Keiser el país centroamericano está construyendo un nuevo modelo de nación «post-banco central» basado en bitcoin como piedra angular. Dijo además que ese será el modelo de Estado-nación que se instaure en los próximos cien años.
Las aproximaciones de Keiser van de la mano con lo que ha dicho antes sobre El Salvador, país que el empresario ve al nivel de Singapur o de Silicon Valley en unos años. Esto debido, entre otras cosas, al impulso del turismo, el cual ha crecido de forma importante desde la adopción legal de bitcoin.
Según cifras gubernamentales, el turismo de El Salvador ha incrementado de manera sostenida, recibiendo en agosto pasado más de 2 millones de visitantes extranjeros atraídos por bitcoin, el surf y el sentimiento de seguridad en las calles.
El aumento del turismo, así como la reactivación económica producto de la política de seguridad del gobierno de Bukele, ha hecho que el país centroamericano dé muestras de mejoría, incluso a nivel de deuda.
Recientemente se conoció que la firma de análisis de riesgo crediticio S&P Global Ratings había mejorado el indicador de El Salvador. Un hecho celebrado por grandes instituciones como JP Morgan, que admite que la situación de la nación salvadoreña ha mejorado por acción “y no por cuestión de suerte”.